Ana Alonso, presidenta de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME): “Las empresas estamos agotadas, necesitamos estabilidad política para alcanzar la recuperación”

La Federación Andaluza de Mujeres Empresarias lleva 21 años trabajando para poner en valor el tejido empresarial fememino y ahora tras un año de pandemia lucha para frenar el cierre de empresas y alcanzar la recuperación económica, para lo que su presidenta, Ana Alonso, asegura que será clave la estabilidad política en el país.

Marzo es el mes de la igualdad, ¿cuál es la situación en el sector empresarial andaluz, sigue habiendo desigualdades entre empresarios y empresarias?

Las crisis, y esta es una tremenda crisis sanitaria y económica, lo que vienen a evidenciar es que cuando existen desequilibrios y disparidad, pues se agravan aún más. Se arrastra una cierta disparidad en el tejido empresarial masculino y femenino y la pandemia ha golpeado con más fuerzas a los sectores en los que las empresas de mujeres están más representadas. La crisis ha golpeado duramente al sector turístico, a la hostelería, al comercio y al ocio y las empresas de mujeres están representadas en su mayoría en esos sectores, por tanto, podríamos decir que el tejido empresarial femenino andaluz está sufriendo con especial virulencia la crisis. Además, tenemos otra gran dificultad que es el tamaño de las empresas, las pequeñas y medianas son las que acaparan la mayoría del empresariado femenino y tienen menor capacidad para maniobrar. Si a todo esto le añadimos que las mujeres representan casi el 33% del empresariado autónomo, que también está sufriendo las duras consecuencias, pues nos encontramos con un escenario para prestarle mucha atención a las empresas de titularidad femenina.

¿Cómo ha evolucionado el sector empresarial femenino en los últimos años?

Ha tenido una magnifica evolución no solo por la consolidación de las empresarias que ya existían, sino porque existe un grandísimo potencial de emprendimiento en el tejido empresarial femenino. El tejido empresarial femenino ha crecido en número, en tamaño y en consolidación. Había unas expectativas de crecimiento y las sigue habiendo, las mujeres no han perdido el músculo emprendedor. Hay motivos de esperanza, cuando llegue la recuperación económica que se prevé no ya para este trimestre como se vaticinaban sino para el último o para el inicio del 2022, ese músculo servirá para sustituir a todas aquellas que lamentablemente se han perdido en el camino.

¿Cuáles han sido los principales logros de FAME en sus 21 años de trayectoria?

El principal logro precisamente ha sido ese, el de permanecer 20 años representando al tejido empresarial femenino andaluz. Además de crear presencia territorial y ofrecer acompañamiento para defender los legítimos derechos de las empresarias. También hemos logrado dar visibilidad al tejido empresarial femenino y una puesta en valor de la contribución que hacen las empresarias al desarrollo económico y social.

¿Y cuáles son los principales retos que aún quedan por alcanzar?

Los principales retos ya los teníamos, pero ahora nos los pone la crisis, hablo retos de crecimiento, de consolidación, de aumentar el PIB, reducir el desempleo... todo eso lo tienen por delante las empresas andaluzas en su conjunto. Yo tengo esperanza en la recuperación, a pesar de las duras dificultades que ha supuesto esta pandemia y lo que todavía nos queda. Recuperar el turismo, la hostelería, nuestro músculo, eso nos pone en una situación de mucho más esfuerzo para las empresas. Las ayudas directas a empresas llegan tarde, pero llegan a tiempo para que aquellas que tenían pensamiento de cerrar o no podían seguir con la asfixia económica y financiera pues puedan continuar con su actividad, para que no se cierren más empresas y no se destruya más empleo. Yo entiendo que esto nos va a poner en la situación de seguir y de dar lo mejor de nosotras mismas, porque la recuperación es posible, está cerca y ojalá que fuera rápida. Nuestros retos pasan por dar mucha más dedicación a las empresas pequeñas y medianas y aquellas que tienen mayor volatilidad como las del sector servicio. Esos son los retos que tenemos por delante seguir a pesar del desgaste económico y emocional. Además, recuperar las empresas que se han perdido y evitar que se sigan cerrando empresas.

Las ayudas directas llegan tarde, ¿se han sentido las empresarias abandonadas por las administraciones?

No exactamente abandonadas, ya sabemos que la Administración es lenta y reacciona tarde. Probablemente se deberían rodear de personas expertas, que hayan vivido la empresa más allá de estudios y méritos políticos, porque la empresa es una realidad dura. Convivir con nóminas y presiones fiscales y financieras es muy difícil. La Administración en algunas cuestiones ha acertado y en otras no tanto, aunque es verdad que hay una cuestión que vivimos las empresarias en primera línea sobre todo durante el confinamiento, que es la conciliación.

La pandemia también ha dejado en evidencia las carencias de ayudas para la conciliación. ¿Cómo ven desde FAME la situación en este sentido?

Cuando tuvimos que confinarnos durante tanto tiempo, las pequeñas y medianas empresarias y las autónomas vimos como esa mentalidad que todavía existe en nuestra sociedad de que la economía del cuidado es nuestra y hablo de economía del cuidado porque así deberían de entenderla los gobiernos. Fue una sobrecarga tremenda, un reajuste de no poder comprar cuidados, de no poder mandar a los niños al colegio. Nos vimos confinadas, teletrabajando y con unas cargas familiares y de cuidado muy importantes que desde luego no se atendieron como se debería haber hecho. Eso fue un aviso para reflexionar sobre estos asuntos.

