La crisis amenaza a la mitad del sector aeronáutico

La Junta, los empresarios y los sindicatos piden al Gobierno un plan de choque urgente para salvar un sector que factura más de 2.500 millones y emplea a más de 16.000 trabajadores

El sector aeronáutico andaluz vive uno de los momentos más críticos de su centenaria historia. En apenas nueve meses, los que han transcurrido en el actual curso, las expectativas de los dos grandes de la aviación mundial -la europea Airbus y la norteamericana Boeing- han girado 180 grados para pasar del optimismo por el futuro a la desesperación por el presente.

En octubre, ambas compañías se frotaban las manos tras hacer públicas sus previsiones sobre el número de aviones que van a precisar las aerolíneas en los 20 próximos años, hasta 2038, tanto para la renovación de flotas, como para su ampliación.

Las proyecciones de las dos firmas señalaban que el mercado pasaría de los 23.000 aviones actuales, a una flota global de cerca de 48.000. Airbus y Boeing estimaban que en los próximos 20 años se construirán unos 40.000 aviones, por valor de unos 5 billones de euros. Según la Asociación Internacional de Compañías Aéreas (IATA), 2018 se cerró con más de 4.000 millones de personas que se movieron por el mundo en aviones.

Todas estas buenas expectativas comenzaron a truncarse el pasado año con algunos hechos como la quiebra de uno de los mayores turoperadores del mundo, Thomas Cook; el cierre de la aerolínea de bajo coste Nowegian y el reajuste de Ryanair. Sin embargo, nada podía hacer prever imágenes como las de estos meses con miles de aviones aparcados tanto en aeropuertos activos como en aeródromos cerrados ante la falta de operaciones debido a la pandemia mundial del Covid-19.

Según Eurocontrol, el tráfico aéreo en Europa ha disminuido cerca del 91% operándose en 2020 diariamente 25.746 vuelos menos que en 2019. Así mismo, IATA pronostica una recesión económica en los próximos meses y pérdidas de producción dos veces mayores que en la crisis financiera de 2008.

En un primer momento, la falta total de ingresos de las aerolíneas les llevó a congelar nuevos pedidos, retrasar calendarios de entrega e incluso rechazar entregas de aviones por falta de tesorería. Todo ello conlleva impactos extraordinarios a nivel comercial, industrial y tecnológico.

De momento los principales fabricantes han reducido sus cadencias de fabricación de aviones en torno a un 35% de las existentes y alguno de ellos ya ha anunciado que estas medidas se extenderán hasta marzo de 2021 como mínimo.

Esta situación ha hecho temblar los cimientos de una de las industrias estratégicas de la región, el sector aeronáutico andaluz, que está compuesto por 124 empresas -la mayoría en el eje Sevilla-Cádiz- que viven en un 80% de la producción de Airbus, tanto en su rama militar como en la civil.

El sector aeroespacial andaluz facturó 2.530 millones de euros y empleó a 15.931 personas en el año 2018, según el informe elaborado por Andalucía Aerospace. Desde 2007, la facturación del sector se ha triplicado y el empleo es más del doble. El sector aeroespacial representa un 1,57% del PIB global andaluz. De hecho, en 2017, las exportaciones de aviones (3.293 millones de euros) se situaron por primera vez por encima de las de aceite (3.193 millones de euros).

El pasado mes de junio, el gigante aeronáutico europeo Airbus anunció un plan de recortes que ejecutará de aquí a un año y que supondrá la supresión de 15.000 empleos en todo el mundo, 900 de ellos en España, una medida sin precedentes para la empresa. “Es un plan sin precedentes en la historia de Airbus, pero podría haber sido peor. Tenemos que enfrentar la realidad de que un 40% de nuestra actividad ha desaparecido y llevará mucho tiempo que vuelva, así que hemos decidido tomar medidas ahora”, dijo el CEO de Airbus, Guillaume Faury.

Además, la estimación del grupo es que el tráfico aéreo no recupere niveles anteriores a la crisis sanitaria antes de 2023 e incluso 2025.

Esta reestructuración se suma al recorte de 722 puestos de trabajo en su negocio militar, por lo que la compañía tiene sobre la mesa la supresión de más 1.600 empleos directos en España en los próximos meses, con un gran impacto en Andalucía, donde la empresa prevé más de 400 salidas.

Airbus cuenta con cuatro plantas en la región. Actualmente, trabajan en las de Sevilla (San Pablo y Tablada) unos 4.600 empleados, 2.600 puestos directos y 2.000 de subcontratas. Además, en el CBC de El Puerto de Santa María hay otros 650 trabajadores, la mitad de ellos de subcontratas, mientras que en Puerto Real son 1.000 las personas que trabajan, casi 500 de ellos de Airbus.

Desde mayo hasta septiembre se aplica un Expediente de ERTE para casi el 90% de sus 470 trabajadores Puerto Real, planta que está en el aire en estos momentos por su especialización en los aviones civiles, los que más han sufrido esta crisis. Algo más despejado parece el futuro para la rama militar, aunque ha tenido que ralentizar su producción, incluido el montaje del A400M en Sevilla.

La reducción de la producción y los ERTE de Airbus se han trasladado a sus proveedores que también han recortado su actividad hasta el otoño, como mínimo. La burgalesa Aciturri, primer proveedor aeronáutico de máximo nivel (Tier 1) de capital español, ha bajado su actividad más del 40%. Alestis, que fue comprada hace un año por la empresa castellana, ha acordado junto con los sindicatos CCOO, UGT y ELA un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afecta al 80% de la plantilla de la compañía aeronáutica, 1.040 de los 1.376 empleados. Con el acuerdo, se ha conseguido repartir el impacto de esta suspensión de empleo a un mayor número de trabajadores.

Esta no será la única medida que aplicará la principal empresa andaluza del sector, que estudia unificar sus plantas de Sevilla en su centro de San Pablo -dejando el parque Aerópolis- y reorientar su trabajo en sus factorías gaditanas de Puerto Real y El Puerto de Santa María.

Peor son las circunstancias para buena parte de las 120 empresas auxiliares del sector, especialmente las de menor tamaño, que ven como no sólo cae la actividad, sino como las grandes empresas -incluida Airbus- asumen ahora trabajo que tenían externalizado, poniendo en peligro buena parte del sector.

El presidente del clúster empresarial Andalucía Aerospace, Antonio Gómez-Guillamón, muestra a elEconomista su “enorme preocupación por la falta de expectativas en estos momentos” y aunque valora los movimientos de Airbus “por su supervivencia y la de su cadena de suministro”, reconoce que hasta el 50% del sector está en el aire en estos momentos. A pesar de ello, señala que “es un sector con graves problemas, pero no un sector en declive”.

En términos parecidos se expresa el secretario de Políticas Sectoriales de CCOO-Andalucía, Juan Manuel Tejada, quien insiste en que es una “crisis puntual de un sector con gran futuro”. Por ello, pide tanto al Gobierno como a la Junta todas las medidas necesarias, incluida su participación temporal en empresas, con transparencia y control.