El fraude a las empresas se incrementó durante la pandemia
La Asociación de Española de Empresas contra el Fraude (AEECF) en su ‘Informe sobre el estado del fraude en España 2020-2021’ muestra que la mayoría de los altos directivos de empresa han observado un crecimiento en el número de delitos y en la tentativa para cometerlos.
La pandemia del Covid-19 ha generado junto a la sanitaria otra crisis de carácter económico y social que ha obligado a miles de negocios a cerrar sus puertas, al tiempo que ha incrementado el fraude. Según la Asociación Española de Empresas contra el Fraude (AEECF) en su Informe sobre el estado del fraude en España 2020-2021, un 36% de los altos directivos entrevistados considera que el valor de los defraudado este año supera el millón de euros. En un segundo nivel, el 9% de los consultados, establece la cuantía entre más de 500.000 euros y menos de un millón de euros. El 46% de los encuestados sostiene que estas cantidades oscilan entre más de los 100.000 euros y menos de los 300.000 euros. Y, finalmente, solo un 9% también que no ha sufrido pérdidas por fraude en su compañía.
Señala la AEECF en su informe que un 46% de los altos directivos de empresas asociadas consultados ha detectado que la pandemia ha aumentado los casos de fraude menos de un 10%, mientras que el 42% estima que lo han hecho entre un 10 y un 25%. Por su parte, el 12% asegura que han crecido entre un 25 y un 40%.
Señala el informe de la AEECF que la crisis sanitaria, exigente con la adaptación corporativa, ha dejado una realidad cambiante, que obliga a las empresas a concentrar todos sus esfuerzos en recuperar el negocio y velar por el cuidado por la seguridad corporativa, especialmente las pymes.
En este contexto, el fraude se ha incrementado durante esta situación excepcional, atraído por la elevada inseguridad laboral y la incertidumbre. Así lo confirman el 47% de los encuestados.
También, un 43% atribuye a esta situación un aumento de la vulnerabilidad de los ciudadanos frente al fraude; mientras que un 7% considera que el virus ha desviado la atención de la organización hacia otro tipo de problemas dejándolas aún más desvalidas. Por otro lado, solo un 3% opina que la pandemia no ha tenido efectos sobre el fraude suponen un impacto económico importante a nivel corporativo.
Más intentos de fraude
El 71% de los encuestados asegura que en los últimos meses se han producido más intentos de fraude que el año pasado, mientras que el 29% afirma que no se ha detectado una variación significativa de estas tentativas.
La AEECF señala que la valoración de los encuestados en relación a los fraudes sufridos en las corporaciones también revelan un aumento de estas actuaciones. Así lo afirma el 54% de los sondeados, que indica haber experimentado más casos que el año pasado. Por su parte, un 9% señala que se han mantenido sin variación significativa, mientras que un 8% sostiene haber sufrido menos casos que el año pasado. Métodos de ciberdelincuencia como el phishing, smishing o vishing son cada vez más frecuentes. Estas técnicas de imitación y manipulación informativa que afectan directamente a los consumidores tienen, a su vez, una repercusión en la actividad empresarial.
El 46% de los usuarios encuestados para este informe considera que una de las consecuencias para las compañías que conlleva el fraude cometido a través de estas herramientas es que empeora la experiencia de usuario. Para el 20% de los preguntados, otra de las repercusiones de este tipo de fraudes es que aumenta el tiempo de adquisición del producto o servicio; mientras que el 17% refiere que uno de los efectos es que impacta en la conversión. Además, el 11% de los consultados asegura que otra de las consecuencias de estos delitos es que encarece el precio final; y un 6% revela que disminuye la oferta de producto o servicio. Además, la mayoría de los encuestados (75%) considera que el fraude online es el canal por el que reciben más fraude sus empresas.
La necesidad de blindarse ante cualquier amenaza externa, en especial derivada de entornos digitales, obliga a las empresas a poner en marcha determinadas soluciones corporativas.
Así, el 22% de los encuestados sostiene que la compartición de datos de solicitudes de préstamo es uno de los sistemas de prevención implantados en su organización. En este contexto, un 15% de los entrevistados señala que su empresa cuenta con inteligencia del dispositivo, mientras que un 13% dispone de herramientas de analítica avanzada para evaluar el riesgo.
Las regiones más afectadas
Las cuatro regiones líderes en entradas de turistas extranjeros y nacionales: Andalucía, Cataluña, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana han coincidido en los diferentes informes que ha realizado la asociación en los últimos años como las zonas donde más casos de fraude se registran.
