Juan zapata, presidente de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (FAHAT): “Aún nos quedan unos cinco años para recuperar las cifras turísticas previas a la pandemia”

Juan Zapata asumió la presidencia de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Fahat) de forma oficial en octubre del año pasado tras la dimisión en agosto de su antecesor, Luis Callejón. El gerente del Puerto Antilla Grand Hotel asumía así el reto de apoyar a los empresarios en la recuperación del sector

El turismo ha sido y sigue siendo uno de los sectores más afectados por la pandemia ¿Cómo están sobreviviendo los hoteles andaluces?

Con graves dificultades y con mucha resignación. Llevamos prácticamente un año y medio sin poder ejercer nuestra actividad con normalidad, en el año 2020 tuvimos una pérdida de facturación de entre el 70 y el 75% y el primer semestre de este año también está prácticamente perdido. La situación es dramática. Ahora con el levantamiento de las restricciones y el aumento del índice de vacunación pues vamos viendo una pequeña luz al final del túnel, pero la situación sigue siendo muy dura.

Llegó usted a la presidencia de FAHAT en plena pandemia y con el reto de remontar cifras. ¿Cómo han sido estos meses?

Han sido unos meses duros y muy complicados, con mucha actividad, sobre todo de interlocución con las administraciones tanto locales como autonómicas. Hemos estado trabajando mucho en el tema legislativo, en este mes se ha aprobado el nuevo Decreto de Hoteles de Andalucía, se ha estado negociando, peleando y justificando que hubiera ayudas directas para el sector. Finalmente lo hemos conseguido, aunque no era todo lo que reclamábamos, pero al menos hemos dado un primer paso, con esas ayudas anunciadas recientemente por la consejería de Turismo. Con las administraciones locales hemos trabajado para negociar gastos estructurales como los IBI, IAE o las Tasas de Basura, que nos han seguido cobrando a pesar de tener los negocios cerrados.

Y ahora que el sector comienza a ver la luz, ¿Qué retos se marca como presidente?

Pues que esa luz llegue, que no demos pasos atrás y no volvamos a tener la necesidad de limitar la movilidad. Nos preocupan mucho esos comportamientos que estamos viendo y desde aquí pedimos a la sociedad que sea responsable, porque cualquier paso atrás puede ser la debacle de nuestro sector, no podemos perder más tiempo. Mis retos son seguir trabajando en temas legislativos, tenemos por delante reordenar toda la legislación de apartamentos turísticos, seguir intentando pelear por ayudas directas y en definitiva luchar por todas las necesidades de nuestro sector que no son pocas. Salimos de una situación totalmente adversa y dramática y no hemos hecho más que ver una pequeña luz al final del túnel, nos queda mucho camino por recorrer y desgraciadamente en este viaje ya son muchos los que se han quedado por el camino y serán algunos más. En la medida de nuestras posibilidades vamos a intentar evitar cierres y ayudar a nuestros compañeros a salir de esta situación.

¿Cree que esas imágenes de aglomeraciones podrían llegar a afectar la imagen de Andalucía como destino turístico?

No se han dado solo en Andalucía, ha sido generalizado en toda España. En Andalucía se ha tomado una medida inteligente que es la de permitir la apertura de los establecimientos de ocio nocturno que es donde tiene que estar la gente y no en la calle. Esperamos que poco a poco se recupera la actividad y los eventos culturales, porque tendrán todas las medidas y protocolos, con lo cual serán los lugares más seguros para estar, no en la calle haciendo una botellona. Efectivamente, es un problema grave, primero de presión sobre la propia administración que puede suponer que decreten de nuevo cierres y limitaciones de movilidad lo cual destrozaría nuestro sector y luego muy mala imagen de cara al exterior. Estamos en una tesitura en la que los países europeos, nuestros principales emisores de clientes extranjeros, están determinando que política seguir, a que países ponen limitaciones o cuarentenas y esto no es un buen cartel.

¿Cómo está siendo la actividad de los hoteles andaluces durante estas primeras semanas sin Estado de Alarma?

La mayoría de los hoteles nos estamos preparando para abrir al público en las próximas semanas. Las limitaciones de la movilidad imposibilitaban que la mayoría de establecimientos estuvieran abiertos por falta de clientes. Ahora, con el fin del Estado de Alarma estamos viendo un poco de luz y preparando las aperturas, que no se hacen de un día para otro. Ya estamos notando un cierto aumento de cara a la temporada estival y más movimiento que estos meses atrás. Calculamos que a principios de junio ya estarán abiertas el 90% de las plazas hoteleras, sobre todo en el segmento vacacional de sol y playa. Permanecerá cerrado un pequeño porcentaje de hoteles de ciudad o aquellos que tengan una alta dependencia del turismo extranjero, que les va a costar más arrancar y no estarán abiertos hasta septiembre.

Hablaba de los establecimientos que se han quedado por el camino ¿Cuántas empresas del sector se han perdido con la crisis?

No tenemos una cifra exacta, porque con la moratoria de los concursos de acreedores no todo aquel que ha querido presentarlo ha podido. Además, tenemos medidas como los ICO y los ERTE que están creando empresas zombis, es decir, están mantenidas, pero en el momento que esas ayudas se retiren no creemos que puedan subsistir. En muchos casos se está pasando de un problema de liquidez a uno de solvencia, lo que generen los hoteles lo tendrán que utilizar para cubrir deudas y obligaciones, con lo cual la rentabilidad va a quedar destrozada. Como en el conjunto de la economía, alrededor del 10% de las empresas pueden estar abocadas al concurso de acreedores.

