Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía: “Para alcanzar la recuperación económica debemos centrar nuestros esfuerzos en reducir los contagios”

La Junta de Andalucía centra estos meses sus esfuerzos en la compleja tarea de compatibilizar la economía y la salud. El otoño ha traído un notable aumento de contagios de Covid-19 a la región, que aún trataba de recomponerse de las consecuencias de la primera ola de la pandemia.

Tras más de siete meses de pandemia, ¿cuáles están siendo las principales consecuencias del Covid-19 en la economía andaluza, además del desempleo que volvió a la cifra del millón de parados?

La situación de emergencia sanitaria que vivimos desde el pasado mes de marzo ha generado un enorme impacto en la economía internacional, nacional y andaluza. La crisis ha llegado, además, en un momento en el que trabajábamos intensamente en nuestra comunidad por lograr mayor convergencia con la media española y europea.

La estructura de nuestro sistema productivo nos posiciona con desventaja, debido, principalmente, a la elevada tasa de paro, a la alta dependencia de sectores como el turismo y los servicios o al menor número de empresas en relación con la población. A ello se une la reducida capitalización de la economía regional. La crisis ha hecho que, desde el Gobierno andaluz, tengamos que intensificar al máximo los esfuerzos para articular medidas de apoyo.

La Administración de la Junta de Andalucía ha ido adoptando diversas medidas sanitarias, económicas y presupuestarias, fiscales y financieras, procedimentales y de intendencia general, con el fin de paliar los efectos desfavorables de esta situación de crisis. Pero sigue siendo necesario implementar con carácter urgente medidas que permitan paliar el impacto, que será, como prevén todos los organismos de análisis, histórico.

Las estimaciones apuntan a una caída del PIB de más del 12% este año. ¿Cuánto tardará la región en recuperarse?

Para que la recuperación se produzca, debemos concentrar nuestros esfuerzos en minimizar el número de contagiados, porque es esto lo que hace bajar el coste económico y, por consiguiente, la recesión. Existe una clara correlación negativa entre el volumen de fallecidos y los datos económicos: cuanto mayores sean los primeros, más altos serán los costes sanitarios y más restrictivas las medidas de confinamiento con efectos demoledores sobre nuestras actividades productivas.

Gran parte de nuestra economía depende de la actividad social, la antítesis de lo necesario para evitar esa propagación. Todos los organismos nacionales e internacionales pronostican un fuerte impacto económico en 2020 y una recuperación parcial en 2021. Las previsiones de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, apuntan a una caída del PIB para este año que rondará el -10,4%. Confiamos en que se cumplan las previsiones de los principales organismos internacionales para el próximo ejercicio y que se pueda crecer a un ritmo del 7% en Andalucía. No obstante, se trata de previsiones sujetas a fuertes dosis de incertidumbre.

La deuda de Andalucía se incrementó en 239 millones de euros en el segundo trimestre de este año y el consejero de Hacienda hablaba de que se tardarían 10 años en pagarla. ¿Cómo afectará esto a la economía de la región?

Si se considera el nivel de endeudamiento público en relación con el PIB o a la población, Andalucía presenta ratios muy inferiores a la media. En porcentaje del PIB, la deuda pública regional representa el 22,7%, frente a un 26,1% en el conjunto de las comunidades. Es decir, un ratio de endeudamiento público 3,4 puntos inferior. De igual forma, en términos per cápita, el nivel de endeudamiento público en Andalucía es de 4.186 euros, frente a 6.459 euros de media en el conjunto de las CCAA (con un ratio de endeudamiento público per cápita un 35% inferior). Es fácil concluir, por ello, que contamos con un mayor margen de endeudamiento sin que ello tenga un efecto significativamente adverso sobre la economía regional.

Este mes el Informe de la Red Andaluza contra la Pobreza ha dejado cifras muy negativas para Andalucía, con una tasa de exclusión de más del 14%, la más alta de las comunidades. Eso era antes de la pandemia, ¿cómo va afectar la crisis sanitaria y económica a esta situación?

Andalucía sufre un problema de pobreza estructural que no se ha resuelto después de 37 años de Gobierno socialista. Para este Gobierno es una prioridad combatirlo. Considero estratégico actuar, en primer lugar, desde el ámbito educativo. Debemos reducir el fracaso escolar. Debemos, como estamos haciendo, fomentar la inserción laboral de las personas vulnerables, en riesgo de exclusión. La regulación que la Junta de Andalucía está haciendo sobre la Renta Mínima va en ese sentido. Como sabe, el Ingreso Mínimo Vital del Gobierno central solo contempla la prestación, mientras que en Andalucía consideramos esencial complementarlo con un plan de inserción sociolaboral.

¿Qué nos puede adelantar de los esperados primeros presupuestos tras la Covid?
El Gobierno de Andalucía va a presentar un Presupuesto responsable y riguroso para no comprometer la estabilidad financiera futura de la Comunidad Autónoma. La suspensión de las reglas fiscales para poder abordar la crisis de la Covid-19 no puede suponer en ningún caso malgastar el dinero público, todo lo contrario, ahora más que nunca hay que buscar la eficacia y la eficiencia en el gasto público.

Par el año 2021 vamos a disponer de un déficit del 2,2% del PIB. Esto va a tener un impacto muy importante en la economía andaluza, que lo estimamos en torno a 2,5 puntos de PIB y la generación de unos 80.000 empleos.

