La incertidumbre de Tívoli World deja en el aire más de 100 empleos

El parque de atracciones, uno de los más antiguos de Andalucía, entró en concurso de acreedores el pasado verano y su propietario, Rafael Gómez, mantiene un litigio con la multinacional Tremon para poder abrirlo este verano. Los trabajadores se movilizan para exigir respuestas

El parque de atracciones Tívoli World de Benalmádena (Málaga), uno de los más antiguos de Andalucía, se enfrenta al momento más complejo de sus casi 50 años de historia. El emblemático lugar, que ha hecho disfrutar a varias generaciones de malagueños y turistas, entró en concurso de acreedores el pasado verano y se enfrenta al cierre dejando en el aire el futuro de los casi 150 trabajadores que formaban su plantilla.

El 20 de mayo de 1972 la familia danesa Olsen inauguraba el primer parque de atracciones de la Costa del Sol queriendo replicar el exitoso Tívoli World de Copenhague. Una revolución para el ocio en la provincia que en un principio estaba pensado principalmente para los turistas, pero que rápidamente se llenó también de malagueños y demás españoles que veraneaban en la costa. Casi 40 millones de personas lo han visitado en estos años.

Atracciones con aires vintage, prácticamente intactas desde que el parque abrió sus puertas, tómbolas, restaurantes y un auditorio para espectáculos por el que han pasado en estas cinco décadas artistas de la talla de Lola Flores, Julio Iglesias, Rocío jurado o Isabel Pantoja. También internacionales como James Brown o el mismísimo Anthony Perkins, el protagonista de Psicosis, que en la década de los 90 inauguró el mítico pasaje del terror de Tívoli.

En 2004 el empresario cordobés Rafael Gómez adquirió el parque y a pesar de sus constantes apuestas por renovar las instalaciones, el recinto comenzó a acumular deudas millonarias.

El Grupo Tremon adquirió más tarde Tívoli y se abrió un proceso que mantiene en litigio judicial a esta entidad con el anterior propietario. El revuelo social creado ante la posibilidad de que el parque no abra sus puertas este verano ha provocado que el propio Gómez ofreciera a mediados de mes una rueda de prensa para pedir ayuda.

El empresario lanzaba un SOS para que se le devuelva temporalmente la posesión del parque y poder abrirlo “de forma inminente”, mientras se resuelve el litigio con el grupo que continúa pendiente de hacerse cargo de las instalaciones. “Las puertas de Tívoli deben permanecer abiertas porque el parque representa el corazón y el alma del turismo familiar de la Costa del Sol”, comentaba.

Gómez aseguraba ante los medios de comunicación que Tremon “jamás pago” la compra de Tívoli, por lo que confía en que el Tribunal Supremo le devuelva la posesión mientras que se resuelven todas las demandas en las que solicita que se declare nulo el contrato de compraventa.

Entretanto, el empresario ha presentado un recurso ante la decisión manifestada por el administrador concursal de Tívoli de darle la posesión de mismo a Tremon porque, en su opinión, “solo va a conducir a su cierre definitivo por el mero interés de especulación urbanística que la promotora persigue”.

Sindicatos, partidos políticos y colectivos sociales y vecinales se han sumado en las últimas semanas a las manifestaciones convocadas por los trabajadores para exigir una solución definitiva que permita la apertura del parque y por lo tanto el mantenimiento de los 150 puestos de trabajo directos y los más de 100 que genera cada temporada de manera indirecta.

A pesar de la deuda de más de 11 millones de euros que el parque acumula con entidades públicas y privadas, tanto su expropietario como los sindicatos consideran que es viable por el elevado número de visitas que recibe y confían en que las atracciones vuelvan a llenarse de ilusión este verano.