Javier González de Lara, Presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA): “La descoordinación entre administraciones daña las previsiones de recuperación económica”

La Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) con su presidente, Javier González de Lara, al frente lleva desde el inicio de la pandemia trabajando para paliar las consecuencias de la crisis sanitaria en el tejido empresarial andaluz. Salvar la Navidad como inyección económica a este complicado 2020 es ahora su objetivo

Para comenzar, me gustaría hacer una breve radiografía de la situación actual. ¿Cómo están las empresas andaluzas tras más de ocho meses de pandemia?

La situación es preocupante, las empresas andaluzas se encuentran con un estado de fatiga muy relevante, son muchos meses en los que la economía se ha visto muy resentida. Llevamos ya casi tres trimestres a la baja, el panorama es muy incierto. Lo más preocupante es la inestabilidad, la falta de certidumbre y confianza que tenemos, porque no hay un control efectivo de la pandemia por más que se quiera y se intente por parte de las administraciones públicas. También echamos en falta una mayor coordinación en la adopción de medidas sanitarias, económicas y sociales. La caída del PIB en Andalucía va a estar en el 14% y hay que pensar en la recuperación lo antes posible y en la medida de muestras capacidades, tener una estrategia y una hoja de ruta común.

¿Cuántas empresas se calcula que se podrían perder con esta crisis sanitaria?

Hemos hecho una estimación que rondan entre las 15.000 y 18.000 empresas que se podrían perder en Andalucía, en definitiva rozando las 20.000. Estamos hablando de la pérdida de casi un 5% de nuestro tejido productivo y eso tiene una incidencia de casi 70.000 empleos de hombres y mujeres andaluces, lo que va a tener una importante incidencia en la productividad, el equilibrio social y sobre todo en la situación en la que se encuentran todavía miles de andaluces en ERTE.

En concreto, alrededor de 85.000 andaluces continúan en ERTE, ¿Cuántas de esas empresas se verán abocadas a un ERE?

Eso es muy difícil de predecir, la intención es que la mayoría regrese a su puesto de trabajo. Todo va a depender de la certidumbre si hay medidas menos restrictivas, las empresas pueden desarrollar su actividad con normalidad. Cuando se aprobó la puesta en marcha de los ERTE Andalucía alcanzó los casi 300.000 trabajadores. La intención del empresario siempre es recuperar su actividad y por su puesto su principal activo que son los trabajadores. Yo quiero pensar en clave relativamente positivista que esto será progresivo, pero necesitamos respuestas y ayudas directas para que las empresas resistan.

El paro está siendo una de las peores consecuencias de esta crisis, la tasa de desempleo se sitúa en Andalucía por encima del 23%. ¿Qué supone esto para la economía andaluza y cuando se estima que comience a crecer el empleo?

Es una situación muy preocupante, tener una tasa de desempleo del 23% y con una caída del PIB del 14%, son cifras insólitas e inauditas en un 2020 que comenzó con un crecimiento de la actividad económica y empresarial del 1-1,5%. Podemos llegar a una situación incluso peor, vamos a ver como evolucionamos en los próximos meses, ojalá que no sea así. Es difícil prever cuando se va a producir el rebrote, esto no ha sido una V como nos decían, eso era un análisis demasiado superficial y sin consultar con los empresarios que somos los que conocemos como se comporta la economía. Realmente esto va a ser una U y esperemos que la parte baja sea lo más corta y estrecha posible, pero estamos en una U muy marcada, esperamos que se quede en U y no sea una L. No va a haber repunte del empleo hasta que no haya un control de la pandemia y el control de la pandemia es a través de medidas sanitarias que compatibilicen la actividad económica y productiva. Hay que romper ese concepto maniqueísmo que quiere enfrentar economía y salud, no hay que elegir entre salud o economía eso es una falsa dicotomía. Hablamos de salud, de sanidad, de lo más importante que es controlar la pandemia, pero luego la sociedad empieza a preocuparse por el empleo y la actividad económica. Los ciudadanos necesitan un empleo y reactivar su actividad económica para que las familias salgan adelante. El que quiera confundir salud con economía se equivoca, son compatibles.

El II Barómetro de Percepción de la Empresa Andaluza sitúa la recuperación más allá del 2021, han empeorado las previsiones de los empresarios ¿Cómo serán estos casi dos años para las empresas andaluzas?

Son tiempos difíciles, nuestras previsiones son que hasta 2022 va a ser complicada la recuperación. Necesitamos recuperar la epidermis de un tejido productivo que se ha quedado erosionado y que necesita tiempo. No hay respuestas inmediatas, todo va a depender de cuando podamos certificar el control de la pandemia y yo lo veo todavía lejano, aún nos queda tiempo y tenemos que ser todos corresponsables, tanto a nivel social como a nivel individual.

¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades del tejido empresarial andaluz para alcanzar la recuperación?

La fortaleza del tejido empresarial andaluz es su afán de superación, su capacidad de resiliencia y haber superado situaciones muy difíciles como la crisis de 2008, que fue una crisis sistémica. Esta es una crisis que no está vinculada al sistema, en 2008 había una crisis financiera, del sector inmobiliario.

Apostamos por la innovación, por la cualificación y por la apertura de mercados. Andalucía en los últimos años ha roto muchas barreras, como superar los 30.000 millones de euros en el cómputo global de exportaciones. Andalucía se ha abierto al extranjero, a la internacionalización a la innovación, necesitamos recuperar el pulso y a partir de ahí las empresas tendrán una mayor confianza.

