El 21% del Ibex tiene una comisión de supervisión de la sostenibilidad

Las compañías que disponen de este tipo de institución especializada obtienen una calificación de las agencias
de ‘rating’ un 20% superior, según un informe de Forética.

Siete de cada diez empresas del Ibex 35 disponen de una comisión con competencias en materia de sostenibilidad. Un 21% tiene una comisión plenamente dedicada a los aspectos ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno), y otro 6% añade el título RSC/sostenibilidad a otras comisiones preexistentes. Las compañías del Ibex 35 que disponen de una Comisión de Sostenibilidad especializada obtienen una calificación de las agencias de rating un 20% superior a aquellas empresas que no hacen referencia explícita a la sostenibilidad.

El Clúster coordinado por Forética y liderado por Aena, Bankia, Cuatrecasas, Grupo Cooperativo Cajamar y Leroy Merlin, trabajará este año en profundizar sobre la definición y composición de los Consejos de Administración sostenibles, y la integración de los aspectos ESG en los modelos de gobernanza del Ibex). La rentabilidad incremental de las campañas ESG exitosas. es del 7,1%. Las temáticas que mayor retorno generan son las vinculadas a cambio climático (10,3%), seguida de las de gobierno corporativo (8,6%). Las campañas ESG tienen una tasa de éxito del 18%, duran 17 meses y generan un retorno incremental del 2,3%.

Durante los últimos veinte años se han producido dos grandes tendencias que han eclipsado la industria de la gestión de activos. Por una parte, el despertar del activismo accionarial, que aglutina estrategias de inversión que tratan de influir y modificar la conducta de las empresas a través de un papel activista por parte de los inversores. Por otra parte, el despegue y la integración de criterios de inversión sostenible -conocidos como ESG, por sus siglas en inglés, Environmental, Social and Governance- como una práctica generalizada en la industria de la gestión de activos. La trayectoria de ambas órbitas está convergiendo para generar una nueva corriente, el activismo ESG. Esta publicación trata de explorar el presente y futuro de esta práctica y descifrar qué riesgos y oportunidades surgen para las empresas

“En un nuevo mercado en el que las empresas que gestionan los aspectos extra financieros son aquellas con un mayor rendimiento, el incluir aspectos de la sostenibilidad a la hora de estructurar el Consejo de Administración cobra cada vez una mayor importancia. Las compañías han de promover el desarrollo de competencias de sostenibilidad entre sus consejeros y desarrollar nuevos sistemas de incentivos y remuneraciones que incluyan la sostenibilidad en la evaluación del desempeño de los mismos”, afirma Jaime Silos, director de Desarrollo Corporativo de Forética y responsable del Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad.

En este contexto, crecen los requisitos en transparencia y gobernanza, se incrementa el número de actores con afán de liderazgo y se desarrollan nuevas herramientas para su gestión. El objetivo del Clúster es profundizar en cómo preparar a un Consejo de Administración para integrar los aspectos ESG en su matriz de competencias, con foco en las principales tendencias del mercado: redefinición del propósito empresarial; aumento de los riesgos ESG y los cambios de marco regulatorio; e integración sistemática de ESG por los inversores. En junio, Forética presentará un nuevo estudio para valorar la progresión de los Consejos de Administración.

Durante este año, el Clúster también trabajará, con un enfoque multisectorial, dos de los principales temas de tendencia en el ámbito de la Transparencia y Buen Gobierno: diligencia debida en la cadena de valor. Los estudios desarrollados por Forética revelan que una parte importante de las controversias de las empresas en materia de sostenibilidad no se producen en la propia compañía, sino que el origen está en algunos de sus proveedores.

El gran cambio de esta década es que la responsabilidad social de las compañías se extiende a sus proveedores. Por ello, tener mecanismos no solo de supervisión, sino de capacitación de los proveedores en ESG es un factor fundamental de competitividad y de gestión de posibles crisis. Los casos de activismo accionarial ESG suelen venir precedidos de una mala gestión de los aspectos extra financieros por parte de los administradores de la compañía y el consiguiente impacto reputacional y escándalos derivados de ese bajo desempeño.

Por ello, las compañías que pretendan reducir el riesgo de ser objeto de campañas de activismo accionarial ESG han de establecer como objetivo la incorporación de aspectos de sostenibilidad en la agenda de los consejos de administración.

Para ello, la responsabilidad social corporativa ha de ser un aspecto fundamental al seleccionar a los consejeros, establecer el sistema de incentivos y en el proceso de toma de decisiones.