García Millán facturará 28 millones con sus gazpachos y salmorejos

La marca sevillana lidera el mercado andaluz acaparando el 50% de la cuota de mercado y es la segunda más consumida a nivel nacional. El reto de la compañía es adelantar a su principal competidor, Alvalle, en los próximos años

En Andalucía el verano está marcado por el sabor del gazpacho y el salmorejo, dos sopas frías tradicionales que se elaboran en los hogares desde la época de Al-Ándalus. “Es muy difícil vender gazpacho industrial a un andaluz”, comenta a elEconomista Andalucía el director general de Salsas de Salteras, Luis García. Aunque lo cierto es que su empresa consiguió ese complicado reto hace ya diez años y ahora es líder del mercado.

La compañía sevillana comenzó su andadura en 2009 elaborando salsas y un año después comenzó a producir gazpacho y salmorejo bajo la marca García Millán.

“Nuestro producto está muy valorado por los consumidores, siempre tenemos muy buenos comentarios”, señala el gerente de la compañía. Actualmente, el gazpacho y el salmorejo García Millán lideran el mercado en Andalucía acaparando el 50% de la cuota del mercado. A nivel nacional la marca andaluza ocupa el segundo puesto, por detrás de la murciana Alvalle, y abarca el 15% de la cuota de mercado. Uno de los principales retos de la compañía es conseguir extrapolar el liderazgo total de Andalucía al país entero.

En este 2020 tan complejo la empresa ha logrado aumentar su producción un 15% y comercializará 14 millones de litros de gazpacho y salmorejo. En el mismo porcentaje crece la facturación, que según las previsiones del gerente, se situará este año entre los 27 y los 28 millones de euros.

Los productos de García Millán se comercializan en toda España por dos vías, en el canal HORECA a bares y restaurantes y en alimentación a través de grandes cadenas de distribución como Mercadona, Lidl, Aldi, El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo, Grupo Hermanos Martín, Ahorramás, Cash Lepe o Día, entre otros. A pesar de que este año las ventas en la hostelería se han visto mermadas, ese descenso se ha compensado con un incremento en el sector de la alimentación.

A pesar de que la empresa elabora otros productos, el 90% de su facturación proviene del gazpacho y el salmorejo. De hecho, en verano, que es la temporada alta de las sopas frías, la compañía dobla su plantilla pasando de 35 empleados hasta más de 60.

Receta tradicional y materia prima de alta calidad están detrás del éxito de estos gazpachos frescos. “Nuestro secreto es hacer las cosas con cariño y exactamente igual que como se hacen en casa. Nuestro proceso de fabricación trata simplemente de mezclar los ingredientes, batirlos, filtrarlos y enfriar. Igual que lo hace un ama de casa, pero a escala industrial”, explica el gerente de la empresa.

En Andalucía García Millán es la marca más conocida y una de las mejor valoradas por los consumidores. “Estamos vendiendo gazpacho industrial en la cuna del gazpacho. Es como venderle paella a un valenciano, un producto que tiene una implantación cultural tan importante en Andalucía, donde todos nos hacemos nuestro gazpacho y salmorejo, conseguir que nuestras ventas tengan ese nivel es un logro mayúsculo”, destaca el gerente

Para elaborar sus productos, García Millán apuesta por la materia prima de cercanía, fomentando la agricultura local y el comercio de kilómetro cero. Aceite oliva Virgen Extra de Jaén, tomates, pimientos y pepinos de Cádiz y Sevilla forman la receta de los gazpachos andaluces que pretenden liderar el mercado nacional.

La empresa lleva más de seis años aumentando su volumen de negocio a doble dígito y las previsiones apuntan a que el ritmo de crecimiento se mantendrá en los próximos ejercicios. El objetivo de la empresa es mantener su posición en Andalucía y seguir creciendo en toda España.