Desde CEA, ¿Que claves se marcan a las empresas para encaminar con éxito su recuperación?

Intentamos transmitirles confianza, esos valores de responsabilidad y de no perder la esperanza y la capacidad de gestión de sus negocios para ser competitivos. Estamos muy comprometidos para que tengan toda la información al minuto y asistencia técnica. CEA está volcada con sus 350 organizaciones y más de 200.000 empresas afiliadas para ayudar a la gran empresa, a la pyme y al autónomo con medidas concretas. Muy recientemente con este plan de apoyo que hemos suscrito con la Junta de Andalucía para pymes y autónomos con más de 667 millones de euros.

La hostelería, el comercio y la cultura están siendo los sectores más afectados por la crisis y también por las restricciones horarias y de movilidad de la Junta de Andalucía. ¿Qué le parece que se hayan ampliado estas medidas hasta el 10 de diciembre?

La recibimos sobre todo con responsabilidad y sin sorpresa porque nos temíamos que podía ocurrir. Todos tenemos un objetivo que es salvar la Navidad, desde el punto de vista social y económico. No nos agradan a los empresarios las medidas restrictivas, pero el sacrificio del Puente de la Inmaculada nos puede ayudar a evitar un mal mayor. Son medidas duras alineadas con el propósito de recuperar esa fecha estratégica para el sector empresarial. Para el comercio la Navidad supone el 40% de la facturación anual, por lo tanto, nos jugamos mucho. Es una oportunidad para el comercio pequeño, de barrio, de ciudad, para el autónomo.

Ahora, que gran parte de la gestión de la pandemia está en manos de la Junta. ¿Cómo valora la CEA el papel del Gobierno andaluz?

Lo está haciendo con acierto y con errores como todos los gobiernos, pero le está poniendo la mejor de las voluntades. Hay una interlocución fluida con los empresarios, donde lógicamente hay posibilidades de acordar cuestiones, hay voluntad como mínimo antes de tomar una medida de consultar si es o no acertada. Lo único que si recordamos permanentemente tanto al Gobierno, como a la Junta y a los Ayuntamientos que tienen que tener mayor sensibilidad hacia el tejido empresarial y poner a la empresa en el centro de su toma de decisiones, porque en ocasiones hay demasiado ruido, sobre todo a nivel nacional, de temas políticos que no están relacionados con el control de la pandemia. Por ejemplo, la ley educativa, quizá no era el momento en mitad de una pandemia con ese nivel de letalidad, querer dividir el país en dos bloques.

¿Hay ahora más diálogo con entre la administración y las empresas?

Yo creo que exactamente igual, siempre ha habido una relación de fluidez en el diálogo con ambas administraciones. Es muy complejo porque las comunidades tienen una importante limitación de recursos para gestionarlo todo, habría que reflexionar sobre el papel de las distintas administraciones y apelo a la coordinación entre ellas. Sigue habiendo mucha descoordinación entre administraciones y eso daña aún más cualquier previsión económica.

¿Considera suficientes las ayudas de la Junta para autónomos y pymes?

Es una medida bastante importante, aunque nosotros no nos damos por satisfechos. Hablamos de más de 667 millones de euros en ayudas, es el doble de lo que han puesto encima de la mesa todas las demás comunidades autónomas. Lo digo con orgullo, pero no por defender la posición de la Junta, sino porque nosotros hemos estado en la negociación. Se ha abierto el camino y vamos a seguir trabajando en esta línea, este plan no es el final, hay muchas conversaciones con el Gobierno para canalizar las reclamaciones. Necesitamos ayudar mucho más a la industria turística, al sector hotelero y al comercio. Me quiero volcar con Granada, es muy importante ayudar a los empresarios que lo están pasando tan mal, habrá que hacer algún plan de choque específico para Granada por este mes que va a estar totalmente fuera de la línea de competitividad con el resto de territorios, no solo de Andalucía, sino de toda España.

Hablando ahora del Gobierno Andaluz, ¿Cómo se valoran desde CEA los presupuestos de 2021?

Es una excelente noticia, los presupuestos autonómicos son la principal herramienta de planificación política financiera, es el marco de actuación para saber funcionar y tener las reglas del juego. Sobre todo, tener presupuestos o no tenerlos supone tener confianza y estabilidad o no tenerla, por lo tanto, aplaudimos que haya presupuestos. Hay que reconocer el esfuerzo que ha hecho el Gobierno que en un ejercicio y medio ha aprobado tres presupuestos.

¿Y la situación con los Presupuestos Generales del Estado y el apoyo de Bildu?

A nivel nacional ya me preocupa más. Pienso que necesitamos los presupuestos para dar estabilidad y un marco de referencia como principal herramienta de política económica del país, otra cuestión es que la política al final nos lleva a derroteros que no son siempre los más satisfactorios. En los extremos no está la solución. A mí no me agrada, como presidente de los empresarios y a nivel particular que un partido como Bildu tenga que ser decisivo. Está legítimamente representado en el Parlamento de la Nación, en el Congreso de los Diputados y puede hacerlo, otra cuestión es quien cuenta con ellos. Cuando hay tanta crispación social y tantas necesidades no ayuda que se busque el arrope y la cobertura de partidos radicales y que han sido complejos. Siempre apelaremos a la moderación, a la sensatez y a buscar un centro que siempre es donde suele estar la virtud.