Las multinacionales prevén un aumento de litigios fiscales en 2022

La transformación digital de las empresas y el aumento de la regulación son las causas que impulsan el incremento de disputas globales impositivas, según las previsiones de los responsables de fiscalidad en el informe de Baker Mckenzie que recuerda que ya en 2021 ascendieron a 269.000 millones de dólares

Las disputas fiscales globales ascendieron a 269.000 millones de dólares en 2021, añadiendo más tensión a la ya maltrecha situación financiera de muchas de las empresas causada por la pandemia, según el informe Risk Reshaped: Tax Disputes Outlook 2022-2025 de Baker McKenzie entre las organizaciones mundiales. La mayoría (75%) de los 1.200 directivos encuestados en 10 jurisdicciones (en Australia, China, Francia, Alemania, Italia, Japón, México, los Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos) predicen que el importe de las disputas fiscales aumentará aún más en 2022 y un 68% cree que el número o volumen de disputas fiscales se incrementará también.

El estudio afirma que la evidente falta de claridad y de interpretación común de las normas y nociones por parte de las autoridades fiscales -mundiales y de ámbito local- conducirá sin duda a un aumento de los litigios en este área. Además, debido a que los reguladores llevan a cabo una distinción entre las empresas en función de su capacidad contributiva, las propuestas de la OCDE aumentan la carga de cumplimiento para los grandes contribuyentes y crean un reto para estas organizaciones en torno a cómo medir, gestionar y planificar el crecimiento debido al impacto que tiene en su fiscalidad.

Los directivos esperan que, tanto los accionistas como el cada vez mayor escrutinio público, aumenten las disputas en el área fiscal en 2022. La relación entre la fiscalidad y los criterios ESG también se manifiesta en el estudio, ya que el 64% de los responsables de fiscalidad afirman que el consejo de administración y la dirección de la empresa se interesan ahora en mucha mayor medida por los litigios en el área fiscal como consecuencia de los compromisos en áreas como sostenibilidad o gobernanza.

La transformación digital acometida por las empresas y acelerada por la pandemia y los abundantes cambios en las políticas fiscales internacionales, cuya aplicación retroactiva subyace en alguna de las actuales controversias, son los principales impulsores de los próximos litigios fiscales según el estudio de Baker McKenzie. Argumentan los expertos de Baker McKenzie, que un panorama político internacional cambiante, la transformación de los negocios, incluida la digitalización y el escrutinio de los accionistas, son algunos de los principales impulsores de las disputas fiscales, junto a la cada vez mayor relevancia de las controversias fiscales heredadas a través de las fusiones y adquisiciones.

Basándose en las conclusiones del informe de la Firma de 2018, Shape of Water Tax Disputes in the Age of intangible Value, los datos de la presente encuesta representan un aumento del triple desde los 75.300 millones de dólares.

Una clara mayoría, el 62% de los directivos, afirma que este elevado nivel de litigiosidad y la incertidumbre que conlleva es claramente perjudicial para el rendimiento financiero de su organización, que se ha visto afectada como resultado de la pandemia de Covid-19. Más de la mitad (58%) de los encuestados afirmó que el volumen de los litigios fiscales aumentó durante el último año, y el 76% señaló lo mismo respecto del valor. Una noticia más inquietante es que el 68% de los responsables fiscales prevén que el volumen de litigios fiscales seguirá aumentando en los próximos 12 meses, y el 75% espera lo mismo para la cantidad de litigios.

La pandemia vio cómo la digitalización avanzaba años en cuestión de meses, y el cambio del negocio y del modelo operativo está afectando a la exposición fiscal de las organizaciones al requerir una adaptación muy rápida y no siempre con la necesaria posibilidad de reflexión.

Según el 67% de los directivos encuestados, el cambio transformacional del modelo de negocio y operativo afectará a la exposición fiscal de su organización, dando lugar a un aumento de la complejidad de los precios de transferencia, a los pasivos fiscales indirectos y al riesgo asociado a las controversias fiscales heredadas de procesos de fusiones y adquisiciones, que han vivido un importante auge en los últimos años. De hecho, el 58% dijo que las disputas fiscales originadas en estos procesos representan un área de riesgo importante para sus organizaciones.