El seguro también ayuda a financiar una empresa

La crisis provocada por el coronavirus y las medidas de paralización económica tomadas para evitar su propagación han afectado de lleno a las empresas españolas. A pesar de la reapertura de la actividad, son muchos los negocios que no han podido reabrir la persiana. Y los que sí lo han hecho, lidian con las restricciones de aforo y con la incertidumbre de las medidas que se tomarán si siguen disparándose los brotes activos de la enfermedad.

En este contexto, la liquidez es fundamental para que una empresa pueda continuar funcionando, aunque se reduzca su volumen de negocio. Pero conseguir financiación en tiempos de incertidumbre como los actuales puede ser una tarea difícil cuando no se convierte en una misión imposible.

Empresas constituidas y disueltas en el año

De acuerdo con los datos de Iberinform, en lo que llevamos de 2020 se ha disuelto 19.220 empresas. Una cifra significativa, aunque un 19% menos que en el mismo periodo de 2019. Por su parte, la creación de empresas se sitúa en las 48.306 entidades, un 24% menos que un año antes. Estos datos indican que los emprendedores se lo piensan dos veces antes de lanzarse a poner en marcha sus proyectos.

Pero los que sí se atreven a comenzar un negocio, o a continuar con su empresa, pueden conseguir liquidez de múltiples formas, incluida el seguro. Los bancos han vuelto a poner en marcha la concesión de créditos, ya sea con el aval del ICO o sin él, y otras líneas de financiación como créditos al comercio exterior, las líneas de renting y leasing, microcréditos o el adelanto de facturas.

Además del ICO, que ofrece financiación avalada por el Estado a las empresas más afectadas por el Covid-19, los empresarios pueden acudir a las diferentes sociedades de garantía recíproca que operan a nivel local o autonómico para garantizar financiación.

Fuentes de financiación alternativa y privada

Otras fórmulas para conseguir financiación que no todos los empresarios utilizan son las alternativas surgidas al amparo del desarrollo de la economía digital. Desde la microfinanciación, pedir financiación a comunidades de futuros usuarios o clientes, a menudo a cambio de productos o servicios en primicia, es una de ellas. También el crowdlending, plataformas en las que los empresarios pueden solicitar préstamos a un grupo de mecenas que prestan su capital a proyectos que les resultan interesantes. Asimismo, los business angels y los fondos de capital riesgo continúan apostando por dotar de financiación a empresas y proyectos con proyección de futuro.

Si todas estas opciones no le convencen, siempre puede optar con el seguro de crédito. Estas pólizas ayudas a las empresas a mantener buenas relaciones comerciales con sus clientes y proveedores, haciéndose cargo de las eventuales facturas impagadas.

Coface explica que una de las ventajas del seguro de crédito es que minimiza el impacto que puede tener un impago imprevisto de uno o más clientes sobre la solvencia de una empresa. De esta manera, el asegurado podrá mantener su nivel de liquidez y mantener su actividad.