Así, las regiones donde más casos de fraude se han registrado este año han sido también las que mayor densidad de población tienen: Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, Andalucía se sitúa como la Comunidad Autónoma que ocupa el puesto número uno en la detección de casos de fraude, seguida por Cataluña y Madrid, que se coloca en el segundo y tercer lugar, respectivamente. Comparando el año 2020 con respecto al 2019, la región donde se ha producido un mayor incremento de casos de fraude ha sido Cataluña, según el 35% de los encuestados.
La cifra media del fraude, según el 21% de los consultados, en su empresa supera los 50.000 euros. El 12% de los encuestados está en una horquilla entre los 15.000 y los 50.000 euros.
El 17% revela que el valor se sitúa por encima de los 5.000 y los 15.000 euros, mientras que un 42% de los empresarios encuestados reconoce una cuantía defrauda en el último año se encuentra entre más de 1.000 euros y menos de 5.000. Y, finalmente, se sitúan los fraudes estimados en menos de 1.000 euros, según el 2% de los miembros de la asociación.
En este ejercicio, el 25% de los asociados coincide en que el principal problema al que se ha enfrentado su empresa en el último año en la lucha contra el fraude ha sido la falta de asignación de recursos, tanto humanos como económicos, En el informe de 2020-2019, un 67% de directivos coincidió en que sus departamentos de prevención contaban con un máximo de cinco integrantes. Mientras que, en el informe de 2018, se destacaba que dichos departamentos no llegaban a contar con diez integrantes.
Señala la AEECF que en comparación con los datos obtenidos sobre 2020, el impacto que han sufrido las empresas se ha reducido considerablemente. Los datos previos reflejaban que el importe total de pérdidas del 50% de ellas fue de un millón de euros mientras que el del 33% oscilaba entre los 100.000 y 300.000 euros.
Compartición de datos
La compartición de datos se ha convertido en una herramienta esencial en la lucha contra el fraude; permitiendo detectar posibles irregularidades. La Asociación Española de Empresas Contra el Fraude lleva trabajando desde el 2014 en establecer y profundizar esa plataforma colaborativa que coordine un sistema español antifraude.
La AEECF es responsable del fichero Hunter, una plataforma que consiste en que los datos de una determinada solicitud serán comparados con otros de solicitudes de bienes, productos, financiación o servicios que figuren en el fichero Hunter, exclusivamente con objeto de detectar la existencia de información potencialmente fraudulenta dentro del proceso de aprobación del servicio.
Si se diera el caso de que se detectaran datos inexactos, irregulares o incompletos, su solicitud será objeto de un estudio más pormenorizado por las entidades que han aportado al sistema los datos de su solicitud.
En este aspecto, el 54% de los asociados considera que todavía queda un largo recorrido de mejora en la compartición de datos de fraude, pues es fundamental la participación de más entidades y un 38% estima que falta tecnología más avanzada para mejorar el análisis de los datos.
Por su parte, un 8% de los encuestados afirma que es una solución lo suficientemente robusta y no es necesaria mejora.
El fraude de identidad a cliente, los ataques de phishing/smishing, duplicación de SIM, robo de datos, fraude documental, fraude interno y fraude amigo son los tipos de fraude más comunes en las empresas.
El fraude de identidad a cliente, por el que los estafadores utilizan los datos legítimos de un cliente para suplantar su identidad, es el más recurrente en las empresas, según el 58% de los asociados.
Este tipo de fraude, según el informe de la AEECF se repite como el más recurrente durante los diferentes años que se ha realizado el informe. Por ejemplo en 2016 el 70% de los fraudes eran de esta tipología. El segundo tipo que más se ha registrado ha sido el fraude documental (29%), que consiste en la modificación de datos reales de un documento, seguido de los ataques de phishing/smishing (27%), un método para engañar y hacer que se compartan contraseñas, números de tarjeta de crédito y otra información confidencial.
Por otro lado, gran parte de los encuestados por la AEECF considera que el fraude interno ha sido el que menos ha sufrido su empresa, seguido de la duplicación de SIM, que consiste en obtener una copia de la tarjeta SIM haciéndose pasar por el titular de la línea. El fraude amigo, realizado por el usuario o su entorno, y el robo de datos, es considerado poco común en las empresas en las que trabajan.
Solo un 4% de los asociados lo coloca en el puesto número uno de sus prioridades empresariales, aunque el 46% sí que lo introduce dentro del top 5.
Por su parte, el 42% de los encuestados considera que se encontraría dentro del top 10, mientras que el 8% afirma no ser una prioridad para su empresa.