Dani Valero

Fabricar baterías, el sueño del automóvil valenciano

Diez inversores analizan el proyecto impulsado por la Generalitat, para el que Almussafes ofrece 700.000 metros cuadrados junto a la planta de Ford

La Generalitat Valenciana avanza en su proyecto para la construcción de una gigafactoría de baterías en la autonomía, anunciado en 2019. Fuentes del Gobierno valenciano indican que la iniciativa, que se enmarca en los planes de la Unión Europea para el desarrollo de entre diez y 20 grandes fábricas de este tipo en el continente -para abaratar los costes y reducir la dependencia de la producción asiática-, ya está sobre la mesa de diez firmas industriales interesadas en su desarrollo. Además, el Ayuntamiento de Almussafes, donde se encuentra la planta española de Ford, ya ha ofrecido 700.000 metros cuadrados de suelo industrial para su construcción. La localidad parte como enclave favorito al albergar la fábrica de la firma americana, que sería -al contar con cuatro vehículos electrificados ya asignados- el principal cliente de las baterías.

La producción de baterías está llamada a ser la solución industrial para el sector del automóvil, que en España se centra actualmente en la fabricación de vehículos de motores diésel y gasolina y pasa por momentos difíciles, como ha quedado de manifiesto con el anuncio del cierre de las plantas de Nissan en Barcelona tras el duro impacto del Covid-19 en la automoción. Es por ello que el Gobierno presidido por el socialista Ximo Puig aspira al desarrollo en su territorio de este proyecto. Fuentes del Ejecutivo valenciano precisan que ya han desarrollado un “análisis de capacidades” para identificar los elementos que es capaz de aportar la región -tales como la capacidad de ensamblaje de las baterías, la producción de electrolitos o celdas, o el desarrollo de inteligencia artificial-.

Estudio económico-financiero

A su vez, las mismas fuentes agregan que el Gobierno autonómico contratará en los próximos meses “un estudio económico-financiero”, cuya contratación se ha visto retrasada por el estado de alarma del Covid-19. A la espera de que este documento ponga negro sobre blanco las principales cifras del proyecto, el Ejecutivo ya ha iniciado la labor comercial para captar la inversión privada que desarrolle la iniciativa con el apoyo de las administraciones españolas y comunitarias. Al respecto, la Generalitat indica que ya conversa con un total de diez firmas industriales, fundamentalmente valencianas ,pero de carácter multinacional, para el desarrollo de la gigafactoría.

En caso de prosperar este ambicioso proyecto, la ubicación del mismo dependerá de los intereses del inversor privado. Pero ya hay un enclave que parte como favorito. Se trata de la localidad de Almussafes, donde se encuentra la planta española de Ford. El ayuntamiento del municipio anunció este lunes en un comunicado que ha incluido el desarrollo de la gigafactoría de baterías en su “memoria climática”, encargada para planificar su modernización industrial.

Ahorro de 30.000 toneladas de CO2

Según explicó al respecto el alcalde de Almussafes, Toni González, la ubicación de la gigafactoría en el municipio “ahorraría la emisión de hasta 30.000 toneladas de CO2 a la atmósfera”, gracias a la proximidad del cliente final. “Asimismo, el ahorro en kilometraje anual, gracias a la concentración productiva que ofrece la planta de Ford en Almussafes, ofrecería una mejora que podría alcanzar hasta un 10% del coste de cada vehículo eléctrico fabricado, teniendo en cuenta el peso tan relevante de los costes logísticos en el cómputo de los precios finales que paga el cliente”, agregó.

“Es indudable que por motivos económicos, logísticos y estratégicos, Almussafes es la ubicación idónea para dicha industria. En nuestro municipio disponemos de 700.000 metros cuadrados de suelo industrial para acoger tanto la gigafactoría, como el resto de empresas auxiliares”, precisó el dirigente. La gigafactoría, según las estimaciones de la Generalitat Valenciana, requiere de alrededor de 500.000 metros cuadrados. Según la memoria ambiental municipal, encargada a la consultora Evren, la Unión Europea prevé que hasta el año 2025 será necesario incrementar la oferta de energía almacenada en baterías hasta los 250Gw/hora anuales, muy por encima de la actual capacidad de producción industrial del Viejo Continente.