Técnicos de eventos en directo piden “no ser los últimos en volver a la normalidad”

Denuncian los protocolos que les exigen en comparación con las concentraciones en bares o en el transporte público, y piden ayudas a las administraciones para salir adelante

El sector de la música, los eventos y los espectáculos en vivo supone el 3,8% del Producto Interior Bruto del país, pero hasta la fecha nunca se habían organizado para reclamar sus derechos o pedir ayudas. Sin embargo, la actual situación “al borde del colapso” les ha obligado a movilizarse para llamar la atención de una “injusticia” que a su juicio se está cometiendo con este sector, al que se le reclama unas exigencias sanitarias que no se pide a otros sectores y que hace inviable económicamente su actividad.

El pasado día 17 este importante colectivo, aglutinado bajo el movimiento Alerta Roja se manifestó en 28 ciudades españolas, incluidas Sevilla, Málaga, Granada y Córdoba. En la capital andaluza, casi un millar de personas de todos los sectores afectados, desde músicos y actores, hasta técnicos de sonido e iluminación, así como representantes de numerosas empresas, feriantes, músicos callejeros, azafatas, etc.

La movilización, perfectamente organizada y con todas las medidas previstas de distanciamiento y seguridad, comenzó ante el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, y realizó un pequeño recorrido hasta la cercana Plaza de España, sede de la Delegación del Gobierno central.

Allí leyeron un manifiesto en el que expresaron las principales quejas y reclamaciones de un sector que se siente maltratado con respecto a otros. Así, pidieron al Gobierno que los reconozca como un colectivo afectado por las medidas sanitarias aprobadas contra el Covid-19 y, por lo tanto, que necesita ser compensando con ayudas públicas.

Junto a ello, denuncian lo que consideran una “discriminación en la estricta aplicación de protocolos sanitarios en espectáculos y eventos en directo mientras que los transporte públicos -buses, trenes o aviones- van llenos de gente sin guardar distancia alguna de seguridad”. Así, lamentan que “la normalidad, entendida como aquella que permitirá al sector la celebración de eventos y espectáculos con los aforos completos, está muy lejos de ser inmediata, lo que está suponiendo la pérdida de mucho dinero, e incluso la ruina, de muchas empresas y profesionales, y de sus familias”.

Por otro lado, volvieron a reclamar una vieja aspiración del sector, la bajada del IVA cultural, y también “crear de forma inmediata una mesa sectorial que defina las necesidades del mismo, afectado por la estacionalidad e intermitencia de la actividad, dando prioridad a la regulación a través de la negociación de un convenio colectivo sectorial de ámbito nacional”.