CR Cazorla, el negocio hostelero que crece en plena pandemia

La empresa malagueña cuenta con cinco cafeterías de marca propia y cuatro panaderías bajo la franquicia El Mimbre. El objetivo es seguir creciendo en la provincia

La crisis socioeconómica derivada de la pandemia ha azotado con especial virulencia a la hostelería. El confinamiento, los cierres de la actividad no esencial y las restricciones horarias han provocado una caída de la facturación durante el 2020 que el sector ha cifrado en más de un 60%. Muchas empresas no han podido soportar las pérdidas acumuladas y se han visto abocadas al cierre definitivo, se calcula que alrededor de 10.000 en toda Andalucía.

Sin embargo, a pesar de la complicada situación, algunas empresas del sector han logrado crecer e incluso poner en marcha nuevos establecimientos. Este es el caso de CR Cazorla, un negocio de hostelería malagueño que abrió su último gastrobar en el popular barrio de Las Delicias con el Estado de Alarma todavía vigente.

“Ha sido todo un reto abrir un negocio de hostelería en plena pandemia, fue delicado, nos ha costado muchas noches sin dormir. Hemos reabierto un bar que llevaba más de 40 años en Málaga, la operación estaba en nuestros planes para los próximos ocho años, pero se adelantó por problemas de salud de su antiguo dueño. Ha sido una apertura muy arriesgada, pero está teniendo mucho éxito”, explica a elEconomista Andalucía José Cazorla, propietario del negocio.

En crisis económicas tiene experiencia este emprendedor que puso en marcha su primera empresa en 2013. Comenzó con un negocio básico, una panadería que abrió bajo la franquicia malagueña El Mimbre. Tres años después dio el salto a la hostelería creando CR Cazorla, su propia marca.

“Yo vengo del sector de la distribución he sido gerente de supermercados, en la anterior crisis me quedé en paro y decidí montar mi primer negocio, quisimos abrir un establecimiento básico que sabíamos que era necesario, como el pan y la charcutería. A raíz de la demanda de nuestros clientes ampliamos el negocio a la restauración”, comenta.

Ahora Panaderías El Mimbre y cafeterías CR Cazorla son negocios compenetrados que van de la mano. Actualmente, el empresario regenta junto a su mujer, Rocío Cantos, un total de cinco cafeterías-restaurantes y cuatro panaderías-charcuterías, ubicadas en el centro de la ciudad y en barriadas populares como El Palo.

El grupo, que da empleo a 40 personas, ha logrado mantener todos sus negocios abiertos y no ha tenido que reducir la plantilla. “Este último año ha sido muy duro. Para mi es un orgullo y una satisfacción enorme, porque con lo que hemos pasado no hemos cerrado ningún local y hemos mantenido la plantilla al completo”, destaca el empresario.

A pesar de que la pandemia ha provocado una caída en la facturación en la línea de lo experimentado por la mayor parte del sector, la empresa ha logrado crecer en volumen y en expansión de su marca. Finalmente, la compañía cerró el 2020 con unos ingresos que superaban los 900.000 euros, frente al 1,5 millones de euros obtenidos en 2019.

El objetivo para este año, que comienza su temporada alta con un nuevo negocio en marcha, es recuperar al menos un 30% de la facturación pérdida por la pandemia.

“Nos está afectando mucho la falta de turismo tanto nacional como internacional, sobre todo en los negocios del centro, los de los barrios están funcionando mejor”, apunta Cazorla confiando en que el verano aumente la llegada de viajeros a la capital de la Costa del Sol.

Una vez casi superada la pandemia, CR Cazorla se centra ahora en recuperar las cifras pérdidas para seguir creciendo. “La previsión para este 2021 es intentar recuperar la caída de facturación, aunque lo que se ha perdido no lo vamos a recuperar”, advierte el propietario del negocio.

La empresa ya ha comenzado a buscar asesoramiento con la idea de lanzar su propia franquicia bajo la marca CR Cazorla, un bar, cafetería y restaurante con platos típicos de la cocina malagueña en el que los clientes encontrarán además pan y charcutería de calidad.

“La idea es estabilizar la empresa, pero no le pongo techo ni límite a donde podemos llegar. En principio apostamos por seguir en Málaga, pero si alguien quisiera abrir un negocio en otra provincia también lo estudiaríamos”, concluye el emprendedor que se marca como meta consolidar su propio negocio.