El sector del plástico jienense compite ya en PIB con el olivar

Con 1.500 millones de euros anuales de aportación a la riqueza de la provincia, ha tenido un papel clave para abastecer a España de equipos de protección anticovid

El olivar en Jaén es lo obvio. Más de sesenta millones de árboles adornan toda la provincia. Sin embargo, el aceite no es ya siempre líder en aportación al PIB jienense. Desde 2018 los datos indican que la fabricación de plásticos aporta ya 1.500 millones de euros anuales a la riqueza de la provincia. Más incluso que el aceite.

Jaén reúne al 25% de las empresas del sector en Andalucía, según el Centro Tecnológico del Plástico (Andaltec), que tiene su sede en Martos. El sector genera en la provincia unos 4.000 empleos (excluido Valeo) con alrededor de 80 empresas.

El buque insignia es Valeo, con más de 3.000 empleos directos. En Martos fabrica sistemas de iluminación para las principales marcas de automoción. En torno a esta factoría está el principal foco industrial de la provincia. También en Martos están Retuc y Proinsur, con plantas de fabricación en España, Marruecos y Rumanía. A pocos kilómetros, en Alcalá la Real, producen Derprosa, Condepols y Bandesur, referentes en el sector del packaging. También figuran en la lista Envases Soplados (Andújar), Plasal (Alcaudete), Benzaplastic (Alcalá la Real), Diseños NT o Flexia Films, entre otras. La última en llegar, la japonesa Takahata, ha elegido La Carolina para su centro de operaciones en Europa.

El sector se caracteriza por la innovación constante y su capacidad exportadora, según explica Daniel Aguilera, responsable de Desarrollo de Negocio de Andaltec, el Centro Tecnológico del sector, con sede en Martos. Las industrias vinculadas a la automoción y a productos complejos que incorporan componentes electrónicos. están sufriendo escasez de materia prima. Lo que todas están encontrando son muchas dificultades en la logística de transporte y exportación, pues no se encuentran contenedores “y lo que hay ha disparado los precios. Hemos pasado de portes de 1.200 a 10.000 euros o más según destinos, y todo sometido a fluctuación continua, lo que hace mucho daño”, apunta Aguilera.

En Andaltec, como centro investigador y de innovación, rechazan la etiqueta de producto maldito que se le está colocando al plástico. “Lejos de demonizarlo, no es el problema, sino parte de la solución. Hay un potente desarrollo de materiales plásticos más sostenibles, más reciclables, que ayudan a reducir consumo de energía en la automoción por su resistencia y poco peso, que conservan mejor la comida y evitan el desperdicio”, dice Aguilera.

El futuro, indican desde Andaltec, pasa por la economía circular, por eliminar los plásticos de un solo uso y apostar por productos reciclables, fabricados con material reciclado y que se puedan reutilizar. También se reivindica el papel del sector en la crisis del Coronavirus, ya que casi todo el material de protección está fabricado con plástico: mascarillas, pantallas protectoras, mamparas, guantes o batas hechos en tiempo récord y con un coste muy reducido. Andaltec participa en decenas de proyectos de investigación nacionales e internacionales, lo que incluye iniciativas como el desarrollo de un cargador inalámbrico para vehículos eléctricos, el desarrollo de un bioplástico a partir de la piel del tomate o la creación de envases inteligentes para alimentos.