Noviembre de protestas laborales y desacuerdos en Andalucía
Termina noviembre y Andalucía sigue sin aprobar su presupuesto para el 2022, a pesar de los intentos y los escándalos que han generado las cuentas en las últimas semanas. Un mes intenso en el panorama político, económico y empresarial andaluz que ha dejado imágenes, acuerdos y desacuerdos que sin duda pasarán a la historia.
Una de las imágenes históricas la han protagonizado los trabajadores de la industria del metal en Cádiz, una huelga indefinida durante nueve días para reclamar la actualización del convenio colectivo, caducado desde hace un año y una subida salarial conforme al IPC. Intensas movilizaciones, no exentas de polémica, captaron la atención a nivel nacional y lograron finalmente un acuerdo que convencía los sindicatos. La provincia con más paro de España alzó la voz para defender una de sus principales industria y motor de empleo.
Protestas también en el sector financiero, las calles de Málaga fueron escenario de las movilizaciones de la plantilla de Unicaja Banco contra el cierre de oficinas y el ERE que afecta a más de 1.000 trabajadores. Manifestaciones, protestas y reuniones que acabaron en bloqueo dando lugar a la primera huelga de la entidad.
Y en cuanto a los presupuestos andaluces, lo que en principio apuntaba a un acuerdo histórico en el que el PSOE facilitase la aprobación de las cuentas con su apoyo, terminó siendo otro acuerdo completamente opuesto. La filtración de los audios del vicepresidente, Juan Marín, sobre este asunto provocaron que las posturas más opuestas del parlamento tuvieran algo en común por primera vez en la legislatura.
El proyecto de Ley de Presupuestos andaluces para 2022, dotado con 43.816,3 millones de euros no superó el debate de totalidad ante el Pleno del Parlamento, tras haberse aprobado las respectivas enmiendas a la totalidad presentadas por los tres grupos de la oposición, PSOE-A, Unidas Podemos y Vox, que se votaron conjuntamente.
El acuerdo fue puntal y los desacuerdos habituales entre las formaciones volvieron el 25N, Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, donde Vox se negó a firmar el manifiesto reivindicativo rubricado por el resto de partidos, vetando así una declaración institucional de la Cámara que requería la unanimidad de todas las formaciones.
La formación logró una vez más romper con su rechazo y negación la unánime lucha contra una lacra que en lo que va de año se ha cobrado la vida de 37 mujeres y cinco niños en España, siete de las víctimas eran andaluzas.