Gibraltar ya tiene un pie fuera de la ‘lista negra’ de paraísos fiscales

El Peñón ha transpuesto a su normativa interna la Directiva 2011/16/UE, relativa a la Cooperación Administrativa en el ámbito de la Fiscalidad, también ha firmado el Convenio Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal, y ha implantado determinadas medidas BEPS

Las negociaciones de España con Reino Unido sobre Gibraltar tras el Brexit -que de facto suponen el reconocimiento por parte de España de la soberanía del Peñón- dejan a la colonia con un pie fuera de la lista negra de Hacienda de paraísos fiscales. Pese a que apenas ha trascendido el contenido del “principio de acuerdo” anunciado la semana pasada por la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, todo indica a que, si no habrá valla, Gibraltar dejará de ser un paraíso fiscal para el Gobierno español.

La mayoría de estados no consideran a la colonia británica un lugar offshore. Los últimos en retirarle de sus listas han sido la Unión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Gibraltar ha transpuesto a su normativa interna la Directiva 2011/16/UE, relativa a la Cooperación Administrativa en el ámbito de la Fiscalidad, también ha firmado el Convenio Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal, y ha implantado determinadas medidas BEPS, el proyecto internacional de la OCDE contra la erosión fiscal de bases imponibles. Pero además, ha implementado el nuevo Estándar Global de Intercambio Automático de Información aprobado por la OCDE.

Sin embargo, España mantiene a Gibraltar en su lista negra. Pese a que el Gobierno considera a la colonia aún un paraíso fiscal, el nuevo acuerdo con los británicos otorga al Peñón una confianza que llega hasta tal punto de suprimir los controles en la frontera. Lo poco que se sabe del acuerdo, explicado por González Laya, es que mantendrá la aplicación del espacio Schengen bajo la supervisión de España y con ayuda de Frontex en la supervisión de puerto y aeropuerto, lo que permitirá “suprimir los controles entre Gibraltar y España”. La ministra, que ha establecido el periodo de transición en cuatro años, ha evitado, sin embargo, entrar en los “aspectos técnicos”, que deja para el Congreso de los Diputados.

Además de Schengen, el principio de acuerdo, que España estima que podría materializarse en un plazo de seis meses, también permitirá un régimen aduanero en materia de tráfico de mercancías y transporte e incorpora medidas de competencia leal en lo fiscal, medioambiental y social que serán detalladas más adelante. ¿Es la llegada de este régimen de competencia fiscal lo que terminará por sacar a la colonia de la lista negra de Hacienda? No se sabe.

El 4 de marzo de 2019, España y Reino Unido firmaron un tratado internacional con medidas para terminar con la utilización de Gibraltar para el fraude fiscal y el blanqueo de capitales. No es un tradicional acuerdo de intercambio de información, sino que contempla otras medidas más amplias y efectivas de lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales. Además, su contenido se refiere en exclusiva a las relaciones de cooperación administrativa e intercambio automático de información entre España y Gibraltar, por lo que dicho territorio debería salir de la lista de paraísos fiscales de España cuando la actualice. Sin embargo, este acuerdo no quitó al país de la lista.

“Para más adelante queda el debate de la soberanía”, dijo la ministra de Asuntos Exteriores. Insistió en que España no renuncia. “Todo esto se hace sin perjuicio de las pretensiones irrenunciables” respecto a la soberanía de Gibraltar del Gobierno español, como también del Gobierno británico, “que han quedado salvaguardadas”.

Hasta el momento, las conversaciones se han centrado en el compromiso que supone dar respuesta a “las aspiraciones de los ciudadanos”, tanto de los habitantes del Campo de Gibraltar como los gibraltareños, y, de momento, “cada uno mantiene su soberanía dentro de la corresponsabilidad”.

Por su parte, el ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, ha confirmado en un comunicado el principio de acuerdo y ha puesto el énfasis, también, en facilitar el tránsito en la frontera tras la salida del bloque comunitario. Según ha indicado, “todas las partes están comprometidas a mitigar los efectos del fin del periodo de transición sobre Gibraltar y en particular garantizar la fluidez en la frontera, que claramente es algo que va en el mejor interés de las personas que viven a ambos lados”. Más tarde, el primer ministro británico, Boris Johnson, se reconocía “entusiasmado” con la negociación. Y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha abogado en rueda de prensa por “resetear” la relación con España tras el Brexit para poder así avanzar con “expectativas y esperanza” y mirar al futuro con mayor “positividad”. El acuerdo con España aleja la peor crisis a la que se enfrentaba la colonia en toda su historia. El Gobierno de Gibraltar tuvo que preparar al peñón para el peor escenario posible.