Miriam González

Los avances de la vacuna proyectan la luz al final del túnel

En el peor año para el Turismo, el anuncio de la vacuna de Pfizer renueva las esperanzas de un sector que sigue necesitando ayudas urgentes.

Mucho se ha hablado ya del sablazo que ha supuesto la llegada del coronavirus a un sector, el turístico, que representa el 12,5% del PIB de nuestra economía. Por eso, el anuncio de Pfizer y BionTech sobre los resultados de un 90% de eficacia de la vacuna ha supuesto también un tsunami -pero esta vez en positivo- en cuanto a las expectativas del sector, que empieza a ver, por fin, las primeras luces en este túnel de incertidumbres. De hecho, la Bolsa no tardó en reaccionar y a la subida histórica del Ibex 35 -un 8,57%, la mayor de la década- contribuyó en gran parte la euforia de las empresas turísticas. Las mayores subidas estuvieron protagonizadas por empresas relacionadas con el turismo y los viajes: Meliá (+37,08%), eDreams Odigeo (+29,44%), IAG (+26,07%), NH Hotel Group (17,83%), Amadeus (+15,47%) o Aena (+14,89%).

Gabriel Escarrer, presidente de Exceltur y CEO de Meliá, ha calificado la noticia como “el anuncio del siglo”, aunque subraya que todavía hay que resistir para llegar al final del túnel. Al fin y al cabo, la patronal estima las pérdidas en 106.000 millones de euros menos en 2020, una caída del 69,9% respecto al año anterior. Por ello, desde Exceltur también se recuerda que sigue haciendo falta un plan de salvamento y reconstrucción urgente por parte del Gobierno en el que se sumen los esfuerzos de la colaboración público-privada.

Porque el anuncio de la vacuna supone un poco de luz en medio todavía de muchas incertidumbres. La última ha llegado en forma de segunda ola de pandemia y la declaración de un segundo Estado de Alarma, con el consiguiente toque de queda a nivel nacional -salvo en Canarias- y las restricciones de movilidad prácticamente en todo el territorio por los cierres perimetrales. Y a la espera de la evolución de incidencias, la mayor parte del sector se mantiene en stand by con la vista puesta en que la Navidad salve algo de lo que queda de año. Tanto es así que la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) ha solicitado al Gobierno poder ajustar su potencia energética de forma flexible, un ahorro que puede suponer a los alojamientos entre 2.000 y 3.000 euros al mes. Y ahora, cualquier medida para aliviar gastos es bienvenida.

El espejismo canario

En este panorama Canarias ha vivido durante unos días el espejismo de la vuelta de la actividad y la remontada en su temporada alta. A mediados de octubre TUI, el mayor turoperador del mundo, anunciaba su vuelta a las islas con vuelos desde Alemania a Tenerife, Lanzarote, Gran Canaria y Fuerteventura. Después se animarían otros turoperadores, también británicos, como Jet2.com y su turoperador Je2tHolidays. Más tarde, tanto Alemania como Gran Bretaña, así como otros países nórdicos, sacaron al archipiélago canario de la lista negra de destinos desaconsejados a sus nacionales. Y, por lo tanto, la eliminación de la barrera de las cuarentenas. Una bomba de oxígeno que daba alas a las previsiones del gobierno canario de recuperar el 50% de los viajeros del año anterior y que supuso, según la agencia Destinia, que se quintuplicaran las reservas desde Reino Unido a Canarias en un solo día, con un aumento de búsquedas del destino canario del 30%. Eso sí, los alemanes se mantuvieron más cautos. La alegría ha durado poco porque debido al azote de la segunda ola, los gobiernos europeos han vuelto a decretar medidas para contener la pandemia, entre las que se encuentran las restricciones de movilidad. De nuevo, el jarro de agua fría ya que la prohibición, en el caso de Reino Unido, tiene vigencia hasta el 2 de diciembre. Como consecuencia, los turoperadores británicos han vuelto a replegarse hasta nuevo aviso. A pesar de todo, los hay que siguen apostando por las Islas Afortunadas: la división de cruceros de TUI volvió a desembarcar pasajeros en el puerto de Las Palmas el pasado 10 de noviembre.