Acerinox desmantela durante un año su factoría de Cádiz

La multinacional ha acordado con los sindicatos la aplicación de un ERTE hasta el 2021 para el 100% de sus más de 2.000 empleados en la planta del Campo de Gibraltar

La crisis provocada por la pandemia del Coronavirus sigue dejando duras consecuencias en la economía andaluza. El Campo de Gibraltar en la provincia de Cádiz, a pesar de haber resistido en cierta medida el embate de la enfermedad, está siendo uno de los más afectados por los estragos económicos que está provocando la parálisis derivada del Estado de Alarma. La comarca, tradicionalmente castigada por el desempleo, ha sumado en el mes de abril 1.819 personas más a su lista de paro, dejando la cifra total en 37.956.

Al desarrollo económico de esta comarca gaditana ha contribuido históricamente el crecimiento de su polo químico industrial, que se ha convertido junto con el de Huelva, en uno de los más importantes del país. Una de las principales empresas del polo gaditano es Acerinox, la multinacional se instaló en el Polígono Industrial de Los Barrios en 1970 con una fábrica de acero inoxidable que logró liderar el sector a nivel internacional. Un motor dinamizador y creador de empleo que ahora también se ha visto sacudido por la pandemia del Covid-19.

Desde que se inició el Estado de Alarma la producción de Acerinox en el Campo de Gibraltar ha caído drásticamente, por lo que la compañía ha acordado con los sindicatos y el Comité de Empresa la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará al 100% de la plantilla, integrada por más de 2.000 personas.

El ERTE, que comenzó el pasado 5 de mayo, tendrá una duración de hasta 1 año y permitirá adaptar el personal a las necesidades de la producción existentes en cada momento, aumentando o disminuyendo y proporcionando así flexibilidad a la gestión.

En el primer trimestre del año, la siderúrgica redujo su beneficio el 14 %, hasta 28 millones de euros, después de que la recuperación de actividad registrada en los primeros meses en todos sus mercados se viera truncada por la crisis sanitaria, que en el segundo trimestre podría rebajar su actividad al 65 %.

El resultado bruto de explotación (ebitda) cayó el 6%, hasta 85 millones, tras un ajuste de inventario negativo a valor neto de realización por valor de 16 millones. La facturación fue de 1.159 millones y la producción de 599.843 toneladas, el 4 y el 5% menos, respectivamente.

“Con el ERTE se crea “un entorno de seguridad y certeza beneficioso para todas las partes, ayuda a mantener el empleo y permitirá adaptar la plantilla a la cartera de pedidos”, aseguran desde la compañía.

El acuerdo incluye un complemento parcial a cargo de la empresa de hasta un 85% sobre los conceptos en él incluidos para limitar la posible disminución del salario durante el tiempo no trabajado, subraya Acerinox en su comunicación al supervisor bursátil.

Este ERTE se suma a la reducción de plantilla efectuada el año pasado por la compañía. En octubre Acerinox y los sindicatos acordaron la salida de 240 empleados de la fábrica del Campo de Gibraltar que entonces contaba con una plantilla de unas 2.300 personas. Prejubilaciones y bajas incentivadas fueron principalmente los motivos.

La necesidad de homologar su estructura de personal a los estándares de otras fábricas del grupo fue la justificación de la multinacional para reducir la plantilla del Campo de Gibraltar.

Sobre las perspectivas a medio plazo, desde Acerinox explican que el mercado mundial de acero inoxidable se está viendo gravemente afectado por la situación creada por la pandemia, además la repercusión no es homogénea entre continentes e, incluso, entre países vecinos, lo que dificulta aún más la visibilidad para hacer estimaciones. Reducir costes y aplazar inversiones están siendo algunas de las medidas de la multinacional para lograr sobrevivir a esta crisis mundial.