Siempre nos quedará el Espacio

En un año tan complicado en lo sanitario y en lo económico como ha sido 2020, es importante poner el foco en sectores, con el del Espacio, que han demostrado su resiliencia frente a una crisis mundial sin precedentes y que abren nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento.

En 2019, el sector Espacio en España facturó 863 millones de euros (0,5% del PIB nacional) y empleó a 4.230 personas, siendo dos terceras partes de ellos titulados universitarios. Es un sector altamente intensivo en I+D, como demuestra que reinvierte el 11% de sus ventas en estas actividades, 7 veces por encima de la media nacional. El 80% de sus ventas son exportaciones y su productividad es 3 veces la media nacional. Afortunadamente, las previsiones para el cierre de 2020 apuntan a que continuará este crecimiento.

España está muy bien posicionada en todos los segmentos tradicionales del sector, destacando en los de terreno y vuelo. No podemos dejar pasar las grandes oportunidades que se abren en el nuevo marco en el que la Unión Europea ha declarado al sector Espacio como estratégico y que jugará un papel muy relevante, no solo en observación terrestre y comunicación, con los programas Copernicus y Galileo, sino también en materia de defensa y seguridad. Los futuros programas tanto de la Agencia Espacial Europea como Horizonte Europa destinarán al Espacio una importante dotación presupuestaria. Además, existen grandes oportunidades en el New Space, que abre un abanico casi infinito de posibilidades para el desarrollo de aplicaciones de tecnologías empleando datos satelitales. Las oportunidades de negocio son múltiples: por ejemplo, la conducción autónoma, donde la industria española, y en concreto la empresa miembro de CTA GMV, está desarrollando sistemas de posicionamiento GNSS. Otras muchas soluciones llegarán pronto, como el acceso universal a la educación, gracias a iniciativas como OneWeb, que promueve que el internet de alta velocidad llegue a cualquier parte del mundo y donde se incluyen desarrollos tecnológicos de la empresa andaluza Solarmens. También serán posibles gracias al Espacio nuevas soluciones en telemedicina, turismo, turismo espacial, mejoras medioambientales, en el transporte, en agricultura, etc. No solo afecta a las empresas aeroespaciales sino a las de otros sectores, como las TIC, capaces de explotar los datos que las nuevas constelaciones de satélites proporcionan.

Desde CTA, participamos en dos proyectos europeos que apoyan al sector, como connectEO, donde promovemos la cooperación entre pymes europeas de observación terrestre y la industria chilena y australiana en los sectores marítimo-marino y agrícola, o Galactiva, donde vamos a potenciar la creación de cadenas de valor entre pymes innovadoras del sector aeroespacial y el sector textil. Tenemos una importante oportunidad en el sector Espacio. Debemos convencer a los desarrolladores de TIC para que se sumen al reto y seamos pioneros en dar soluciones a una sociedad que demanda cada vez más conectividad y más aplicaciones que “provienen de las estrellas”.