El 83% de las empresas espera que su voluntariado crezca en los próximos años

La Red internacional de Voluntarios (Voluntare) y la Asociación de Voluntarios de la Caixa han presentado un estudio en profundidad sobre 225 programas de voluntariado que se están desarrollando en la actualidad en 24 países: once en América Latina y trece europeos, incluyendo a España

El voluntariado corporativo es un fenómeno relativamente reciente en España y, a la vez, en clara expansión. La mayoría de los programas han surgido en el último lustro. Sin embargo, el 83,3% de las empresas espera que su programa de voluntariado corporativo crezca en los próximos cinco años, según las conclusiones de la Radiografía sobre el voluntariado corporativo en España, realizado por Voluntare, la red internacional de voluntariado corporativo, junto con la Asociación de Voluntarios de ”la Caixa”, que tiene más de 5.800 miembros y ha cuplido 15 años, ha participado en la presentación del estudio como socio director de la red.

El voluntariado corporativo es el conjunto de actividades y acciones solidarias que, bajo el impulso de la propia empresa, se promueven en beneficio de la comunidad. En este informe, se detallan por primera vez los medios que ponen en juego las empresas, cuál es la participación real de sus empleados, los formatos en los que se concreta su acción o los objetivos en los que se enfocan.

A día de hoy, nadie duda de los beneficios de esa actividad, tanto para el propio voluntario como para la empresa que lo promueve. En las últimas dos décadas se ha observado la voluntad sincera de muchas empresas por participar en el logro de objetivos sociales y ambientales, empezando por reducir el posible impacto nocivo de su propia actividad y extendiéndolo a programas sociales diversos, como la promoción del voluntariado interno.

El estudio revela que el principal motivo para instituir un programa de voluntariado corporativo es dar cauce al deseo de sus colaboradores de participar en causas sociales, lo que redunda en un sentimiento más intenso de pertenencia y compromiso, y muy frecuentemente se destina un presupuesto específico para su implantación y mantenimiento. No es tan habitual que se libere un número de horas laborales para la práctica del voluntariado, pero también hay organizaciones que optan por ello.

La Radiografía explica que en seis de cada diez empresas, al menos un 10% de la plantilla participa en sus programas de voluntariado social y medioambiental. Además, cuatro de cada diez empresas españolas enfocan el voluntariado de sus empleados a la reducción de desigualdades (ODS 10) y a la educación (ODS 4); y más del 80% de los proyectos se han adaptado al entorno online en los últimos meses como respuesta a la pandemia.

Por otra parte, se reconoce en el informe, que desde 2015 se aprecia un menor peso de la búsqueda de mejora reputacional (-9,9%) y el crecimiento del interés por fortalecer la política de Recursos Humanos (+16,8%) y por ofrecer cauces a los empleados para implicarse en causas sociales (+6,13%).

“Cada vez es más habitual que las empresas adopten una actitud responsable y activa hacia su entorno, que se alíen con entidades sociales y ofrezcan a sus empleados la oportunidad e implicarse en acciones solidarias”, explica Juan Ángel Poyatos, fundador de Voluntare. “El valor de este estudio”, añade Poyatos, es que ofrece, por primera vez, “una visión de conjunto y de detalle de cómo se gestiona actualmente el voluntariado corporativo en España y hacia dónde evoluciona”.

Para Pere Huguet, Director Corporativo de Acción Social de CaixaBank: “Este estudio llega en un momento clave, ya que la pandemia ha provocado un incremento notable de las necesidades sociales en España, algo que las empresas no pueden ignorar. Mientras esta crisis pasará, el alto nivel de pobreza permanecerá largo tiempo y ahí tendrá un papel fundamental el voluntariado. Por eso, nuestro afán como Acción Social de CaixaBank es animar a que cada vez más, más corporaciones se decidan a promocionar el voluntariado entre sus empleados, sus clientes, sus proveedores”. “Esto repercutirá en positivo tanto interna como externamente para las empresas, ya que el compromiso social de las compañías está cada vez más en el punto de mira de la sociedad”, ha añadido,

La voluntad de las empresas se acompaña de hechos. Un 63,2% destina un presupuesto específico a su programa de voluntariado corporativo y una de cada cuatro fija a sus empleados un número de horas disponibles para participar. Los empleados, protagonistas del voluntariado

El análisis revela que nueve de cada diez empresas buscan ofrecer un cauce para el activismo social y medioambiental de sus empleados, a la vez que valoran el impacto positivo de estos programas en el fortalecimiento de su política de Recursos Humanos. Se trata de la respuesta a la “creciente demanda social y de los propios empleados para que las empresas asuman una actitud activa y responsable hacia su entorno”, de acuerdo a Poyatos.

En seis de cada diez empresas al menos el 10% de la plantilla participa en las actividades de voluntariado. Y el nivel de compromiso de los empleados crece cuando la empresa plantea voluntariado profesional o probono ya que, “al hacer lo que mejor saben, perciben con más claridad que su aportación es útil para cambiar realidades”, expone Juan Ángel Poyatos.

Además, el voluntariado corporativo trasciende a la propia plantilla e involucra a familiares y amigos de los empleados en las actividades, una práctica más habitual en España que en Latinoamérica (-10,3%) o Europa (14,1%).

El 69,7% de los programas de voluntariado corporativo españoles están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Una cifra similar a la que se registra en Europa (+1,5%) y América Latina (-2%).

Los ODS en los que más se incide son el 10 (reducción de desigualdades), el 4 (educación de calidad) y el 8 (trabajo decente y crecimiento económico).

Para incrementar el impacto de sus programas las empresas se plantean alinear su voluntariado con su estrategia corporativa (46,4%), explotar su potencial formativo para el desarrollo de competencias entre sus empleados (43,3%), formar a los gestores de los programas (41,7%) e incrementar su eficiencia en la medición de resultados (40%).

Resulta patente, de las conclusiones que se derivan de este estudio, que el voluntariado corporativo tiene un gran futuro por delante, pues es una iniciativa que se ha demostrado positiva para todos los intervinientes: mejora la cultura interna de la empresa, canaliza la pulsión solidaria de sus plantillas y contribuye a cubrir necesidades sociales, que el sector público no siempre consigue remediar .