Guía para empresas que quieren sobrevivir y alcanzar la estabilidad

La a Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) ha publicado una declaración sobre la ‘Empresa con Propósito’ con la intención de que las empresas realicen un proceso de transformación colectivo que las ayude a superar los grandes retos actuales y futuros, estrechando lazos con sus grupos de interés

La Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), acaba de publicar una declaración sobre la Empresa con Propósito en la que concluye que frente a las incertidumbres crecientes generadas por el incremento de las desigualdades, el riesgo climático, el impacto de la tecnología en los empleos y en la privacidad, la empresa tiene la obligación y la necesidad de transformarse en un proyecto colectivo, con el objetivo de que su protagonismo no solo resida en la creación de bienestar material, sino también en la generación de cultura y valores en la sociedad.

Esta organización empresarial, con más de 3.500 empresas asociadas, cuya misión es contribuir al bien común a través de la mejor formación de los empresarios y los directivos, y que tiene carácter independiente y sin ánimo de lucro, destaca que solo con valores como el esfuerzo, la ética, la tolerancia, la solidaridad, la rectitud y la ejemplaridad, se puede enfrentar la creciente crispación social, la superficialidad, el cortoplacismo, el pesimismo, la xenofobia, y los populismos.

En su declaracióbn, se muestra persuadida de que el propósito de las empresas es no solo es crear valor para sus accionistas, sino también para el resto de grupos interesados, de forma compartida y sostenida. Por ello, considera que las crecientes tendencias están socavando la confianza en las bondades de la economía libre de mercado como mayor generadora de riqueza y empleo.

Mejorar ventas y beneficios

Aboga la APD, como medida necesaria, por que la estrategia sea medible, ya que las organizaciones que tienen mejor reputación, aumentan sus ventas y beneficios, comprometen más a sus grupos de interesados (stakeholders), y perduran más en el tiempo.

Es por ello, que APD declara que las ‘empresas con propósito’ deben impulsar voluntariamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en las relaciones con todos sus grupos de interesados -conocidos por su denominación en inglés: stakeholders-.

Esta declaración pretende ser referencia para todas aquellas compañías convencidas del creciente papel protagonista que deben asumir las empresas en la creación de un futuro mejor. Una iniciativa a la que APD invita a sumarse a todas las empresas que compartan su contenido y asuman un compromiso voluntario para afrontar los desafíos globales.

Así, declara que es preciso que las mercantiles inviertan y remuneren a sus trabajadores de forma justa y equitativa; proporcionarles formación y empleabilidad; promoviendo la diversidad y la inclusión; tratándoles con respeto, dignidad y reconocimiento.

Aportar valor a los clientes

Considera, asimismo, que las empresas con propósito deben aportar valor a sus clientes excediendo sus expectativas; defender la competencia y la igualdad de condiciones; repudiar la corrupción; preservar la privacidad digital, así como, cooperar con sus proveedores en la asunción de un compromiso ético que se extienda a toda su cadena de valor; tratarles de forma justa y perseguir la corrupción.

Las empresas deben ofrecer a sus accionistas una rentabilidad a corto plazo compatible con los riesgos asumidos y compartidos y con las inversiones necesarias para crear valor a medio y largo plazo; establecer con ellos una relación duradera de transparencia y compromiso. Para ello, deberán definir el propósito de la empresa sus administradores, que, como responsables últimos de la gestión, deberán asegurarse de su alineamiento con la cultura corporativa, liderar con el ejemplo, y asumir eficazmente su función de supervisar que la organización actúa con integridad y cuenta con los recursos necesarios para cumplir sus objetivos y medir su rendimiento.

De la misma forma, han de compartir los objetivos de las comunidades en las que operan, y con la sociedad en general, en relación con la producción y consumo de materiales, extendiendo el ciclo de vida de los productos todo lo que sea posible; pagar impuestos justos; invertir en conocimiento e innovación para incrementar el progreso de la sociedad; y en definitiva, contribuir a reconciliar y estrechar las relaciones entre las empresas y las personas.

Y, finalmente, han de proteger y conservar el planeta y su biosfera; ahorrar energía; disminuir las emisiones de CO2; cuidar el consumo de agua; gestionar los residuos; contribuir a crear una conciencia ambiental; ayudar a construir en definitiva una nueva relación de armonía, respeto y equilibrio de los seres humanos con la naturaleza.