Alfonso Bello

El jubilado español recibe un 40% más de pensión pública que el alemán

En comparación con el resto de nuestros vecinos de Europa, España tiene la mayor tasa de sustitución del conjunto de la UE, lo que llevado al concepto de jubilación se traduce en que nuestros mayores, en su primera prestación, perciben un 22,6% más que en el resto de europeos

Históricamente, nuestro país siempre ha tenido una primera prestación pública más alta que la de nuestros vecinos de la Unión Europea, situándose en el 78,1% del último salario percibido antes de su retirada del mundo laboral. Esto supone un 28,8% más respecto a la media europea. En comparación con el resto de nuestros vecinos europeos, España tiene la mayor tasa de sustitución del conjunto de la Unión Europea, lo que llevado a la jubilación se traduce en que nuestros mayores, en su primera pensión, perciben un 22,6% más que el resto de países integrados en la UE, un 45,1% frente al 78,7% que cobran los españoles en la que es su primera prestación tras haberse retirado del mercado laboral.

Para hacer una comparación más precisa y alejarnos así de la media de todos los integrantes de la Unión, vamos a ver como países aceptados como con mayor desarrollo económico que España tienen una tasa de sustitución mucho más alejada de lo que podemos pensar en estos términos. En el caso del considerado como buque insignia de la UE, Alemania, está muy alejada de nuestro país, con un 38,7% de tasa de sustitución, 40 puntos porcentuales por debajo de las cifras manejadas por España. Países como Francia o Reino Unido -ya fuera de la UE- manejan un 60% y un 21,7% respectivamente en sus tasas de reemplazo. Francia afronta una propuesta de reforma de su sistema actual de pensiones en el que este porcentaje se verá afectado y se acercará a la media de la Unión.

La tasa de sustitución o reemplazo indica si un sistema de pensiones proporciona unas ganancias dignas en el momento en el que la población se retira de la actividad laboral activa. Esto se calcula en forma de porcentaje, la diferencia entre la primera pensión obtenida sobre el último salario de nuestro periodo de actividad laboral. En este caso nos estamos refiriendo a la pensión pública, lo que en España, para los pensionistas, supone un pilar fundamental para un colectivo que en muchos casos solo percibe este ingreso a final de mes. En este artículo estaríamos hablando exclusivamente de tasas de sustitución dependientes de las Administraciones Públicas.

Los datos de reemplazo muestran también la diferencia en los salarios entre países de la Unión, lo que los ciudadanos de estos países aportan con sus impuestos y a dónde van esos impuestos. En España las pensiones supone más de un 47% del gasto presupuestario lo que es un gasto enorme para el Estado anualmente. Los salarios en nuestro país son, de media, más bajos que los de los países más desarrollados en materia económica de la UE. Mientras que en nuestro país el salario medio es de 26.922 euros, en países como Alemania o Francia, 50.700 euros y 39.308 euros respectivamente, el sueldo medio de sus ciudadanos es significativamente mayor. Es por ello que la tasa de sustitución impuesta por sus gobiernos es más baja en términos porcentuales y, como ya hemos mencionado, países como Francia quieren reducirla para garantizar la supervivencia de su sistema público de pensiones.

Como hemos podido observar, la pensión inicial pública española es la más generosa de la Unión Europea. Esto para los ciudadanos se traduce en una mayor cercanía entre su salario como trabajador y sus ingresos tras retirarse del mercado de trabajo; para el Estado esto repercute en un mayor gasto público en seguridad social. En los últimos años, al igual que en Francia, se está planteando la reorganización del sistema de pensiones debido al déficit que este crea en las arcas del país, lo que provoca una frágil sostenibilidad a largo plazo.

Poniendo vistas al futuro y con la reforma de las pensiones siempre en el horizonte es muy importante que la población trate de invertir en el ahorro a largo plazo en alguna, o varias, de sus múltiples formas para no quedarse desprotegido ante una futura reforma que garantice el sistema público, lo que supondría una rebaja en la cantidad percibida en la actualidad por los pensionistas, por lo que estas opciones de ahorro privado deben ser tenidas en cuenta seriamente por los españoles de cara a un cambio en paradigma de la pensión pública.