Isabel Álvarez, vicepresidente y directora del Departamento Legal y Ethics & Compliance Officer en Capgemini: “No es baladí ser considerada por décimo año consecutivo una de las empresas más éticas del mundo”

Capgemini es una de las ‘Empresas más Éticas del Mundo’según el prestigioso Instituto Ethispher, que la designa en 2022 por décimo año consecutivo. Junto a un sólido plan de cumplimiento, en Capgemini España se dedican 12.000 horas al año en formación obligatoria y formación específica a colectivos de riesgo de la empresa.

¿Cuál es el secreto de diez años a la cabeza de las empresas más éticas del mundo?

No es baladí ser considerada por décimo año consecutivo una de las empresas más éticas del mundo, sobre todo por el reconocimiento a los estándares en materia de ética y de cumplimiento normativo que tenemos, a nivel mundial y local. He comprobado en estos años que el secreto está en que tiene que haber una capilaridad hacia abajo, no solo en la matriz del grupo, que está en Francia y es cotizada, sometida a una legislación muy estricta anticorrupción y antisoborno y con unas obligaciones de transparencia tremendas. Hay mucho trabajo a nivel local que hacer y, por eso, es un orgullo haber recibido este reconocimiento. Creemos que es muy bueno para el mercado y para la imagen reputacional que deben tener las multinacionales, puesto que somos actores en el tráfico jurídico mercantil y de las sociedades como socios confiables.

¿Van ganando terreno los valores?

Cada vez es más importantes para nuestros grandes clientes porque en los contratos nos lo están exigiendo con cláusulas de resolución contractual en las que se nos exige que nuestros códigos de buen gobierno, de ética y de cumplimiento normativo sean, como mínimo, tan exigentes como los suyos o, incluso, mejores. Creemos que esto es una demanda que no va a parar en el medio y largo plazo, aunque ya es una realidad y supone un gran valor añadido para nuestra organización en el ámbito que operamos.

¿Y qué papel juega la regulación?

Una compañía tan extendida por el mundo es un reto, pero es el futuro, porque ya vivimos en un mundo muy regulado y con una normativa cada vez más trasnacional. Así, una norma francesa es susceptible de ser revisada por la Autoridad gala en cualquiera de los países en los que la matriz opera. Es un reto. España tiene un Código Penal muy estricto. Tenemos un modelo local maduro, complementario con el modelo de nuestro grupo, sobre todo en materia de prevención de delitos, lo que nos ha permitido incrementar el grado de prevención y control del riesgo y responder a las exigencias y a los cambios que el Código Penal va incluyendo, como lo acaba de hacer sobre el abuso sexual en el trabajo. Además, es necesaria una concienciación social del fomento de la ciberseguridad porque es necesario cumplir la legislación y las obligaciones contractuales que se celebran con partners y clientes.

¿Qué labores de prevención realizan?

Hemos realizado un análisis de nuestro riesgo-actividad, que me parece muy importante sobre todo en el ámbito digital y del uso de las nuevas tecnologías. No tenemos los mismos riesgos que una farmacéutica, ya que tenemos otro perfil de actividad. Por eso hacemos el ejercicio maduro de autorevisarnos, generar mapas de riesgo actividad por actividad, vemos como los controlamos, tratando de no crear protocolos si ya existen y creando unos controladores de esos controles que hemos definido. Hemos creado un modelo de prevención propio en el ámbito del traslado de todas las decisiones de la compañía en el día a día. Esto es crear cultura de cumplimiento.

¿Cómo funciona el canal de denuncias?

Tenemos un potentísimo canal de denuncias internas. Es una aplicación global de ejecución local en la que todos los empleados de la compañía y cualquier tercero puede acceder. Hemos creado una estrategia en torno a esta herramienta muy potente con todas las garantías que una herramienta como esta requiere en términos de confidencialidad, no represalia, adecuación de tiempos de respuesta razonables, adaptada a la normativa imperante, a los buenos usos y a las políticas globales y locales del Grupo Capgemini. Además, la gente puede entrar en el canal en tipo consulta para valorar si el tema es denunciable o no. Y todo ello está impregnado de una amplia formación, que es la piedra de toque del eje de cumplimiento, que hace que la gente conozca y que se implique y que responda a esa cultura de cumplimiento. Es un sistema muy activo. Además, uno de los aspectos más importantes es el de la formación, que yo me tomo muy en serio e, incluso, participo porque tiene una relevancia muy importante. Definimos cada trimestre nuestro colectivo target de empleados por el tipo de función que cumple, operativa con clientes o con partners o, incluso todos los que trabajan en el ámbito de ventas con el sector público.