Los profesionales del Derecho esbozan el futuro de la abogacía

Los profesionales del área jurídica piensan en un devenir que exige flexibilidad de la organización, conocimiento, inversiones y adaptarse a las exigencias tecnológicas.

La disrupción provocada por la pandemia mundial en 2020 va a tener repercusiones de largo alcance en la toda la industria jurídica, acelerando la actual transformación digital de este sector. Antes de la crisis, el sector jurídico ya estaba experimentando una transformación impulsada por las exigencias económicas, demográficas, tecnológicas y competitivas. Esos factores seguirán impulsando el cambio en la industria y su impacto se verá amplificado por la crisis del Covid-19.

Wolters Kluwer ha realizado una encuesta independiente, recogida en el informe The Future Ready Lawyer 2020: Performance Drivers, para evaluar la preparación y resistencia futura del sector legal. La encuesta incluye la opinión de 700 profesionales del Derecho de Estados Unidos y nueve países europeos (Reino Unido, Alemania, Holanda, Italia, Francia, España, Polonia, Bélgica y Hungría).

Las cinco principales tendencias que se espera que tengan mayor impacto sobre la abogacía son: la creciente importancia de la tecnología jurídica (76%); cumplir con las cambiantes expectativas de los clientes y de los directivos (74%); énfasis en la mejora de la eficiencia y productividad (73%); capacidad de adquirir y retener el talento (73%); hacer frente al aumento del volumen y la complejidad de la información (72%).

Al examinar todas las tendencias en el sector, existe una brecha importante entre ellas y el grado de preparación para afrontarlas. Menos de un tercio de los encuestados declaran estar muy preparados para abordarlas. De hecho, mientras que la creciente importancia de la tecnología jurídica fue la tendencia principal con un 76%, sólo el 28% de los encuestados dijeron estar muy preparados para ello.

Los encuestados señalan que la dificultad de la gestión del cambio y la resistencia al mismo por parte de los directivos es la mayor barrera para implementar el cambio tanto en los departamentos legales corporativos (65%) como en los de abogados (53%).

El 79% de los abogados corporativos creen que es importante que los despachos con los que trabajan demuestren eficiencia y productividad, mientras que sólo el 28% admitió que esas cualidades describen muy bien a la firma con la que trabajan. Las desconexiones que surgen en varias categorías pueden estar afectando a los niveles de satisfacción de los clientes, ya que sólo el 26% de los abogados corporativos están muy satisfechos con su actual despacho de abogados.

El 81% de las asesorías jurídicas corporativas creen que en los próximos tres años requerirán a los despachos de abogados que describan cómo están usando la tecnología para ser más productivos y eficientes - casi el doble de la tasa del 41% que pide esto mismo a día de hoy.

Al examinar las tendencias específicas de las asesorías jurídicas de empresas, los encuestados estiman que sus principales prioridades en los próximos tres años serán: reducir los costes legales externos; mejorar su operativa jurídica y la gestión de proyectos legales; y proporcionar valor estratégico a su empresa. Sobre los mayores cambios que les esperan, el 82% estima que habrá un mayor uso de la tecnología para mejorar la productividad.

En materia de tecnología, la brecha entre el conocimiento y la preparación se agrava cuando se trata de tecnologías de transformación. La gestión de Big Data y el análisis predictivo son las tecnologías de transformación que el 67% de las asesorías jurídicas esperan que tendrán un mayor impacto en los próximos tres años, aunque sólo el 25% reconoce que entiende muy bien estas tecnologías.

El 67% de los despachos de abogados reconocen que están invirtiendo en nueva tecnología, tanto para apoyar las propias operaciones internas, como para prestar servicio a los clientes. Entre los despachos, el 62% de los líderes tecnológicos han declarado que su rentabilidad ha aumentado con respecto al año anterior, en comparación con el 39% de los denominados despachos en transición.