La dependencia del turismo agrava la crisis por encima de la media española

La región se enfrenta a una caída económica superior al resto del país por su débil tejido productivo y su frágil mercado laboral

Andalucía es la comunidad española que menos ha sufrido los efectos de la pandemia global que afecta a los cinco continentes. A pesar de superar los 1.100 fallecidos y más de 13.000 contagiados en esta comunidad, estas cifras son muy inferiores a las registradas en el conjunto del país, donde se superan los 23.000 muertos y los 210.000 contagiados. La región, con cerca de nueve millones de habitantes -casi el 20% de la población española- contabiliza menos del 5% de los fallecidos y del 10% de los contagiados a nivel nacional. De hecho, la tasa de incidencia en Andalucía es de 31 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la cifra para España es de 131 casos. A esta baja situación andaluza debe sumarse el hecho de que tres provincias -Málaga, Sevilla y Granada- suman casi el 60% de los afectados en toda la región. En el lado opuesto destacan provincias como Huelva o Almería, donde la incidencia del coronavirus está siendo mínima.

Sin embargo, a pesar de ser la comunidad con menor afección por la crisis sanitaria, Andalucía podría ser la región más afectada por la crisis económica provocada por el parón de la actividad productiva durante el Estado de Alarma, con ocho semanas de confinamiento de la población, hasta el 10 de mayo -en estos momentos- y su posterior desescalada.

En el pasado número de la revista de elEconomista Andalucía, el 24 de marzo, el consejero de Economía de la Junta, Rogelio Velasco, ya apuntaba que esto podría ocurrir, y desde entonces las diferentes previsiones tanto de instituciones de la región como organismos internacionales han ido confirmando los peores augurios en torno a la virulencia de esta nueva crisis económica, que será más aguda que la de 2008 en el corto plazo, aunque con la confianza puesta en un rebote en 2021 que, en cualquier caso, no será suficiente para reparar la caída de este año.

Así, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un descenso real del PIB del 8% en España en 2020, muy por debajo del crecimiento esperado a principios de año (1,6%). A nivel mundial el recorte en la previsión de crecimiento ha sido de 6,3 puntos, estimando una caída real del PIB del 3% en 2020, la mayor caída desde la Gran Depresión de 1930.

Para 2021, el FMI prevé una recuperación de tasas positivas, siendo el crecimiento de la economía española del 4,3%, revisando al alza en 2,7 puntos porcentuales lo pronosticado en enero (1,6%). A nivel mundial se espera un crecimiento del 5,8%.

Por su parte, el Banco de España, en su Boletín Económico 2/2020, publicado el 20 de abril, calcula que el PIB nacional podría caer entre un -6,6% y un -13,6%, en función de la duración del Estado de Alarma y la velocidad de la recuperación tras su finalización.

Con estas referencias, las distintas previsiones hechas para Andalucía varían enormemente en función de la evolución de la crisis sanitaria y, sobre todo, de las decisiones políticas que ahora se tomen con respecto a sectores fundamentales en la comunidad como el turismo, la restauración, el ocio y los servicios, especialmente el comercio.

Así, el último informe del Observatorio Económico Semanal de la Junta de Andalucía considera que, si el actual Estado de Alarma finalizara el 10 de mayo, el Producto Interior Bruto de Andalucía (PIB) podría situarse entre el -5% y el -6,7%.

El consejero ha insistido en que teniendo en cuenta los escasos indicadores reales disponibles durante las últimas semanas se trata de una estimación, y no de un análisis. Así, ha manifestado que, si la situación económica se normalizara tras ocho semanas de confinamiento, nos podríamos encontrar ante dos escenarios. El primero de ellos sería que el Valor Añadido Bruto (VAB) de las actividades que se vieron obligadas a parar por el cierre total de dos semanas se recuperara en la segunda mitad de este año. En ese caso, la economía andaluza restaría 6,5 puntos al PIB previsto (que era de +1,5%), por lo que el índice final podría situarse en el -5%.

El segundo de los horizontes previstos es que la recuperación de los sectores afectados por el cierre total no llegue durante la segunda mitad del año. En ese caso la caída podría pronunciarte 8,2 puntos, previéndose, por tanto, un PIB del -6,7% anual este ejercicio.

En ambas hipótesis se ha considerado que la actividad se normalizará al finalizar el periodo de confinamiento, por lo que estos resultados deben considerarse como de mínimo impacto. Una vez se tenga más información sobre cómo va a ser el proceso de desescalada del confinamiento se podrá ir aproximando con mayor precisión los efectos de la crisis del coronavirus en la economía andaluza durante el presente ejercicio.

También pesimista se muestra el rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), José Ignacio García. Este catedrático de Economía es uno de los tres autores de un informe de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) que señala que “la crisis afectará más a Andalucía por sus problemas estructurales en el mercado de trabajo”. Así, el informe señala que el Estado de Alarma ha afectado ya a un millón de trabajadores andaluces. Más de 616.000 son las personas ocupadas en los sectores de actividad que se han visto paralizadas. A estos hay que sumar otros 405.000 trabajadores que solían ser contratados en estos meses de alta actividad en la región y que no serán llamados.

Por su parte, el catedrático Francisco Ferraro ha elaborado unas previsiones más inquietantes, ya que considera que el PIB andaluz puede sufrir una contracción superior al 15% en 2020, “en el escenario más optimista”, es decir, contando con el control de la pandemia y que tras la “caída inicial económica pronunciada durante un mes, hubiera un valle de tres o cuatro semanas y una recuperación gradual hasta el primer trimestre de 2021, cuando se podría alcanzar un nivel de producción semejante al primer trimestre de 2020”. A su juicio, las mayores limitaciones para una recuperación inmediata vendrán por el lado de la demanda, tanto por la reducción de la externa -exportaciones y turismo-, como de la interna
-consumo e inversión-. Sin embargo, no cree que Andalucía deba sufrir más la crisis económica que el resto del país una vez superada la pandemia.