Las Cámaras de Comercio asumen su reto

La crisis sanitaria que afecta de forma global a nuestros hábitos de vida con el riesgo de quebrar definitivamente nuestra cultura cotidiana, ha anulado de golpe años de esfuerzos por superar el hundimiento económico de 2008. Sus efectos, de consecuencias todavía incalculables, han dejado expuestos a los sectores más vulnerables de la sociedad arrojando datos de paro insólitos y previsiones estremecedoras. Nos vemos inmersos en un cambio rápido, acuciante y preñado de serias y graves amenazas. Pero no ha de ser esta la hora de lamentaciones sino de actuar, de estar preparados para dar respuestas inmediatas y ser capaces de adaptarnos ante este nuevo desafío histórico. Es un reto difícil, pero no imposible. No ha sido el primer embate, ni será el último. Las empresas españolas, ante situaciones difíciles, como la ya mencionada de 2008, y las crisis energéticas de los años 70 y 80, y ante modificaciones del entorno muy radicales, como fue la entrada en la Comunidad Europea y en la Unión Económica y Monetaria, han sabido reaccionar adecuadamente y actualmente disponemos de multinacionales líderes a nivel mundial en muchos sectores y actividades.

En todos estos escenarios, las Cámaras de Comercio han jugado siempre un importante papel, conscientes del valor de la empresa y de nuestro compromiso con el futuro desarrollo económico y social. La empresa es la piedra angular de nuestra economía y constituye la razón de ser de las Cámaras, sobre todo las pymes, que tienen más dificultades para sobrevivir a los embates de la coyuntura actual y necesitan más de nuestros servicios. En este largo y difícil camino que nos espera para llegar a la recuperación, las Cámaras de Comercio de Andalucía seguirán reforzando sus servicios y ofreciendo su experiencia y amplia estructura territorial para colaborar con la Administración en la potenciación de nuestro tejido productivo.

La ya más que centenaria red cameral está dispuesta a asumir su cuota parte de compromiso con la convicción de que su razón de ser es facilitar la labor del empresariado para que, con el liderazgo de nuestros emprendedores, Andalucía recupere la senda del crecimiento y consiga el nivel de progreso que se merece.