Solo el 20% de los locales logra abrir al inicio de la desescalada

Los hosteleros reclaman al Gobierno flexibilidad en los ERTE y una ampliación del aforo permitido para evitar el cierre definitivo de empresas

Los bares y restaurantes andaluces han comenzado este mes a recibir a sus primeros clientes. Tras más de 60 días con la persiana bajada los hosteleros esperaban como agua de mayo la llegada de la Fase 1 de la desescalada para poder reabrir sus negocios, aunque por ahora solo las terrazas, al 50% de su capacidad y con estrictas medidas de seguridad.

Las pérdidas acumuladas durante los meses de parón de la actividad, las dificultades con los ERTE aplicados y el cierto temor de la clientela ha provocado que solo haya podido abrir en las primeras semanas del desconfinamiento un 20% de los locales con capacidad de terraza. De tal manera, que en esta primera etapa han abierto sus puertas menos de 10.000 bares y restaurantes de los 50.000 que hay en Andalucía.

Por provincias Huelva y Jaén son las que peor están llevando la vuelta a la normalidad, ya que ni si quiera alcanzan el 20% de media regional de locales abiertos. En Granada y Málaga, a pesar de que iniciaron la Fase 1 una semana más tarde, el ritmo ha sido similar al resto de territorios.

Las pérdidas económicas tampoco serán igual en todas las provincias, ya que, las de interior como Córdoba o Sevilla han perdido ya su temporada alta, lo que supone más del 40% de la facturación anual. En contraposición, los locales costeros confían en el verano y el turismo nacional para tratar de salvar la situación de crisis.

“Vemos la situación muy difícil, pensábamos que en la segunda semana más locales iban a abrir, pero las noticias del ministerio sobre los ERTE los han echado atrás”, comenta a elEconomista Andalucía el presidente de la Federación Andaluza de Empresarios de Hostelería, Francisco De la Torre.

En este sentido, los hosteleros reclaman al Gobierno que aclare la situación de los ERTE, ya que, muchos empresarios dependen de ellos para poder comenzar a abrir sus negocios. También solicitan que se amplíe el aforo permitido en la Fase 2 y que se flexibilicen los criterios para acceder a la financiación.

Sin estas medidas, desde la patronal advierten que habrá más de un 30% de locales que no logrará sobrevivir a la situación y terminarán cerrando definitivamente. El sector se ha reinventado y ha sabido salir de las crisis, pero esta es mucho más acuciada porque a la sanitaria se suma la económica. Los empresarios se ponen al día en la temporada alta y no lo han podido hacer, al no estar al corriente con Hacienda no llega la financiación, así es muy posible que muchos compañeros opten por cerrar”, lamenta el representante de la patronal.

En cuanto a los clientes, desde la Federación indican que todavía persiste cierto miedo y por ahora lo más demandado son solamente las bebidas, mientras que los servicios de comida son muy escasos. Para tratar de acabar con ese temor y garantizar la seguridad de los clientes los hosteleros andaluces están aplicando herramientas tan innovadoras como un robot que sirve cervezas en el bar La gitana Loca de Sevilla o las cartas a través de códigos QR que elabora la malagueña Panda Rojo.

Antes de la pandemia, la hostelería empleaba en Andalucía a 260.000 personas a las que estimaba sumar 120.000 en la temporada alta, ahora el sector se conforma con no perder sus empresas.