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El camino que aún queda por recorrer hasta la llegada de la ansiada vacuna

Los avances en la vacuna del Covid-19 anunciados por Pfizer y BionTech han supuesto la primera noticia positiva para el sector turístico desde la expansión de la pandemia hace ya casi nueve meses. Un anuncio que debe tomarse con cautela obligada, pero que al menos da esperanzas para un control del virus y posibilitar una convivencia con la enfermedad que permita reinstaurar, progresivamente, la movilidad de los ciudadanos y, en consecuencia, reactivar el turismo, del que la economía de países como España tiene una dependencia enorme.

Las bolsas premiaron la noticia con alzas históricas el pasado 9 de noviembre. Todas las industrias recibieron con los brazos abiertos la noticia, pero muy especialmente lo hicieron las empresas turísticas, cuya actividad desde el pasado mes de marzo se ha hundido en la mayoría de los casos hasta niveles no recordados.

Ahora bien, para que la ansiada vacuna sea una realidad y, sobre todo, para que haya capacidad para una inmunización masiva, aún queda bastante tiempo. Es por ello que el sector turístico demanda muchas más medidas por parte de los gobiernos para poder convivir con el virus y evitar la destrucción de una parte muy relevante de la economía mundial. Mayor prevención, más y mejores rastreos y más tests son recetas imprescindibles para dar confianza a los ciudadanos y poder abrir corredores seguros.

En paralelo, las empresas turísticas requieren de un plan de contingencia que les ayude a superar el golpe económico que la pandemia les está asestando y que, desgraciadamente, aún lo seguirá haciendo por muchos meses o incluso años. En el caso de España, tras ocho meses, las organizaciones empresariales siguen denunciando la falta de medidas por parte del Gobierno español, al que denuncian también la falta de certidumbre en sus decisiones. La extensión de los ERTE será una obligación a partir del 31 de enero para un sector que ya no puede recuperar lo perdido y las rebajas fiscales han de ser, a juicio de los empresarios, otra de las medidas imprescindibles. Piden lo que ya se ha hecho en otros países europeos.

En ese plan de choque deberá jugar un papel primordial el fondo de reconstrucción de la Unión Europea. El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, revela en una entrevista en estas páginas que el Gobierno destinará directamente al sector turístico un volumen de 3.400 millones de euros procedentes de este mecanismo. Una cantidad a la que sumarían otras partidas milmillonarias con impacto indirecto en la actividad turística como son las infraestructuras o la seguridad. Con ello entiende el Ejecutivo que acerca las ayudas a los 30.000 millones que demanda el sector.