El turismo nacional salva un verano histórico que se acerca a las cifras prepandemia

Andalucía ha recibido 10 millones de viajeros este verano y prevé cerrar el año con 20 millones. Cádiz ha liderado la ocupación hotelera a nivel nacional con un 78% de media

Andalucía ha cerrado un verano histórico, el turismo nacional ha logrado amortiguar la ausencia de viajeros internacionales dejando cifras que comienzan a acercarse a las que venía mostrando la comunidad antes de la pandemia. Según los datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), solo durante el mes de agosto los establecimientos de la región registraron pernoctaciones, lo que supone un 78,1% más que en 2020.

Habitualmente, el turismo se reparte en Andalucía de manera equitativa, pero este verano tres de cada cuatro viajeros que han pasado sus vacaciones en la comunidad eran españoles.

“Nosotros ya previmos ese escenario y nos concentramos en atraer la atención del mercado nacional, porque sabíamos que ante la falta de llegadas internacionales iba a estar muy disputado por todos los destinos de nuestro país. Nunca antes registramos tantos visitantes y pernoctaciones nacionales como este verano”, comenta a elEconomista Andalucía el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Juan Marín.

Unas cifras que han dejado patente la importancia del mercado nacional para la industria turística andaluza. “A veces, se ha caído en la tentación de menospreciar al emisor de proximidad porque se asocia a un menor gasto en destino y una estancia más reducida, pues al igual que ocurrió en la crisis de 2008-2013, el turista español es el que está salvando a esta industria y ayudando a recuperar el empleo sectorial y la economía en general”, señala.

Con el verano concluido y los datos de agosto ya publicados, la consejería calcula que se han cumplido sus previsiones de alcanzar los 10 millones de viajeros recibidos durante los meses de julio, agosto y septiembre, lo que supone un crecimiento del 70% con respecto al 2020 y solo 12 puntos menos que el mejor registro histórico que se dio en 2019.

Las ocho provincias andaluzas han incrementado notablemente los datos del año pasado. Las previsiones que los empresarios realizaron a principio de verano se han visto mejoradas de media en 11 puntos. Según los datos facilitados por la Consejería, Cádiz ha registrado la ocupación provincial más elevada del país con una media del 78% durante el verano, Huelva y Málaga se han situado por encima del 72% y Jaén es una de las que más se va a acercar a sus valores precrisis.

Por otro lado, en Almería los alojamientos se han quedado al 66%; Córdoba ha subido su dato de ocupación en casi 20 puntos sobre la previsión original; y Granada y Sevilla han mejorado en 10 puntos esta estimación. Más del 90% de la oferta hotelera andaluza ha estado operativa esta temporada alta.

El empleo turístico también ha crecido notablemente este verano, aunque según los sindicatos no al mismo ritmo que las cifras registradas y con contratos que siguen marcados por la estacionalidad y la precariedad. “Los últimos datos indican que Andalucía está aportando el 40% de la bajada del desempleo anotada en nuestro país y en ese favorable descenso el sector servicios en general y el turístico en particular, están teniendo un papel muy destacado. Los pasados meses de julio y agosto, por ejemplo, se incrementó el empleo hotelero en un 50% con respecto al pasado verano”, señala el consejero de Turismo.

En este sentido y para garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo, la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) ha reclamado la prorrogación de los ERTE hasta la Semana Santa de 2022. Una postura que comparte la consejería de Turismo.

“Lo venimos reclamando de forma periódica en las Conferencias Sectoriales que mantenemos con el ministerio. Los ERTE están siendo un muro de contención contra la crisis y hay que ser muy cuidadosos y olvidarse de eliminar esta armadura en medio de la batalla. Los datos están siendo positivos, mejor incluso de lo previsto, pero el sector sigue siendo vulnerable ante una situación adversa sobrevenida y sin manual de instrucciones, y no es el momento de que el Estado se plantee dejar de protegerlo”, advierte el vicepresidente.

