El comercio alimentario crece un 12% y crea 2.700 nuevos empleos

Las cadenas de supermercados andaluzas incrementan sus ventas y las tiendas de barrio se convierten en servicios esenciales durante la pandemia. Las ventas ‘online’ se disparan un 50% y las empresas aceleran su digitalización para adatarse a la nueva realidad.

La pandemia no ha afectado de la misma manera a todos los sectores de la economía, mientras algunos como el turismo y la hostelería atraviesan la crisis más dura de las últimas décadas, otros como el comercio alimentario han visto crecer sus cifras en este duro y complejo 2020. Demostraron que eran esenciales durante los meses de confinamiento, adaptaron todas sus infraestructuras y se reinventaron en tiempo récord para garantizar que la comida llegara los hogares. Un trabajo duro, que al final ha tenido recompensa. En Andalucía, según los datos de la Confederación de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA), el sector ha aumentado su facturación un 12% y ha generado más de 2.700 nuevos empleos, lo que supone un crecimiento del 6%.

Como en todas las situaciones de incertidumbre, llenar la nevera se convirtió en la principal prioridad de las familias cuando se decretó el estado de alarma, las ventas se multiplicaron antes del confinamiento domiciliario y aunque después se moderaron, la tendencia ha continuado al alza durante todo el año.

Además, del incremento de la facturación, el sector de la distribución comercial de alimentación ha aumentado ligeramente en el número de establecimientos. Un incremento de un 1% que cobra especial relevancia en un año en el que en Andalucía han echado el cierre alrededor de 18.000 empresas. La compra de elementos de protección y la renovación de infraestructuras para adaptarse a las nuevas medidas de seguridad, han generado un aumento de la inversión en el sector que ronda el 11% con respecto al 2019.

El miedo al contagio ha disparado las ventas a través de Internet en todos los sectores y, por lo tanto, también en el de la alimentación que ha disparado un 50% su comercio electrónico. Las empresas han tenido que adaptarse a contra reloj a esta nueva tendencia que aunque ya llevaba años implantada ahora se ha vuelto esencial y parece que ha llegado para quedarse. Un reto para las pymes, que podría suponer una importante fuente de ingresos.

“El 2020 ha sido un año excepcional, en el que las previsiones iniciales del sector se han visto totalmente alteradas por la pandemia y las medidas implantadas para hacer frente al Covid, que han conllevado cambios en los hábitos de consumo y también en la actividad de las empresas, exigiendo una permanente capacidad de adaptación por parte de estas ante la elevada incertidumbre e inseguridad jurídica”, ha comentado la presidenta de CAEA, Virginia González Lucena.

El crecimiento de las ventas no ha sido homogéneo e en todo el sector, pues mientras los supermercados y tiendas de interior han aumentado considerablemente su facturación, los establecimientos ubicados en las zonas costeras y la distribución mayorista han venido menos que en 2019 por el descenso del turismo, las restricciones al canal horeca y la menor vida social.

Los alrededor 4.000 establecimientos asociados a CAEA dan empleo a unas 45.600 personas y poseen un volumen de facturación de 8.500 millones de euros anuales , cifra que se ha visto incrementada en más de 1.000 millones de euros.

Las cadenas de supermercados andaluzas como Cash Lepe (Supermercados El Jamón), Hermanos Martín o Covirán han incrementado notablemente sus ventas durante el 2020 y han continuado aumentando su cota de mercado, frente a los gigantes de la distribución alimentaria como Mercadona, Carrefour o Lidl.

Covirán incluso ha sido distinguida entre las compañías del sector que más a crecido a nivel nacional. En concreto, la consultora Retail Data, ha situado a la cooperativa granadina como la enseña que más tiendas ha abierto en 2020 en España por delante de las grandes multinacionales que operan en el mercado de la alimentación y del resto de cadenas nacionales.

Durante 2020, Covirán ha abierto un total de 130 nuevas tiendas hasta rozar las 3.000, de las que alrededor de 300 se ubican en Portugal y el resto están repartidas por el territorio nacional.

A este crecimiento se suma un aumento de la facturación del 10% que ha compensado la caída de las ventas al canal horeca y las inversiones realizadas en materia de seguridad.

“Durante estos meses los gastos de logística, estructura en las tiendas, servicios prestados, medidas sanitarias, compras de instrumentos sanitarios y recursos humanos con el incremento de las plantillas, suponen una carga excepcional. Pero también quiero subrayar que este crecimiento también es debido a que Covirán cuenta con unos socios excepcionales que lo están dando todo durante la pandemia junto a sus equipos para estar cerca de sus clientes, y a los empleados de la cooperativa que no han escatimado esfuerzos para mantener las tiendas abastecidas y Covirán funcionando a pleno rendimiento, a pesar de las circunstancias”, ha explicado a elEconomista Andalucía José Francisco Muñoz López, director general de Covirán.

Covirán ha comenzado el 2021 con el reto de seguir creciendo y consolidar las nuevas tendencias implantadas. “Vamos a seguir trabajando para gestionar de manera eficiente el abastecimiento de nuestras tiendas, y acentuando las tendencias que nos han fortalecido como la digitalización, y por último y sin duda lo más importante, nuestros valores, la solidaridad, la colaboración, el compromiso y la voluntad de servicio a la sociedad”, ha indicado el director de la compañía.

En esta pandemia ha tenido una gran importancia el comercio de proximidad, las pequeñas tiendas de barrio se han vuelto un elemento esencial para muchas familias y sobre todo para las personas mayores. El miedo a las aglomeraciones de las grandes superficies o la imposibilidad de desplazarse hasta ellas ha incrementado las ventas en el pequeño comercio, que ha crecido de media alrededor de un 20%.

En el barrio de Su Eminencia, uno de los distritos más pobres de España, el supermercado Minimarket ha cumplido una importante labor durante estos meses. Su propietario, Juan Gallardo, ha tenido que cambiar su forma de trabajar para acercar los alimentos a todos sus vecinos con total seguridad.

Las ventas en este supermercado de 300 metros de superficie han aumentado entre un 18% y un 22% y los pedidos a domicilio se han disparado casi un 400%. “Tenemos muchos clientes mayores, dependientes o con movilidad reducida y a ellos les llevamos la compra a casa, están muy agradecidos, porque no tienen que salir y eso les da mucha seguridad. No es solo la comida, también es compañía, ven una cara amable, los escuchamos y los animamos ante esta situación tan dura”, comentado a elEconomista Andalucía el propietario de la tienda.

Este supermercado también ha llevado la compra a familias del barrio enfermas de Covid. “Eso era un riesgo para nosotros, pero entendimos que somos esenciales y prestamos un servicio público”, ha destacado. Profesionales de vital importancia luchando en primera línea, desde el principio. Un sector clave en la economía andaluza, que ha demostrado además su papel crucial para la sociedad.