Victor Blanco

Los bancos centrales defienden la continuidad del ‘rally’ de la deuda

El Banco Central Europeo ha aumentado las inyecciones y la Reserva Federal no contempla subidas de tipos a medio plazo. Esta férrea defensa contra el coronavirus ayudará a mantener la subida de los bonos

No luchar contra los bancos centrales”, probablemente ha sido la premisa más importante a tener en cuenta por parte de los inversores en los últimos años. Miles de millones de euros en deuda cotizando en rentabilidades negativas, incluso sin calificación de grado de inversión, o un rally de la bolsa americana que parecía ilimitado a pesar de las altas valoraciones, han sido consecuencia de las medidas de los bancos centrales.

La crisis del coronavirus generó las caídas más rápidas de la historia en activos como la bolsa, y también generó un fuerte desplome de la renta fija. Sin embargo, la capacidad de los bancos centrales de tranquilizar a los mercados ha vuelto a quedar patente. “Gran parte de las políticas y los paquetes de estímulos aprobados por bancos centrales y gobiernos han sido exitosos. Se han emitido billones de dólares en deuda y los mercados se han estabilizado”, explican desde Barclays.

Con los nuevos estímulos y el acelerón en la expansión de los balances de los bancos centrales, en general, los bonos se han recuperado de las pérdidas e incluso dejan ganancias en el conjunto del año, con el índice agregado de deuda soberana alcanzando una rentabilidad del 3,4% en 2020, y el de deuda corporativa subiendo casi un 5% en el ejercicio. El pasado 22 de junio, por ejemplo, el bono español volvía a ponerse en positivo en el ejercicio.

En general, los expertos no creen que la renta fija vaya a mostrar debilidad, a pesar del rally que ya ha experimentado. Es cierto que es un universo gigantesco, en el que, destacan, hay que ser selectivo, pero en general consideran que todavía hay oportunidades en las que el inversor va a poder rascar algo de rentabilidad.

“La gran corrección sufrida en los mercados de renta fija ha abierto un abanico de buenas oportunidades que pueden aprovecharse. El miedo y la volatilidad han llevado los spreads de crédito a niveles similares o incluso en algunos casos superiores a los de la gran crisis financiera del 2008. Este nivel de diferenciales de crédito está descontando tasas de default o impago cercanas al 10%, lo cual es un panorama apocalíptico que no se dio ni en los peores momentos tras la quiebra de Lehman Brothers”, explican desde Degroof Petercam, donde creen que “el escenario actual no es comparable, ya que ahora la crisis viene provocada por un factor externo y temporal. Ello hace que muchos segmentos del crédito estén baratos y que ofrezcan un buen nivel de entrada a medio plazo”.

“Los bancos centrales siguen a los mandos y apuestan por mantener los rendimientos bajo control”, explican desde Fidelity, “bien a través de objetivos explícitos o implícitamente a través de sus programas de compra de activos”, añaden. “El último anuncio del BCE, que amplió su PEPP más lo que preveía el consenso, supone una nueva muestra de su determinación de sostener la economía en el complejo periodo que se avecina”, explica la gestora.

Desde La Française AM, señalan que hay “numerosos activos que muestran valoraciones atractivas y se benefician de respuestas monetarias y fiscales creíbles”, y consideran más atractivo buscar en el universo corporativo, frente al soberano. “Parece sensato reasignar parcialmente el riesgo periférico al riesgo crediticio, donde las valoraciones parecen mucho más atractivas”, explican.