El cierre de los restaurantes hunde a la ganadería

Los productores estiman que la crisis generará pérdidas del 40% en las explotaciones. Caprino, porcino ibérico y vacuno son los más afectados por la caída de las ventas.

La crisis provocada por la pandemia del Coronavirus y la parálisis económica del Estado de Alarma también ha llegado a la ganadería andaluza. Con todos los bares y restaurantes cerrados las ventas de carne han caído drásticamente provocando importantes pérdidas económicas en las explotaciones ganaderas.

Más del 40% de la producción del sector cárnico y lácteo de Andalucía va destinada al canal HORECA por lo que el cierre de los hoteles y restaurantes ha reducido drásticamente las ventas de los productores y algunos de ellos no logran dar salida a sus productos. A pesar de que las tiendas y supermercados siguen vendiendo carne, algunas especies como el cordero, el vacuno o el cerdo ibérico suelen consumirse principalmente en restaurantes por lo que las ventas ahora son casi inexistentes.

“Lo estamos pasando muy mal, todos los sectores ganaderos están afectados, aunque el lácteo y el caprino son los que están sufriendo las peores consecuencias. Los animales siguen comiendo y produciendo, pero los productos no se venden”, ha explicado a elEconomista Andalucía, Antonio Rodríguez, responsable de Ganadería de Coag Andalucía, que cifra el volumen de pérdidas económicas en un 40%. En la misma línea se posicionan el resto de organizaciones agrarias, que coinciden en reclamar a las administraciones públicas medidas que logren paliar las consecuencias de esta crisis que ha puesto en jaque el futuro de la ganadería andaluza. Desde UPA han explicado que las ventas de carnes delicatessen se ha estancado y prácticamente solo hay mercado para el porcino blanco y el pollo. En el sector lácteo, con las queserías bajo mínimos de producción y las cámaras llenas por la ausencia de ventas para hostelería, se están dando excesos de leche, por lo que el precio ya ha comenzado a desplomarse.

“La producción de leche de cabra es estacional, más en primavera y menos en invierno. Durante la estación fría tuvimos un precio de la leche de cabra por encima de la media de los últimos años, lo que auguraba una primavera con buenas expectativas. Sin embargo, ahora los precios se han desplomado”, han indicado desde la organización.

Durante los meses de marzo y abril de 2019 la leche de cabra rondaba los 0,70 euros el litro y este año no pasa de 0,50 euros el litro. Tomando como referencia la leche producida en 2019 durante marzo (22.194.000 litros) y abril (23.809.000 litros), las estimaciones de UPA advierten de que los ganaderos de caprino de Andalucía van a perder este año más de 9 millones de euros.

Al problema de la caída de precios, se suma la paralización de la demanda de quesos artesanales, productos que además de en el sector HORECA tenían salida en mercados locales y en el pequeño comercio. “Al cesar esta actividad y limitar los desplazamientos, esta vía se ha ralentizado llegando casi a desaparecer”, han indicado desde UPA.

Ante esta situación de parálisis de ventas algunos productores han decidido reinventar nuevas fórmulas de comercialización para dar salida a sus productos. La venta online y la entrega de pedidos a domicilio se han convertido en la tabla de salvación para muchos ganaderos.

Este es el caso Juan Ocaña, propietario de la Quesería Sierra Crestellina de Casares (Málaga), una explotación de cabras de raza Payoya que vendía sus productos a los principales restaurantes de la Costa del Sol y que tras ver como sus ventas se frenaron por completo, decidió poner en marcha un servicio de entrega a domicilio. En pocos días las ventas de este queso artesano se multiplicaron logrando salvar a esta explotación, que además trabaja para evitar la extinción de la cabra payoya.

Los ganaderos lamentan que la venta a domicilio no es factible en el sector cárnico y exigen medidas concretas que logren salvar a un sector clave de la economía andaluza, que además juega un importante papel en la lucha contra la despoblación rural.