Con la llegada del otoño y la cifra de viajeros internacionales aún escasa, la estacionalidad marcada por la amplia oferta de sol y playa vuelve a preocupar al sector que afronta con incertidumbre la nueva temporada baja. A pesar de esto, las previsiones de la Junta siguen siendo optimistas y espera que la región reciba alrededor de cinco millones de viajeros entre octubre y diciembre.

Triplicar las cifras del año pasado y lograr un cambio de tendencia superando a la primavera es el reto de Andalucía para el último trimestre del año. Un desafío para el que serán claves los españoles que aún no han realizado sus vacaciones, así como Reino Unido, Alemania y EEUU, emisores clave para la región sobre todo en temporada baja.

“Hay ganas de viajar y hay ahorro en muchas familias, generado en tiempo de pandemia, por lo que solo queda ofrecer el mejor destino y el más seguro que no es ser otro que Andalucía”, subraya.

La estacionalidad sigue siendo el principal hándicap de la industria turística andaluza, sobre todo en algunos destinos como la Costa del Sol, o la Costa de la Luz con hoteles que registran muy buenos datos en verano, pero en temporada baja tienen que echar el cierre por la ausencia de clientes. Este mes de septiembre más del 90% de la planta hotelera de la región sigue abierta, en algunos puntos incluso el 100% de las plazas siguen operativas, sin embargo en los próximos meses comenzarán a cerrar algunos establecimientos.

“Ese no es un problema coyuntural, sino que se arrastra desde hace décadas, por lo que nos hemos propuesto gestionarlo de forma estructural, con una estrategia a largo plazo que hemos incluido en el recién aprobado nuevo Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía, el Plan META 2027”, avanza el vicepresidente.

En este sentido, la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, una de las zonas más afectadas por la estacionalidad, ha observado que los datos de ocupación previstos inicialmente para septiembre y octubre han experimentado una ligera mejoría. Si para septiembre el sector esperaba una ocupación media del 57,06%, ahora esta cifra se sitúa en el 64,02%. De hecho, la primera quincena del mes se ha cerrado con una ocupación del 69,62% y se espera que la segunda lo haga con el 58,43%.

Algo similar ocurre con los datos provisionales que se arrojaron para el mes de octubre. Si, inicialmente, los hoteleros estimaron que la ocupación rondaría el 42,38%, en la actualidad se estima que esta cifra pueda alcanzar el 51,81%.

El cuanto a la procedencia de los turistas que se alojan en la zona durante estos meses, la asociación ha recordado que el turismo internacional es vital en su impacto en la temporada media y baja y que no termina de arrancar, aunque presenta cifras importantes con brotes entre ellos procedentes de la actividad de congresos que también empieza a emerger tímidamente.

“Es fundamental que desde las administraciones públicas se trabaje hacia la promoción para que se recupere cuanto antes la demanda internacional y el incremento de conexiones y frecuencias aéreas con los mercados europeos, y para la captación de nuevas rutas de mercados de media y larga distancia para retomar los niveles de actividad de 2019, haciendo especial énfasis e hincapié en la temporada de otoño-invierno”, advierte el presidente de Aehcos, José Luque.

Una vez analizada la actividad hotelera registrada durante el verano, solo a falta de conocer los datos oficiales del mes de septiembre, la Junta ha lanzado sus previsiones para lo que queda de año y espera cerrar el 2022 alcanzando la cifra récord de 20 millones de viajeros.

“Con el buen ritmo marcado en el verano, alcanzando el objetivo propuesto para otoño y manteniendo la tendencia alcista, estimamos que podremos cerrar 2021 con 20 millones de turistas recibidos, que es un 50% más sobre el registro de 2020. Con esto ya habremos recuperado dos tercios del turismo perdido en la crisis, situándonos en una senda de crecimiento que nos permitirá retornar por completo a los valores previos a la pandemia a principios o, a más tardar, mediados de 2022”, prevé Marín.

Un verano histórico en el que los españoles han querido pasar sus vacaciones en Andalucía logrando salvar una de las principales industrias de la región y el sector más azotado por la pandemia.