Fin de curso ‘online’ para 210.000 universitarios

Se mantiene el calendario de exámenes previsto, pero se prioriza la evaluación continua. Los campus virtuales se adaptan para dar respues a la nueva metología.

Las aulas de las universidades andaluzas se quedaron completamente vacías a mediados de marzo y así seguirán, en principio, hasta el próximo curso. Las dudas de los más de 210.000 estudiantes de la región quedaron despejadas a principios de este mes cuando el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, y los rectores de las diez universidades públicas acordaron suspender definitivamente las clases presenciales y mantener la docencia online hasta la finalización del presente curso académico.

Para dar respuesta a las nuevas exigencias planteadas durante la crisis del Covid-19 que impide a los alumnos desarrollar sus estudios con normalidad, la Junta, las universidades públicas y la Dirección de Evaluación y Acreditación -como órgano externo de evaluación del sistema universitario andaluz- han alcanzado un acuerdo que establece que se mantendrá el calendario académico previsto y prior izará la docencia online y la evaluación continua en la etapa de educación superior.

Velasco ha expuesto que el acuerdo alcanzado en Andalucía se sustenta en un documento marco compartido de principios para mantener la “cohesión, solidez y calidad” del sistema académico durante la excepcionalidad que marca el final del curso 2019-2020.

Este texto establece como objetivo que el estudiante pueda cursar las asignaturas en la que está matriculado y ser evaluado en las fechas previstas en el calendario académico, sin sufrir retrasos en la terminación del presente curso académico o tener que trasladar las asignaturas al próximo.

Tras ese consenso entre la Administración y las instituciones académicas, cada universidad debe aprobar sus criterios académicos de adaptación válidos para todas las titulaciones y elaborar anexos a las guías docentes con los cambios que se acuerden.

Por otro lado, la Consejería explica que las clases impartidas de manera online y en tiempo real se adaptarán a los horarios en los que estaban previstas las clases presenciales. Cuando los medios tecnológicos lo permitan, se facilitará la grabación de las sesiones de docencia para que los estudiantes con dificultades para asistir en la hora programada puedan acceder a las clases grabadas.

Estas medidas han obligado a todas las universidades, tanto públicas como privadas, a adaptar en tiempo récord toda su metodología digital para poder dar respuesta a esta nueva modalidad de clases, que se venía realizando en algunos casos puntuales, pero nunca se había llevado a cabo de manera generalizada.

Este reto tecnológico también ha dejado al descubierto una brecha digital que en Andalucía sigue existiendo y que pone en peligro los estudios de algunos alumnos, que con las universidades y las residencias cerradas no pueden acceder a la tecnología necesaria o disponer de una buena conexión a Internet que les permita seguir el nuevo ritmo de las clases.

En este sentido, el consejero ha remarcado que ha llegado a un acuerdo con Vodafone para repartir 1.000 tarjetas SIM para la conexión de universitarios becados de las nueve instituciones académicas públicas -universidades de Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Granada, Jaén, Málaga, Sevilla y Pablo de Olavide- que no tienen posibilidad o tienen dificultades de acceso a internet.

Esta iniciativa se enmarca dentro del programa de Bono Social con que el Vodafone ayuda a colectivos en riesgo de brecha digital. Las universidades serán las encargadas de repartir las tarjetas entre los alumnos que precisan estos dispositivos.