Cerrar el círculo energético y apostar por la profesionalización de las compras de energía

Estamos asistiendo a uno de los mayores desafíos a los que se ha podido enfrentar la cuenta de resultados de cualquier empresa, sin importar el tamaño o condición de ésta. Si giramos la mirada a los precios del mercado spot de nuestro país en 2020, encontraremos que la marca de referencia de España cerró a una media de 33,95 €/Mwh, alcanzando así el nivel más competitivo de la historia.

Sin embargo, los meses consumidos de 2021 han sido totalmente distintos, comenzando por el segundo mes de enero más adverso desde 2010 con un precio medio de 60,17 €/Mwh, seguidos por récords absolutos de costes para meses como abril y mayo, donde el pool estadísticamente muestra su gran competitividad, viendo precios medios por pantalla de 65,02 €/Mwh y 67,12 €/Mwh, respectivamente, sobrepasando el mes de junio la prohibitiva cota de los 80 €/Mwh. Hablamos, por tanto, de un cambio de enormes dimensiones en el mercado de la energía de nuestro país, que afecta de manera directa y contundente a la partida energética de toda empresa, con una subida media de casi 23,50 €/Mwh (68,82%) si comparamos los promedios de 2021 y 2022.

Este incremento se puede traducir en subidas en la factura energética de una empresa que pueden ir desde los 200.000 euros, hasta superar los dos millones de euros si hablamos de un uso intensivo de la energía y estabilizándose en la cota de los 700.000 euros si miramos a una mediana empresa, lo cual se convierte en todo un desafío a la hora de dar cumplimiento al presupuesto anual asignado. Para comprender la dimensión del desajuste señalado, hemos de aislar y monitorizar el problema. Tanto el año pasado como este 2021, la tecnología de respaldo, aquella que marca el precio final de la energía en un mercado marginalista como es el nuestro, no ha cambiado. Las responsables son las centrales de ciclo combinados. Son estas plantas las que utilizan como materia prima el gas natural. En definitiva, se trata de terminar de construir el círculo energético. Los mercados, pese a su volatilidad y complejidad, están llenos de oportunidades. Si somos capaces de aprovecharlas, podemos contribuir a la consecución de una importante reducción en los costes de aquellas commodities que sostienen a los grandes centros de producción.