Inmigrantes y parados recogerán la cosecha este año

La medida aprobada por el Gobierno garantiza los temporeros y salva la campaña de recogida de la fresa en Huelva y del ajo en Córdoba

Los efectos del Coronavirus siguen azotando con fuerza al campo andaluz. La primera gran víctima de la pandemia en la agricultura de la región fue la flor cortada, pero las pérdidas se han ido sucediendo por el resto de los sectores. La crisis sanitaria que ha parado al mundo entero ha mermado notablemente la mano de obra en el campo andaluz, basada en gran medida en trabajadores extranjeros.

El cierre de fronteras en Marruecos y la limitación de movimientos dejó prácticamente sin temporeros al campo andaluz a las puertas de grandes campañas de recolección como la fresa de Huelva o el ajo de Córdoba, ambas dependientes de la mano de obra extranjera.

Según las primeras estimaciones de agricultores y empresarios, para la campaña de la recogida de fresa de este año hacían falta unos 90.000 jornaleros, de los que en principio 40.000 iban a ser españoles y el resto extranjeros, principalmente jornaleras llegadas de países como Rumanía, Bulgaria y Marruecos. La pandemia rompió de golpe estas estimaciones dejando en el aire la principal campaña de la provincia de Huelva y uno de los cultivos más importantes de la agricultura andaluza.

Otro de los cultivos que deja en el aire la falta de temporeros es el ajo, cuya recolección comienza en mayo y se extiende hasta mediados de junio. La producción de ajo andaluz, la segunda más importante de España después de Castilla-La Mancha, se centra principalmente en la provincia de Córdoba, pero también cuenta con algunas hectáreas en zonas de Sevilla y Málaga.

La principal característica de la cosecha del ajo es que necesita mucha mano de obra en poco tiempo, los productores organizan cuadrillas de unos 200 jornaleros que sacan los ajos de la tierra y los transportan a las naves de preparación. En apenas un mes y medio que dura la campaña de recogida, se generan casi 500.000 jornales, cubiertos mayoritariamente por trabajadores de Rumanía y Marruecos.

Cosechas que se quedaban sin recoger y unas cifras del paro que no paran de crecer ante la continua sucesión de ERTE y ERE en miles de empresas de toda Andalucía afectadas por la parálisis económica del Estado de Alarma. Ante esta situación sin precedentes el Gobierno decidió aprobar una medida excepcional para garantizar la recogida de la cosecha y ayudar a los desempleados.

El Consejo de Ministros aprobó a principios de mes una medida “excepcionalmente temporal” para permitir a los desempleados que cobran algún tipo de prestación trabajar como temporeros agrarios y compatibilizar ese sueldo con el subsidio del paro.

“Esta compatibilización entre la prestación por desempleo y el sueldo de temporero permite asegurar la recolección en las explotaciones agrarias, la producción de los eslabones posteriores de la cadena y el abastecimiento de la población, ante una caída acusada de la oferta de mano de obra por las limitaciones sanitarias y de movilidad causadas por la crisis sanitaria”, explicó el ministro de Agricultura Luis Planas.

Según este decreto, pueden ser contratados como jornaleros tres sectores fundamentales, los desempleados, los trabajadores inmigrantes y los jóvenes de fuera de la Unión Europea que estén en situación regular en España. En el primer colectivo se abarcan además de los parados cobren o no prestación, los autónomos y los trabajadores afectados por algún ERTE. En el caso de los migrantes, se podrán contratar a jornaleros cuyo permiso de trabajo esté comprendido entre la declaración del Estado de Alarma y el 30 de junio y el Gobierno otorgará prórrogas si es necesario.

El ministro de Agricultura insistió en que esta norma, que estará en vigor hasta el 30 de junio, es necesaria por el cierre de la frontera decretado por Marruecos, país de donde provenían la mayoría de los temporeros, y para garantizar, además del abastecimiento nacional de alimentos y el mantenimiento de las exportaciones, que en el caso de Andalucía suponen una parte importante de la producción agrícola.

Tanto las organizaciones agrarias como los empresarios habían solicitado al gobierno medidas para garantizar la mano de obra en las cosechas andaluzas.

La Federación de productores y exportadores de frutas y hortalizas (Fepex) valoró la aprobación por el Gobierno de medidas para favorecer la contratación temporal de trabajadores, aunque considera que serán “insuficientes” para hacer frente a toda la demanda de temporeros que necesita el sector.

“Valoramos el interés del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y su rápida respuesta a la petición que le hicimos para solucionar el problema de mano de obra en las campañas de fruta de hueso, ajo y cebolla, pero tememos que el resultado no va a ser el esperado por el sector”, indicó el secretario general de Fepex, José María Zalbidea. Así, el campo andaluz trata de resistir los embistes de esta crisis para seguir garantizando el suministro de frutas y verduras.