Andalucía cierra su peor verano con los hoteles al 45%

El número de viajeros ha caído a la mitad en julio y agosto y la llegada de extranjeros se ha desplomado un 75%. A pesar de estos datos, la región ha liderado el turismo nacional

Andalucía, como el resto de España, ha cerrado el peor verano turístico de su historia. Uno de los principales motores de la economía de la región ha sido también de los más azotados por la pandemia del Covid-19. Los rebrotes, las cuarentenas impuestas por algunos países y las limitaciones de otros han provocado una caída sin precedentes del turismo internacional de más del 75%, lo que ha dejado la ocupación de los hoteles andaluces a menos de la mitad en plena temporada alta.

La región comenzó el 2020 con perspectivas de superar los 32,5 millones de viajeros del año pasado, en febrero incluso registró un crecimiento interanual del 6% en el número de viajeros, pero la pandemia ha devastado todas las estimaciones. Ahora, las previsiones más optimistas de la Consejería de Turismo, se conforman con alcanzar al cierre del ejercicio entre 16 y 18 millones de turistas, lo que supondría un desplome de más del 50%.

“No podemos estar contentos, los datos no son buenos”, ha reconocido en declaraciones a elEconomista Andalucía el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín, destacando que a pesar de todo, los datos han superado las expectativas iniciales que pintaban un escenario aún peor y Andalucía ha logrado liderar el turismo nacional.

En la temporada alta del verano la ocupación media de los hoteles andaluces se ha situado en torno al 45%. Según los datos aportados por la consejería de Turismo, julio se cerró con 10 puntos por encima de la media y casi en un 47% de ocupación, agosto ha registrado entre un 45% y un 50% y en este mes de septiembre se estima que la ocupación se quedará entre el 35 y el 40%.

El comportamiento ha sido muy desigual en las diferentes provincias, la Costa del Sol, por su dependencia del turismo internacional está siendo la zona más afectada y no ha pasado del 40% en todo el verano. En contraposición, las costas de Huelva y Cádiz han registrado ocupaciones medias del 65%, incluso algunos municipios concretos como Tarifa o Zahara de los Atunes han rozado casi el 100% en los días claves de agosto.

Huir de las aglomeraciones y relajarse en plena naturaleza ha sido lo más buscado para las vacaciones de este verano atípico, una tendencia que ha hecho que parajes como la Sierra de Cazorla en Jaén o Cabo de Gata en Almería hayan registrado estos meses datos superiores incluso a los del año pasado, rozando el 95% en el caso del Parque Natural almeriense.

“Los resultados reflejan un comportamiento del turismo por encima de las previsiones que manejábamos en mayo y junio. Durante los meses de julio y agosto Andalucía ha liderado el turismo nacional tanto en pernoctaciones como en número de viajeros, esto es algo que nunca había sucedido, siempre teníamos por encima a nuestros competidores naturales Cataluña, Baleares, Canarias y Valencia”.

En agosto, el mes clave del turismo en Andalucía, los establecimientos hoteleros han alcanzado 3,5 millones de pernoctaciones, lo que supone un descenso del 53% respecto al mismo mes de 2019, cuando se registraron 7,5 millones. En cuanto a la procedencia, 2,9 millones de estas estancias han sido de españoles y 646.521 de extranjeros. El número de viajeros también se ha desplomado, Andalucía ha recibido en agosto 1,2 millones de visitantes, un 47% menos que en el mismo mes de 2019, cuando llegaron a la región casi 2,73 millones de turistas.

La ausencia de turistas ha quedado patente en los aeropuertos andaluces, por los que han pasado 6,5 millones de viajeros entre enero y agosto, lo que supone casi un 70% menos que el año pasado.

La Costa del Sol está siendo el destino más azotado por esta ausencia de viajeros extranjeros. “Ha sido un verano catastrófico, lamentable, solo hemos tenido dos meses de verano, uno con un 33% de ocupación y otro con un 40%. Establecimientos que solo han abierto un mes, un panorama demoledor”, ha lamentado el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa del Sol (Ahecos), Luis Callejón.

La cancelación de los viajes del Imserso y la ausencia de turoperadores hacen que las previsiones para el otoño sean aún peores en la costa malagueña. Ante esta situación un gran número de hoteles ha decidido cerrar sus puertas. Meliá Costa del Sol, que abrió sus puertas en Torremolinos en 1.976 ha cerrado por primera vez en su historia, lo mismo sucede con el emblemático hotel Kempinski en Estepona o el Gran Lujo Finca Cortesín en Casares, establecimientos que nunca habían cerrado en invierno.

“En diciembre solo tendremos entre el 20% y el 25% de los hoteles abiertos, los datos de paro van a ser muy desagradables. Si no se toman medidas y el próximo verano volvemos a pegar el batacazo, perderemos el 25% de las empresas”, ha advertido el representante de los hoteleros.

En cuanto a las pérdidas económicas, desde la Consejería apuntan a una mejora de las estimaciones iniciales, que en principio apuntaban a un descenso de entre 15.000 y 18.000 millones de euros. “La temporada de verano va a servir para amortiguar las pérdidas, ahora hablamos de unos 10.000 o 12.000 millones de euros”, ha indicado el responsable de Turismo Andaluz.

En la misma línea se modera la caída del empleo. Las primeras estimaciones preveían que la pandemia se cobraría unos 120.000 puestos de trabajo en el sector y ahora la Junta cifra el desplome entre 85.000 y 100.000. “Son datos terribles, pero parece que vamos a poder amortiguar un poco la situación”, ha comentado.

En cuanto al número de establecimientos abiertos, en agosto Andalucía ha sido líder a nivel nacional con 2.082. Ahora la previsión es que muchos de ellos echen el cierre, siguiendo la tendencia de la Costa del Sol. Para evitar el cierre masivo de hoteles, la Junta ha lanzado este mes el Bono Turístico con el que subvencionará parte de la estancia de los andaluces en la región. Una medida que para los hoteleros del segmento Sol y playa “llega tarde”.

Ante este escenario complicado, desde la Consejería de Turismo defienden la fortaleza del destino y su capacidad para atraer no solo turistas sino también inversores que completan y mejoran la planta hotelera. “Andalucía es un lugar muy apetecible para las inversiones, estoy convencido que en el los próximos dos años habremos salido de esta crisis que no tiene precedentes”, ha subrayado.

En el conjunto de Andalucía hay actualmente en marcha 137 proyectos hoteleros, tanto de nueva construcción como de mejora, lo que supone una inversión de más de 2.000 millones de euros. “Eso no se daba desde hace más de 14 años y es fruto de la fortaleza del destino. Ahora es el momento de preparar la planta hotelera para el futuro, para esa recuperación que se prevé a mediados de 2021 y 2022, hay que salir fuertes al mercado”, ha concluido el consejero apelando a las fortalezas de la región y los empresarios para superar la crisis.