La mitad de las pymes reconoce su incapacidad para medir la sostenibilidad
A pesar de las espectativas que genera la llegada de los fondos europeos para superar el Covid-19 y de la obligación legal que tienen las empresas de más de 250 trabajadores de presentar los estados de información no financiera, desde el 1 de enero, los directivos desconocen cómo recopilar sus datos.
La mitad de los empresarios de la mediana empresa española asegura que desconoce todavía cómo afrontar la recopilación y posterior registro de toda la información relacionada con los parámetros sostenibles, a pesar de la obligación legal de presentar los estados de información no financiera a todas aquellas sociedades con más de 250 trabajadores desde el pasado 1 de enero.
Este desconocimiento de los sistemas de reporte es compartido con el resto de sus homólogos de Europa, donde un 47% reconoce no saber por dónde empezar el registro de su actividad en materia medioambiental, social y de gobierno corporativo. La preocupación por cómo afrontar esta medición no es exclusiva de las empresas del Viejo Continente, ya que en el conjunto global de países del mundo analizados la cifra alcanza también el 48%.
Estas son algunas de las principales conclusiones que el estudio La sostenibilidad como estrategia: cómo adaptar su empresa para tener éxito, elaborado por la firma de servicios profesionales Grant Thornton, que analiza las percepciones y expectativas de más de 5.000 ejecutivos (400 en España) de empresas entre 50 y 500 empleados, que operan en 29 países del mundo. Aunque a estos empresarios todavía les cuesta encontrar la correlación entre el beneficio financiero y la sostenibilidad a largo plazo, el impulso de la Administración y las medidas de estímulo con base sostenible, como los Fondos de Recuperación Europeos, están ayudando a concienciar poco a poco sobre su importancia. Eso explica que casi cuatro de cada diez directivos nacionales (38%) aseguren que el éxito financiero y la sostenibilidad son igualmente importantes para sus respectivos negocios, frente al 17% que siguen considerando todavía a esta última una cuestión menor. Sólo un 15% va más allá y asegura que el éxito financiero es un resultado directo de la sostenibilidad, no un objetivo.
La pandemia ha hecho variar las expectativas de las empresas, modificando sus prioridades. Según el estudio de sostenibilidad de Grant Thornton, el 48% de los empresarios coincide en que el impacto económico del coronavirus conllevará, inevitablemente, que la sostenibilidad deje de ser una prioridad interna durante los próximos meses.
Una cifra similar a la que se registra a nivel europeo (49%), pero 9 puntos porcentuales por debajo de la global (57%). Es paradójico, sin embargo, el aumento de la exigencia sobre acciones sostenibilidad por parte de los consumidores que asumen las empresas de cara al futuro. En concreto, el 44% de los directivos nacionales creen que el mercado demandará más compromiso de las empresas en materia sostenible por la pandemia.
España se encuentra en este punto lejos de la media europea y global, que con un 50% y 61% respectivamente, se muestran más convencidos de que será a través del empuje del entorno por donde llegarán los avances. Explica Joan Vall, socio de Auditoría de Grant Thornton, que “los nuevos requerimientos de reporte en materia sostenible y el desarrollo de políticas que avancen hacia una economía sostenible demandan acciones inmediatas por parte de la mediana empresa. No se trata sólo de una obligación legal, el compromiso sostenible acaba repercutiendo a medio plazo en la cadena de valor de todas las compañías, haciéndolas más competitivas y resistentes”.
Preguntados sobre si el aumento de la conciencia en sostenibilidad tiene un efecto directo sobre la mejora de las finanzas de la empresa, un 47% de directivos españoles se muestra convencido de ese beneficio. Sin embargo, un elevado 38% se muestra todavía escéptico de esa correlación a medio-largo plazo. Un escepticismo que está en línea con lo que expresan los empresarios a nivel global (38%), pero por debajo de la media europea, donde casi la mitad de líderes empresariales aún desconfían de que la sostenibilidad sea algo rentable (47%).
Cambio de paradigma
Los últimos avances y el compromiso generalizado de todos los mercados en esta materia ponen de manifiesto el cambio de paradigma que tendrán las políticas de sostenibilidad en el desarrollo futuro de las empresas. En España, el 54% considera que esta tendencia exigirá cambios fundamentales en su modelo de negocio, una visión generalmente compartida por el resto de los directivos europeos (48%).
Sin embargo, fuera de Europa las empresas medianas cada vez tienen más claro el impacto comercial que tendrá la sostenibilidad en su funcionamiento habitual: más del 60% de directivos encuestados así lo asegura a Grant Thornton.
A pesar de que se algunos empresarios se creen la sostenibilidad con más convencimiento que otros, lo que está claro es que su conciencia sobre los beneficios que este ámbito de negocio aporta a sus compañías va en aumento. Entre ellos, los directivos españoles destacan que les ayuda a preparar estratégicamente sus empresas hacia un escenario futuro (59%); la satisfacción de las expectativas de los clientes (54%); el cumplimiento de las leyes y regulaciones (54%); la eficiencia operativa (53%) y la mejora de la reputación corporativa (51%). En el resto de los países estas cifras muestran un comportamiento similar, siendo la satisfacción de la demanda de los clientes la mejor considerada (45%) en el caso de Europa y la reducción de costes en la media global (47%).
Solo un 27% de las empresas españolas encuentra en la sostenibilidad una oportunidad para encontrar mejor acceso al mercado de capitales, una cifra que cae en Europa hasta el 21%. “Los grandes inversores cada vez tienen más en cuenta los riesgos ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo a la hora de decidir sobre la orientación de sus carteras futuras. Los criterios sostenibles están influenciando ya claramente el private equity, pero también la financiación bancaria tradicional, ya que la mayoría de entidades integra criterios ESG en sus programas de financiación a empresas”, añade Joan Vall para alertar de que la sostenibilidad será importante a medio plazo para la nueva financiación.
Sobre las áreas de la empresa en el que más recorrido puede tener la sostenibilidad, los empresarios españoles entrevistados señalan la estrategia comercial con un 53%; la mejora de su reputación y acciones de marketing con un 47%. Por detrás, los directivos creen que una mayor preocupación por la sostenibilidad les ayudará a desarrollar nuevos productos que satisfagan la demanda (47%) o la optimización de sus compras y cadenas de suministro (42%). La pandemia ha hecho variar las expectativas de las empresas, modificando prioridades.
Según el estudio de sostenibilidad de Grant Thornton, el 48% de los empresarios coincide en que el impacto económico del coronavirus conllevará, inevitablemente, que la sostenibilidad deje de ser una prioridad interna en los próximos meses. Una cifra similar a la que se registra a nivel europeo (49%), pero 9 puntos porcentuales por debajo de la global (57%). El aumento de la exigencia sobre acciones sostenibilidad por parte de los consumidores que asumen las empresas de cara al futuro. El 44% de los directivos nacionales cree que el mercado demandará más compromiso de las empresas en sostenible a causa de la pandemia. España se encuentra en este punto lejos de la media europea y global, que con un 50% y 61% respectivamente, se muestran más convencidos de que será a través del empuje del entorno por donde llegarán los avances.