Migasa factura más de 1.000 millones y espera crecer un 10% este año

El grupo agroalimentario, líder nacional en exportación de aceite de oliva, aplaude la suspensión de los aranceles de EEUU y prevé seguir subiendo en ese mercado

El sector agroalimentario es el que mejor ha logrado sortear la crisis derivada de la pandemia. A pesar de que la caída de la hostelería bajó la demanda de algunos productos, el aumento del consumo en los hogares ha logrado equilibrar esas pérdidas y la mayoría de las empresas han obtenido resultados positivos en uno de los años más complejos que se recuerdan.

Migasa, la principal empresa andaluza del sector por volumen de negocio, ha experimentado una leve caída del 10%, provocada principalmente por la bajada de los precios de las materias primas, aunque ha crecido en volumen de negocio y ha logrado cerrar el ejercicio con una facturación que supera los 1.000 millones de euros.

“En el sector de la alimentación tenemos la gran suerte de que cuando hay crisis económicas no somos de los que nos vemos más afectados, igual que cuando hay un boom tampoco nos vemos beneficiados, la industria de la alimentación y sobre todo en bienes de consumo básicos como los que nosotros comercializamos, tiene un consumo muy estable. Aunque has sido unos meses muy duros desde el punto de vista humano”, indica a elEconomista Andalucía Antonio J. Gallego, director general adjunto de MIGASA.

Este grupo agroalimentario sevillano, líder mundial en el sector aceitero, fue fundado por Miguel Gallego Núñez recogiendo la tradición familiar de comercio de aceites que se remonta a principios del siglo pasado.

Actualmente, la empresa tiene presencia en más de 120 países de los cinco continentes. Con más de 60 años de experiencia exportando en los mercados internacionales, Migasa centra su actividad en el sector agroalimentario, mediante la elaboración y comercialización de aceite de oliva, aceite de girasol, aceite de orujo de oliva, mayonesas, salsas, tomates, conservas vegetales, gazpacho, salmorejo, y todos los tipos de aceites vegetales y ácidos grasos derivados del aceite.

Entre las marcas de su entorno se encuentran insignias tan conocidas en el mercado nacional como Ybarra, La Masía, Musa, Mueloliva, Sandúa, Rafael Salgado, ArteOliva, Monterreal, ArteSur y Coimbra, entre otras.

La mitad de la facturación de la empresa se genera en el mercado exterior y en el caso del aceite de oliva, la compañía exporta el 60% de su producción, consolidando su liderazgo en el mercado internacional.

“Las exportaciones también se han portado muy bien durante el 2020, hemos sido el principal exportador de aceite de España, para eso ayudó mucho que en el aceite de oliva fue un buen año. Lo que ocurrió aquí, ocurrió en todo el mundo, la gente se quedó en casa y consumió más”, comenta.

En cuanto al empleo, el grupo agroalimentario cuenta con cerca de 1.200 trabajadores y contribuye a la creación de cientos de puestos de trabajo indirectos. La compañía cuenta además con más de 80.000 agricultores que entregan a diario su producción para que sea procesada y comercializada por todo el mundo. “Lo primero que tenemos que conseguir es darle el buen precio que merecen y ser capaces de comercializar su producción”, subraya el director.

Seguir creciendo en el mercado internacional con el aceite como piedra angular es el principal reto de la compañía, que también pretende reforzar su apuesta por otros nuevos productos con valor añadido como los gazpachos o las salsas.

Precisamente en este sentido, la compañía acaba de lanzar al mercado bajo su marca Artesur una nueva línea de gazpachos y salmorejos con el sello de Realfooding, movimiento creado por el nutricionista onubense, Carlos Ríos para promover la alimentación saludable. En las primeras semanas a la venta estos nuevos productos se colaron entre los seis artículos más vendidos de supermercados Alcampo.