Unicaja y Liberbank: un mes para culminar la fusión

La entidad andaluza ha retomado las negociaciones con la asturiana después de que hace un año y medio cancelaran el proceso de unión sin alcanzar un acuerdo

Un mes es el plazo que se han dado los Consejos de Administración de Unicaja Banco y Liberbank para decidir sobre su posible fusión. La andaluza y la asturiana retoman así las negociaciones para una unión financiera que sigue la tendencia que viene presentando el sector a nivel nacional, pero que ya se intentaron sin éxito hace ahora un año y medio.

A principios de octubre ambos bancos confirmaron contactos preliminares de cara a una posible fusión y días después los Consejos de Administración iniciaron la negociación formal con la fase due diligence (auditoría legal), en la que se intercambian información.

Una vez que finalice esta etapa los consejos deberán decidir si dan su visto bueno a una operación
-que daría lugar a la quinta mayor entidad por volumen de activos en España -ya materializada la fusión entre CaixaBank y Bankia-, al sumar 108.826 millones de euros (63.002 millones de Unicaja y 45.824 millones de Liberbank, según datos de junio de 2020).

La entidad resultante de esta segunda oportunidad de fusión tendría una plantilla de 9.972 empleados (6.274 de Unicaja y 3.698 de Liberbank), una red de 1.608 oficinas (1.029 de Unicaja y 579 de Liberbank) y más de 100.000 millones de euros en activos completos.

Se estima que las entidades podrían tener sus informes listos en las próximas semanas con el fin de convocar los consejos de administración en noviembre y aprobar definitivamente la fusión. PwC y Deloitte son las empresas que se han vuelto a poner al frente de las negociaciones en este segundo y decisivo intento de concentración.

La futura fusión Unicaja-Liberbank es vista con recelo en muchas provincias españolas, ya que, la operación supondría el cierre de un número considerable de oficinas. En concreto, ambas entidades suman un total de 1.600 sucursales, de las que tendrían que cerrar alrededor de 300. En Andalucía, Málaga y Almería son las provincias con mayor concentración de oficinas de Unicaja, por lo que previsiblemente también serían las más afectadas por los cierres. La zonas rurales donde el banco aún cuenta con alguna sede siguen con atención los pasos que se van conociendo de la negociación temiendo que pueda provocar la desaparición de los servicios bancarios. Fuera de Andalucía las provincias más afectadas por los cierres, en este caso de las oficinas de Liberbank podrían ser Cáceres, Salamanca, Toledo y León.

Esta fusión, desde el primer intento fallido el año pasado, se marca como una de las operaciones más importantes del país en lo que se refiere a concentración financiera, ya que, ambas entidades complementan sus áreas geográficas para alcanzar prácticamente la totalidad del país, pues mientras Unicaja está instalada en Andalucía, Castilla y León y Madrid, Liberbank predomina en Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura.

La plantilla de empleados de ambas entidades también se vera afectada por esta operación de concentración, las primeras estimaciones apuntan a que las entidades bancarias deberán recortar alrededor de mil empleos con el fin de evitar duplicidades. Las plantilla de Unicaja está formada actualmente por 6.274 trabajadores y la de Liberbank por 3.668, un total de 9.942 profesionales que tendrá que reducirse sobre un 10%.

Unicaja Banco tiene su origen en Málaga y aglutina el negocio de la antigua Unicaja más el del grupo Ceiss, formado por la unión de Caja España y Caja Duero, mientras que Liberbank engloba la actividad de Cajastur-Banco CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura.

Las entidades han intentado fusionarse en otras ocasiones, y la última fracasó en mayo de 2019 después de cinco meses de negociaciones, ante la falta de acuerdo entre ambas sobre su valor y el consiguiente reparto accionarial. Este reparto, que en un primer momento pudo llegar a ser del 60-40 a favor de Unicaja Banco, podría reducirse ahora hasta el 57,5 %-42,5 %.

El tiempo establecido se agota y las entidades siguen negociando a contrarreloj en un escenario mucho más complejo que el que dejaron en mayo, marcado por la incertidumbre económica que ha sembrado la pandemia en el país, así como la presión de los mercados. En las negociaciones está en juego la creación de uno de los bancos más importantes de España.