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La gripe se acerca a un sistema sanitario exhausto

La Atención Primaria, responsable de la campaña de vacunación de la gripe, está colapsada y con apenas refuerzo en sus recursos humanos

España se enfrenta al gran reto de duplicar sus tasas de vacunación contra la gripe con un personal sanitario colapsado y harto del incremento de trabajo sin que hayan llegado suficientes refuerzos. El año pasado la ratio en los grupos de riesgos no superó el 50% y ahora se pretende llegar al 75%. En profesionales sanitarios los números son peores: del 34% deben pasar también al 75%. También se pretende superar las ratios en embarazadas y otros grupos que cada año están llamados a la vacunación contra la gripe.

Dosis hay de sobra, eso sí se ha conseguido. La campaña se ha adelantado a principios de mes, para evitar que la gripe circule por España, pero el problema es que todo eso necesita a profesionales que lo lleven a cabo, y eso no se ha conseguido.

Este será el primer otoño-invierno en el que el virus de la gripe permanecerá eclipsado por el coronavirus que ha infectado a más de 24 millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, no podemos olvidarnos de un patógeno que ha llegado a provocar 15.000 muertos en nuestro país en dos años. Una de las líneas de trabajo en la reunión que tuvo lugar entre los responsables de los ministerios de Sanidad, Educación, Política Territorial y las comunidades autónomas, más allá de las medidas para garantizar una vuelta segura a las aulas, se detuvo en la campaña de vacunación de la gripe de este otoño. Su importancia radica, precisamente, en que, en la antesala de una temporada desafiante en el ámbito de la salud por la propagación imparable de la segunda ola de Covid-19, la gripe no provoque más complicaciones y se cebe con un mayor grupo de personas.

La primera medida pactada sobre este aspecto implica un adelantamiento del inicio de la vacunación, que suele producirse a finales de octubre o principios de noviembre. El ministro Salvador Illa estableció que la campaña de este año tendrá lugar en la primera quincena de octubre y, preferiblemente, durante la primera semana de este mes. Se trata de adelantarse lo antes posible a la emergencia del virus de la gripe para inmunizar al máximo de personas posibles ante este y que no suponga un impacto añadido en los centros de salud. Por otra parte, la similitud de algunos síntomas de la gripe y el SARS-CoV-2 hace más complejo el diagnóstico, por lo que el objetivo de que más personas estén blindadas contra uno de estos patógenos supondrá una ayuda para el personal sanitario.

La farmacia puede ayudar

Entre la saturación que viven muchos centros de salud a causa de la segunda ola de coronavirus y la falta de profesionales nuevos para responder a las diferentes tareas que debe afrontar este nivel asistencial, la farmacia ofrece su apoyo. Por un lado, con la llegada de los nuevos test rápidos de antígenos, las farmacias podrían liberar a los centros de salud en las tares de detección y rastreo. Pero además, las farmacias podrían facilitar 22.000 puntos de atención para la vacuna de la gripe que facilitaría la tarea. España siempre ha mirado hacia otro lado en esta cuestión, cosa que no hacen vecinos europeos, como Francia, donde la farmacia es clave en las campañas de vacunación contra la gripe desde hace años. Sería una forma de acelerar el trabajo y un ensayo ideal para cuando llegue la vacuna contra el coronavirus y entonces el reto sea vacunar en el menor tiempo posible.