¿Sigue siendo una asignatura pendiente también en Andalucía?

Sucede como en otros países, se habla mucho, de manera indiscriminada. La conciliación, que no es un problema de mujeres sino de la sociedad, surge cuando hay una incorporación de la mujer al mundo del conocimiento, al mercado laboral y al mundo empresarial ahí se evidencia que como hasta ahora nosotras habíamos sido las cuidadoras, poco valoradas socialmente y nada remuneradas económicamente pues la sociedad se encuentra con un problema. En lugar de atajar un problema social, político y económico como es la conciliación, pues lo que se hace es de decir que ellas concilien y tengan tres tareas: formarse, competir en el mercado y cuidar a las criaturas. Yo creo que hay que reformular, debería haber responsabilidades individuales de hombres y mujeres, responsabilidades políticas a la hora de dotar de infraestructuras y estudiar la manera de abordar el problema y responsabilidades de las empresas.

Es un problema social, pero lo siguen sufriendo más las mujeres que los hombres y por ende las empresarias más que los empresarios.

Está claro que sí, pero yo tengo el foco puesto en las soluciones y pasan por hacer ver a aquellas personas que tienen que tomar decisiones, cual es la dimensión del problema, que no es exclusivo de las empresas y tiene una dimensión económica. Cuando hablamos de cuestiones económicas y no de palabras pues nos cuesta tomar decisiones, porque lo que hacen falta son planes que recojan inversiones reales en conciliación y dejar las palabras a un lado.

¿Cómo ha sido el trabajo de FAME en este año de pandemia?

Está siendo agotador para las empresas, para las organizaciones empresariales y para la población en general. Emocionalmente es muy difícil enfrentarnos al cierre de empresas de veinte o treinta años de trayectoria que lo han perdido todo. Cerrar una empresa no es cambiar de coche o de casa, supone unos compromisos de personal, con las entidades financieras y con los impuestos. Cuando una empresa cierra es porque no puede más, hay una carga emocional que también hemos tenido que gestionar. Hemos estado dotando de información a velocidad de vértigo, lo que por la mañana era una noticia por la tarde ya no lo era, hemos acercado los recursos que se iban ofreciendo y gestionando también el miedo de las personas que hay detrás de las empresas.

Hablando ahora de política, ¿cómo valora FAME todo lo que está sucediendo con el PP y Cs?

No es asumible la situación. Este país como el resto del mundo está sufriendo mucho y nos queda mucho para recuperarnos. En las familias y en las empresas el único foco y la única preocupación que hay ahora mismo es recuperarnos de la pandemia. Primero recuperarnos de lo que supone tener un virus aún activo del que no estamos inmunizados, la salud, la economía el desempleo, ese es el foco y quien no quiera verlo así es que está fuera de la realidad. Creo que lo que está ocurriendo y me refiero a todos los partidos, no es de recibo. Que no estén todos los esfuerzos en recuperarnos de esta pandemia, en recuperar empresas y empleo. No puedo aprobar que en estos momentos el debate sea ese enfrentamiento, ese ruido, nos sentimos desprotegidos.

¿Cree que se puede dar un escenario similar al de Madrid en Andalucía? ¿Qué supondría un adelanto electoral

Parece que en principio no va a afectar a Andalucía, parece que hay una calma. No es deseable la inestabilidad para la recuperación económica. Necesitamos confianza y seguridad, que la política funcione, que se ocupe de la ciudadanía y no de otra cosa. De momento en Andalucía no hay motivos de alarma, esperemos que no, porque la inestabilidad política no lleva a la estabilidad económica. Necesitamos estabilidad política para seguir avanzando, para seguir peleando, para reinvertir, para recuperar. A las empresas los escenarios de turbulencias nos sobrepasan y más en una situación como la que estamos que es extrema. Las empresas y los ciudadanos estamos agotados y necesitamos estabilidad y estímulo.

¿La política no está a la altura de las circunstancias?

Hemos sido un país ejemplar, los sanitarios, el ejército, al policía, la ciudadanía. Nos dijeron lo que teníamos que hacer y lo hicimos, las empresas estamos en una situación muy delicada, algunas de ellas extrema, y no nos merecemos este circo.

Para terminar, ¿qué previsiones maneja FAME para este 2021?, ¿será el año del inicio de la recuperación económica?

Sin vacunas y sin inmunidad no va a haber recuperación económica, por tanto es ahí donde tienen que estar puestos los esfuerzos. Yo tengo la esperanza de que alcanzaremos ese 70% de inmunidad pronto, acabado este año la población podría estar vacunada y eso es una tranquilidad tremenda para la recuperación económica. Ponemos el foco en esa recuperación no ya para el primer trimestre como algunos expertos como la Comisión Europea y el Banco de España vaticinaban, incluso en el segundo semestre será lenta o moderada, pero tengo la confianza de que en el 2022 si se hacen bien las cuestiones políticas, las tareas económicas y financieras y si las medidas vienen a oxigenar se tramitan rápido, pues podrá haber una recuperación rápida. Prestando ayuda y atención a las empresas que son la solución al problema económico. No va a haber otra solución tras la vacuna que no sea la creación de riquezas y empleo por parte de las empresas, hay que mimarlas para que lleguemos todos a buen puerto. Desde FAME ponemos el foco en la vacunación, en la inmunidad y en la recuperación económica con esas ayudas y esa flexibilidad que tiene que haber también por parte de la entidades financieras en la reestructuración de deudas y en la morosidad que se está produciendo. Yo creo que podemos tener una recuperación más que aceptable en 2022.