Inés Anitua

Automoción, una industria curtida por las crisis

El sector de automoción tiene un carácter estratégico. Los niveles de gestión, productividad, innovación o empleo que genera son fundamentales para el desarrollo de las economías más desarrolladas. Además, su capacidad de tracción hacia otras industrias y servicios es muy relevante. En el Estado, el sector emplea de manera directa a más de 280.000 personas, de las cuales alrededor de 220.000 se encuentran vinculadas a su cadena de valor, mientras que 60.000 lo hacen en las plantas de los fabricantes. Este nivel de empleo genera, de manera indirecta, más de 1.400.000 empleos que dependen del sector para su buen funcionamiento. Estas cifras son especialmente relevantes si tenemos en cuenta que el 75% del valor generado en el sector proviene de los proveedores, mientras que los constructores aportan el 25% del valor total.

En este sentido, si bien es cierto que España y Euskadi no cuentan con ninguna sede de los constructores de vehículos, sí cuentan con los centros de decisión de las empresas proveedoras que se han convertido en auténticas multinacionales de primer orden mundial, como son Gestamp, CIE Automotive, Mondragon, Antolin o Teknia, con capacidad productiva en todo el mundo, estando presentes en todos los clientes, mercados y nuevos proyectos.

Además, el sector es responsable de la generación de empleo de alta calidad, destacando la solidez de la empleabilidad con la que se dota a los trabajadores de esta industria, que son profesionales muy demandados en otros sectores por su alto conocimiento técnico y capacidad de gestión.

Con todo esto, apostar por el sector de automoción supone apostar por una industria ganadora, que crea empleo cualificado, tanto directa como indirectamente, en empresas principalmente globalizadas y con centros de decisión locales de proveedores, y con una alta capacidad de generación de valor en toda la cadena de suministro. Si eso lo trasladamos a escala local, supone contar con fabricantes de vehículos como Mercedes Benz, dos de autobuses como Irizar y CAF y 300 empresas de componentes de automoción, con más de 320 plantas productivas en el extranjero, 44.000 personas trabajando de manera directa en Euskadi y más de 60.000 fuera de nuestras fronteras. Además, su facturación conjunta supera los 24.000 millones, sin tener en cuenta a toda la cadena de valor, desde materia prima, máquina-herramienta, ingenierías, etc. que trabajan para ella.

No obstante, en el momento actual, el sector se encuentra en una situación en la que las restricciones generadas por la pandemia han supuesto un freno de grandes dimensiones al consumo por parte del cliente final, pasándose a una situación de estancamiento del mercado, repercutiendo así mismo en los niveles de producción de las empresas respecto a sus capacidades. Esta situación se ha visto generalizada a nivel global, lo que ha hecho que incluso la alta diversificación del sector, que suele actuar como ayuda para poder minimizar los impactos de malos resultados en ciertos mercados, no haya podido jugar un papel amortiguador esta vez al encontrarse todos los mercados igualmente afectados en parecidas proporciones, aunque con distintos ritmos.

Si hubiera que cuantificar, se podría decir que el mercado de automoción en su vertiente de ventas y producción bajará alrededor de un 22% este año. Es verdad que esta previsión dependerá mucho de factores ajenos todavía no controlados como que el virus no repunte una segunda vez, que la economía doméstica no sufra en exceso, que las políticas de incentivación del consumo se pongan en marcha pronto, etc., en definitiva, que se reactive la economía.

También hay que pensar que los usos de los vehículos cambiarán, produciéndose un repunte en el corto y medio plazo del coche con respecto al transporte público o al car sharing. Y, por supuesto, no todas las zonas del mundo se comportarán de la misma manera, volviendo de nuevo Asia, y en especial China, a jugar un papel relevante en el sector, tirando de la industria con fuerza.

En cualquier caso, no debemos asustarnos más de lo necesario. Algo similar ocurrió en 2009, con la crisis financiera, cuando de la noche a la mañana, pasamos de estar en cifras récord de vehículos, a bajar un 25% la producción/ventas de coches. Aquella fue una lección dura, para la que muchos directivos no estaban preparados, y que fue difícil de gestionar. De hecho, se tomaron medidas drásticas para salvar las compañías, tales como contención del gasto, refinanciación de deuda, adaptación laboral, diversificación de clientes, etc.

En esta ocasión es diferente. Mucho aprendimos de aquella ocasión, en la que estábamos menos preparados que ahora, con altos niveles de endeudamiento, con organizaciones menos eficientes, con una normativa laboral poco flexible, con posicionamientos en mercados y clientes menos diversificados... Es por ello, que somos optimistas a pesar de las circunstancias. Algunos de los que estaban en los equipos de gestión en aquella crisis son ahora los que dirigen las empresas. Aquella experiencia los ha curtido para estos momentos, lo que es un activo importante por su capacidad de leer la situación y de reaccionar.

De todos modos, como en cualquier crisis, es necesario tomar decisiones que faciliten la salida lo antes posible. Aparte de las ya comentadas previamente, se ve necesaria la adopción de una serie de acciones que sirvan para minimizar el impacto actual y refuerce al sector para poder prepararse para retomar la senda del crecimiento. Así, cabe proponer, entre otras las siguientes: incentivos a la demanda de vehículos; potenciación de multinacionales locales y pymes especializadas; apoyo a planes de fusiones/adquisiciones de pymes; apalancamiento de multinacionales extranjeras; potenciación de centros de innovación; o adaptación de equipos de fabricación.

Todo ello servirá para crear y desarrollar el contexto adecuado. La administración vasca a todos los niveles es consciente de ello. Ahora solo falta que esa consciencia se extienda a nivel estatal y que Europa, por su parte, entienda que se juega mucho en esta liga mundial.