La pandemia dispara un 40% la demanda de viviendas turísticas

El sector genera cada año alrededor de 1.700 millones de euros y da empleo a unas 27.000 personas. La región se consolida como referente en esta modalidad de alojamiento acaparando el 45% de la demanda nacional.

El 2021 está siendo un año de recuperación de cifras turísticas y aunque la región todavía no ha alcanzado los datos de 2019, la actividad ya se acerca a la normalidad. No obstante, la pandemia ha generado notables cambios de tendencia a la hora de viajar, los turistas huyen de aglomeraciones, buscan privacidad y sentirse como un lugareño más, preferencias que han incrementado un 40% la demanda de viviendas turísticas en la región.

“La pandemia ha acelerado muchísimas de las tendencias que estaban previstas para los próximos años. Hemos visto que los turistas preferían alojarse en este tipo de alojamientos tanto en ciudades como en zonas rurales o destinos vacacionales, la gente iba buscando seguridad, tranquilidad y privacidad”, comenta a elEconomista Andalucía Carlos Pérez-Lanzac, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA).

Andalucía cuenta actualmente con unas 77.000 viviendas registradas como alojamientos turísticos, pero la ausencia de viajeros en los meses más complejos de la alerta sanitaria provocó que el 30% de los propietarios se decantara por el alquiler convencional en régimen de media y larga temporada. En ciudades como Málaga y Sevilla se ha perdido el 40% de la oferta en esta modalidad de alojamientos.

“Los propietarios se refugiaron en el alquiler para hacer frente a los gastos ante la falta de turistas, habrá un volumen importante que ya no vuelva a este sector. Al final está quedando el producto más profesionalizado y competitivo para el viajero”, apunta el presidente.

Empleo en Andalucía

Este sector en auge genera un impacto económico en Andalucía que ronda los 1.200 millones de euros al año, además crea un puesto de trabajo por cada dos viviendas, lo que supone que actualmente da empleo a unas 27.000 personas. “Es un turista que genera un impacto en la economía local mucho mayor que el de otro tipo de alojamiento, seis de cada diez euros que gasta se quedan en el destino, en taxi, alquiler de coche, comercio de proximidad, tiendas de recuerdos, restauración...”, destaca Pérez-Lanzac.

Con estos datos, la región se ha convertido en un referente nacional en esta modalidad, absorbiendo el 45% de la demanda nacional de viviendas turísticas. “El 30% de los viajeros no vendría a Andalucía si no existiese esta tipología de alojamientos”, asegura el portavoz del sector.

Casi el 80% de las viviendas turísticas de Andalucía están ya gestionadas por empresas especializadas, que trabajan principalmente en zonas donde predominan las segundas residencias y los propietarios no pueden encargarse de la gestión del alojamiento. Cada vez son más las empresas internacionales que se fijan en la comunidad para desarrollar su modelo de negocio por la alta demanda de clientes que quieren disfrutar de vacaciones andaluzas.

Una de ellas es Belvilla, compañía especializada en alquiler de casas vacacionales en Europa que ha encontrado en Andalucía uno de sus principales destinos. La empresa cuenta con 230 viviendas en la región, 90 de ellas ubicadas en la Costa del Sol, y ofrece a sus clientes todo tipo de alojamientos, desde grandes villas, fincas rurales o casas en la playa hasta apartamentos urbanos.

“Estamos muy contentos, Andalucía es un mercado muy importante para nosotros, somos muy positivos con esta región y con el futuro porque la demanda crece mucho. Los holandeses han aumentado un 25% este año, los españoles 20% y los belgas un 13%. Creemos que el destino va a ser aún más importante en el futuro”, explica a elEconomista Andalucía Elise Renaud, directora de Desarrollo de Negocio en Belvilla para España y Portugal.

La European Travel Comission marca con sus previsiones que la normalidad quedará instaurada en lo que al turismo se refiere entre finales del 2023 y principios del 2024, por lo que el próximo 2022 volverá a ser un año de recuperación de mercado y de precios también en la vivienda turística.

La profesionalización y la excelencia son las principales metas hacia las que avanza el sector. “El nivel de calidad ha crecido mucho, los clientes son cada vez más exigentes, quieren recomendaciones locales, no sentirse como un turista, vivir experiencias auténticas, integrarse y ser uno má, por eso nivel de exigencia es muy alto”, explica el presidente de AVVA. Un segmento que gana terreno en un sector competitivo donde la calidad del alojamiento marcará la imagen del destino.