¿Cómo valora FAHAT la postura tanto de la Junta de Andalucía como del Gobierno central en la gestión de la pandemia y las ayudas al sector?

Por parte del Gobierno central muy deficiente, no hemos recibido ningún tipo de ayuda más allá de los ERTE que fueron una medida general para todos los sectores. Además, pensamos que fue una buena medida a corto plazo, pero alargada tanto en el tiempo no va a servir y mucho menos para nuestra industria, donde tenemos una amplia cantidad de empleados fijos discontinuos que han sido dejados atrás de mala manera. Las cacareadas ayudas de los 7.000 millones de euros que se iban a repartir al sector turístico, pues de momento nos consta que no se ha firmado el convenio con la Junta de Andalucía ni con ninguna otra comunidad y de eso tampoco se ha visto ni un duro. También hemos insistido para reactivar la actividad en el Inserso y tras muchas conversaciones tampoco se ha dado ni un paso. Y por parte de la Junta de Andalucía, si ha habido una importante sintonía, todo tipo de conversaciones y de argumentación, evidentemente no todas han llegado a buen puerto, pero hemos sido capaces de sacar adelante por ejemplo ese decreto de Regulación de Hoteles que llevábamos casi 12 años con él. Además, ahora recientemente ha salido una línea de ayudas que no son suficientes, pero son las únicas que hemos tenido. Seguimos trabajando con buena actitud por parte tanto de la consejería de Turismo como de la de presidencia.

¿Os habéis sentido abandonados los empresarios?

Estamos muy disgustados con las administraciones a nivel local y ahí la Junta de Andalucía poco ha colaborado, salvo muy honrosas excepciones no se nos ha hecho caso. La mayor carga impositiva de los hoteles son los IBI, desde el inicio de la pandemia hemos solicitado que se hiciera algún tipo de bonificación o aplazamiento y esas peticiones no se han atendido. Nos parecía un disparate que nos siguieran cobrando el impuesto de Actividades económicas sin poder ejercerla, tasas municipales como el Impuesto de Basura se nos ha seguido cobrando incluso con las puertas cerradas. Esa es la situación: el Gobierno central nada, la Junta de Andalucía un poco y las administraciones locales nada. Con lo cual nos ha tocado pasar esta pandemia muy solos y muy a pulmón, las empresas que están aguantando están al borde del colapso y con respiración asistida con los ICO y los ERTE. Cuando quiten la respiración asistida será una tragedia. Es una pena que de un tejido empresarial muy diversificado, nacional, en manos de empresas locales y arraigadas al territorio vamos a pasar a ser un sector en manos de fondos de inversión, a los que dará igual dejar a gente en la calle porque los centros de decisión están a kilómetros de aquí y su principal criterio es la rentabilidad. El sector ha estado muy abandonado.

Grandes proyectos hoteleros como IKOS Andalusia que tenían previsto abrir en 2020 han tenido que retrasar su inauguración hasta este año. ¿Afectará esto a las inversiones futuras? ¿Considera que habría que apostar más por las empresas nacionales?

Evidentemente, que las instituciones tendrán que apostar por las empresas locales con apego y arraigo al territorio, creando empleo en la zona y pagando sus impuestos en España. Eso no quita que el mercado es libre y competitivo y cualquier fondo de inversión puede llegar comprar, vender, adquirir y explotar, de eso somos totalmente partidarios, otra cosa es que se apoye, se ayude y se bonifique a grandes empresas multinacionales por encima de las empresas locales.

El año pasado destinos como Cádiz o Huelva, más frecuentados por el turismo nacional lograron soportar mejor la pandemia, ¿Cree que esto debe hacer reflexionar sobre un cambio de tendencia?

No creo que estemos ante un cambio de tendencia, cada destino tiene su sitio y especificaciones. Málaga tiene una mayor exposición al turismo internacional para lo bueno y para lo malo desde hace muchos años, porque tiene un aeropuerto con muy buena conexión internacional y porque ha trabajado esos mercados emisores con un importante prestigio. En otros destinos como Cádiz y Huelva ya nos hubiera gustado tener esa exposición internacional, pero no tenemos aeropuertos con conectividad óptima, y en estos momentos de pandemia pues han podidos subsistir con el mercado nacional que estaba muy trabajado. Cada uno debe equilibrar el mix de clientes entre nacional e internacional, pero no creo que sea cuestión de un cambio de modelo. Tenemos que tender a un turismo de calidad con un valor añadido más que de masas.

La competencia con destinos similares a Andalucía como Canarias u otros internacionales como Grecia o Túnez será más dura este año ¿Cuáles serán las fortalezas de Andalucía para atraer más viajeros?

Andalucía ha dado un paso importante que es tener un seguro para cualquier extranjero que venga a establecimientos reglados y tenga algún problema con el Covid-19, cubre gastos de hospitalización, repatriación o cuarentenas. Eso es una ventaja competitiva importante que por ahora no tiene nadie en España. A esto se suman las ventajas que hemos tenido siempre, una planta hotelera moderna, criterios de calidad muy altos o el sello de Andalucía segura que certifica todos los protocolos establecidos para hacer frente a la pandemia.

Para terminar, ¿Qué previsiones se manejan para este año, será finalmente 2021 el año de recuperación del sector?

No ni mucho menos, será un año mejor que el 2020, de inicio de recuperación. Calculamos que podremos cerrar el año 2021 con una pérdida de alrededor del 45% o 50% con respecto al 2019, pero desgraciadamente para volver a los niveles que teníamos en 2018 y 2019 nos quedan unos cuatro o cinco años. Estamos hablando de salvar el verano con la demanda nacional y con la poca internacional que nos pueda llegar de manera individual, porque los turoperadores continúan parados.