La Hostelería y el Turismo están siendo los grandes damnificados por la pandemia en Andalucía, los empresarios piden ayuda y soluciones, que parece que no llegan de ninguna administración. ¿Qué se está haciendo para paliar la situación?

El Gobierno andaluz, a través de la Consejería de Turismo, ha elaborado un Plan de Choque que tendrá un impacto estimado en el sector de 243 millones. Andalucía está haciendo los deberes en materia turística. De ello depende buena parte de nuestra economía. Pero no hemos de perder de vista que el Gobierno central no ha pedido plan de rescate del Turismo a Bruselas ni ha accedido a bajar el IVA turístico, como sí ha ocurrido en otros países.

Madrid en estado de alarma, Cataluña cerrando bares y restaurantes. ¿Qué le parece todo esto? ¿Resistiría la economía andaluza otro confinamiento?

No podemos perder nunca de vista que esta crisis tiene un origen sanitario. Si no se solventa el problema sanitario nunca resolveremos el problema económico en que ha derivado. Por ello, en estos momentos, en los que hay que buscar el control de pandemia, las actuaciones sanitarias deben primar por encima de todo.

Esto no quita que aquellos sectores que se están viendo más afectados por las medidas de distanciamiento social que se están acometiendo, deben tener un marco de actuación preferente por parte de todas las Administraciones Públicas. En eso estamos trabajando desde el primer momento, con ayudas e incentivos a pymes comerciales, industriales, etcétera.

Hablando ahora del sector financiero, ¿qué le parece que la andaluza Unicaja y Liberbank hayan retomado las negociaciones para su fusión?

Las fusiones bancarias que mejoren la dimensión, produzcan mayor eficiencia, y al mismo tiempo no comprometan la competencia y garanticen la estabilidad financiera, siempre son una buena noticia. Unicaja siempre ha sido una entidad emblemática en Andalucía, y es la séptima entidad financiera en España por volumen de activos. Desde el Gobierno de Andalucía consideramos como una posible oportunidad estratégica los contactos encaminados a iniciar un proceso de fusión con Liberbank. Es importante que, si prospera, la entidad resultante garantice los derechos de las plantillas en Andalucía.

Y si hablamos de empresas, uno de los principales asuntos es el rescate de Abengoa. La empresa vuelve a insistir a la Junta para que participe en su rescate. ¿Se siguen negando a prestar apoyo a la compañía? ¿Por qué?

No es una negativa sin argumentos. La Junta, a día de hoy, no ha encontrado el sustento legal para otorgar a esta empresa ningún instrumento financiero que contribuya a superar su actual situación.

¿Qué supondría la quiebra de Abengoa en Andalucía?

Abengoa llegó a ser el buque insignia de la ingeniería andaluza, una empresa innovadora, internacionalizada, con una enorme capacidad de contratación de trabajadores altamente cualificados. Abengoa llegó a ser la gran empresa tractora de Andalucía. Lamentablemente, su gestión no ha estado a la altura de las circunstancias. Su nivel de endeudamiento ha llevado a la compañía a una situación límite, que arrastra desde hace años ya. La quiebra de cualquier empresa supone, sobre todo, la pérdida de puestos de trabajo. Esa es, ahora mismo, mi mayor preocupación con respecto a esta compañía.

En el ámbito empresarial, una de las malas noticias este mes ha llegado desde Málaga con el cierre de la planta embotelladora de Coca-cola tras más de 60 años de actividad. ¿Qué le parece esto?

Desde la Consejería, a través de la Delegación Territorial de Málaga, hemos seguido de cerca los acontecimientos, aún se está negociando con los trabajadores. La compañía tiene previsto centralizar su producción en la planta de La Rinconada (Sevilla). En este caso no estamos hablando de cese de actividad, sino de una operación de centralización de actividad. Considero que movimientos empresariales como éste no restan a Andalucía capacidad para atraer inversiones, proyectos basados en industria y tecnología, generadores de empleo estable y de calidad.

En el ámbito universitario, ¿qué papel están jugando las universidades andaluzas en esta crisis sanitaria?, ¿qué están aportando a la investigación y la innovación?

La actual crisis sanitaria provocada por el Covid-19, y su efecto devastador sobre la economía, ha puesto de manifiesto que la inversión en I+D+i es esencial para garantizar el bienestar, el progreso y el desarrollo de la sociedad. Desde el primer momento en que se decretó la emergencia sanitaria por el Covid-19, desde esta Consejería se han desarrollado actuaciones encaminadas a la búsqueda de soluciones ante las necesidades urgentes originadas por el coronavirus, principalmente, en el ámbito sanitario de nuestra Comunidad. Entre los meses de junio a septiembre de este año, la Consejería ha inyectado 136 millones de euros en ayudas a universidades públicas y a entidades públicas y privadas de investigación. Con estos 136 millones se persigue una doble finalidad: por una parte, fortalecer el talento humano en ese ámbito y, por otra, fomentar la puesta en marcha de proyectos de investigación, desarrollo e innovación.

¿Afectará toda esta situación al desarrollo académico del alumnado?

Confiamos en que no. Las universidades han demostrado una enorme capacidad de adaptación a la situación. Hemos abonado a las universidades públicas 180 millones de euros de deuda pendiente de otras legislaturas. No me cansaré de agradecer a las universidades el tremendo esfuerzo realizado.