Empresas e industria competitiva: palancas para salir de la crisis

El origen sanitario de esta crisis es lo que la hace tan nociva y virulenta. España no podría permitirse un nuevo rebrote que nos llevara a otro estado de alarma, pues sería la puntilla para nuestra maltrecha economía. Las consecuencias más llamativas generadas por el Covid-19 y que más daño están haciendo a nuestra economía, son, entre otras, la pérdida de actividad empresarial, el sobreendeudamiento y el alto nivel de paro que se nos viene encima.

La solución a la crisis debe venir de la mano de la empresa, que es la única que puede generar actividad, empleo y bases impositivas positivas para hacer frente a los niveles de endeudamiento que vamos a alcanzar.

Durante mi comparecencia en la Comisión de Reconstrucción del Parlamento de Andalucía este mes de julio, señalé como fundamentales las políticas de oferta que aumenten la productividad, la competitividad, el consumo y la actividad empresarial, de manera que se genere empleo. Debemos dedicar una parte importante del presupuesto público a estas cuestiones mediante avales, líneas de liquidez, ayudas a la internacionalización, a la digitalización, etc. Por otro lado resulta fundamental no incrementar la presión fiscal. Si se ahogan las economías domésticas y las empresas con impuestos, desaparecerán el consumo y la actividad empresarial. Pero las políticas de oferta deben venir acompañadas, obligatoriamente, de una revisión presupuestaria y eliminación del gasto superfluo en todas las Administraciones Públicas. Me consta que en Andalucía se está trabajando en esta línea.

Por último existen dos sectores, la industria y la construcción, que podrían actuar como tractores de la economía y contribuir a generar actividad y a absorber una parte importante del desempleo que originará el turismo, sin posibilidad de recuperación a C/P y M/P. Animo a las administraciones públicas a diseñar escenarios atractivos para el desarrollo de la actividad industrial y a agilizar aquellas inversiones encaminadas a aportar competitividad empresarial. Sirvan como ejemplo los proyectos de valorización energética que contribuyen a la competitividad de las plantas industriales de fabricación de cemento.