La vivienda turística deja más de 20.000 empleos en el aire

La incertidumbre en el sector hace que los propietarios se decanten por el alquiler tradicional, provocando un importante aumento de la oferta y caída de precios en algunas zonas

Andalucía se prepara para un verano atípico y lleno de incertidumbre. Las diferentes medidas que adopten los países en el control de sus fronteras marcarán el ritmo del turismo que estima una temporada complicada y con importantes pérdidas. Además de la planta hotelera, juega un papel clave el sector de la vivienda turística que en Andalucía genera un impacto económico de más de 1.000 millones de euros y unos 20.000 empleos.

Con casi 70.000 alojamientos registrados el sector de la vivienda turística analiza con prudencia la evolución de la pandemia a nivel internacional, con la esperanza de que las reservas de última hora y el turismo nacional logren salvar la temporada.

“Las previsiones son bastante negativas, solo el mes de agosto puede suponer hasta el 50% de la facturación anual de los alojamientos. Si se abren las fronteras o los españoles comienzan a desplazarse, podríamos estar en una mejor situación. Un escenario optimista sería alcanzar un 40% de la ocupación este verano”, comenta a elEconomista Andalucía el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA), Carlos Pérez-Lanzac.

En los más de dos meses que las viviendas turísticas han estado cerradas completamente el sector ha acumulado pérdidas económicas que en Andalucía superan los 190 millones de euros. La estimación para el año completo es de una caída de la facturación de 2.400 millones de euros a nivel nacional, que supondría unos 912 millones en la Comunidad.

Con la falta de viajeros internacionales se prevé una bajada de la ocupación de casi el 60% y por lo tanto un desplome de los precios, que podrían caer esta temporada hasta un 30%. Ante esta situación numerosos propietarios de viviendas están optando por el alquiler de larga temporada para garantizar los ingresos de los próximos meses.

Según explica el presidente de AVVA hay tres perfiles: el propietario que opte ahora por la larga temporada y abandone el sector definitivamente, el que se refugie en este alquiler tradicional y una vez que se recupere el flujo vuelva a la vivienda turística, y los productos de alta calidad y profesionalizados, que por ahora son los únicos que están recibiendo reservas. “Las casas con vistas al mar o las piscinas serán las más demandadas, también las zonas rurales, son los nichos de mercado que en primer momento tendrán más actividad”, comenta.

En definitiva, el alquiler tradicional, que en los últimos años había subido notablemente sobre todo en las capitales y en zonas como la Costa del Sol, está recibiendo un importante aumento de la oferta, lo que ya está provocando caídas de precios que se estima serán más intensas en las próximas semanas.

“Habrá un reajuste entre oferta y demanda. El sector inmobiliario tarda más en evolucionar, el cambio de tendencia se verá en los próximos dos, tres meses”, avanza el representante del sector.

Andalucía acapara el 40% de la oferta de viviendas turísticas de España, la incertidumbre del sector deja en el aire el futuro de 11.575 empleos directos y 7.500 indirectos. “La situación es muy dura, se van a perder muchos empleos, hay familias que están pagando sus hipotecas con los rendimientos de estas viviendas turísticas. Esto es una bola de nieve, también se van a perder empleos indirectos de las empresas auxiliares que dan servicio a los apartamentos”, lamenta el presidente.

A pesar de que las previsiones dibujan un escenario incierto para la próxima temporada alta, desde el sector se muestran optimistas y confían en el valor de la seguridad para captar reservas.