Bruselas endurece su estrategia contra la delincuencia organizada

La Comisión Europea ha diseñado un plan de actuación transfronteriza que amplía la colaboración policial y judicial y fomenta estándares legislativos y de nuevas tecnologías para afrontar la acción de los grupos de maleantes dedicados al narcotráfico, robo, tráfico de inmigrantes y trata de personas

En 2019, los ingresos procedentes de la delincuencia en los principales mercados delictivos ascendieron al 1 % del PIB de la UE, es decir, 139 000 millones de euros. Ante esta realidad, la Comisión hapresentado una nueva estrategia de lpara hacer frente a la delincuencia organizada, centrada en impulsar la cooperación policial y judicial, acabar con las estructuras de la delincuencia organizada y los delitos de mayor prioridad, eliminar los beneficios de la delincuencia y garantizar una respuesta moderna a los avances tecnológicos. Se trata de combatir delitos como, por ejemplo, el tráfico de drogas, la delincuencia organizada contra la propiedad, el fraude, el tráfico ilícito de inmigrantes y la trata de seres humanos.

La estrategia establece las herramientas y medidas que deben adoptarse en los cinco próximos años para acabar con el modelo de negocio y las estructuras de las organizaciones delictivas a través de las fronteras, tanto en línea como fuera de línea.

Se trata de impulsar la cooperación policial y judicial, puesto que el 65 % de las organizaciones delictivas que actúan en la UE están compuestas por miembros de diferentes nacionalidades, por lo que es fundamental un intercambio eficaz de información entre las autoridades policiales y judiciales de toda la UE para luchar eficazmente contra la delincuencia organizada.

La Comisión ampliará, modernizará y reforzará la financiación de la plataforma multidisciplinar europea contra las amenazas delictivas (Empact), una estructura que, desde 2010, reúne a todas las autoridades europeas y nacionales pertinentes para detectar las amenazas delictivas prioritarias y hacerles frente conjuntamente. También, propondrá que se mejore el marco Prüm a efectos del intercambio de información sobre ADN, impresiones dactilares y matriculación de vehículos.

Para velar por que las policías de toda la UE puedan operar mejor con una normativa moderna, Bruselas propondrá un Código de Cooperación Policial de la UE que sustituya al actual mosaico de instrumentos y acuerdos multilaterales de cooperación.

La consecución del objetivo de 2023 de informatizar los sistemas de información para la gestión interoperable de la seguridad, las fronteras y la migración ayudará a los servicios policiales a detectar y combatir mejor la usurpación de identidad a que suelen recurrir los delincuentes. Por último, para luchar mejor contra las redes delictivas que operan a escala internacional, también se pretende negociar un acuerdo de cooperación con Interpol.

Bruselas considera urgente intensificar la cooperación a escala de la UE para desmantelar las estructuras de la delincuencia organizada. Para garantizar una respuesta eficaz a formas específicas de delincuencia, la Comisión propondrá una revisión de las normas de la UE en materia de lucha contra la delincuencia medioambiental y creará un conjunto de instrumentos de la UE contra la falsificación, especialmente de productos médicos. También presentará medidas para hacer frente al comercio ilícito de bienes culturales.

Más del 60 % de las redes delictivas activas en la UE están involucradas en actos de corrupción y más del 80 % utilizan empresas legítimas para sus actividades, mientras que solo se confisca el 1 % de los activos de origen delictivo. La lucha contra la financiación de la delincuencia se considera fundamental para descubrir, castigar y prevenir la delincuencia. La Comisión propondrá una revisión de las normas de la UE sobre el decomiso de los beneficios de la delincuencia, desarrollará las normas comunitarias contra el blanqueo de capitales, promoverá el inicio temprano de investigaciones financieras y evaluará las normas anticorrupción de la UE. Se trata de prevenir la infiltración en la economía legal.

Por otra parte, los delincuentes se comunican y cometen delitos en línea y dejan rastros digitales en internet. Puesto que el 80 % de los delitos tienen una dimensión digital, la policía y la justicia necesitan un acceso rápido a las pistas y pruebas digitales. También precisan emplear tecnologías modernas y estar dotadas de herramientas y capacidades para adaptarse a las formas modernas de operar de la delincuencia. Bruselas planeará posibles opciones de conservación de datos, y propondrá el camino a seguir para permitir un acceso lícito a la información cifrada en el marco de investigaciones y enjuiciamientos penales que protejan la seguridad y la confidencialidad de las comunicaciones.

Finalmente, se colaborará con las agencias de la UE para dotar a las autoridades nacionales de las herramientas, conocimiento y competencias operativas para efectuar investigaciones digitales.