Javier Calvo

La franquicia, una oportunidad para invertir pese a la crisis del Covid

Aunque la facturación ha caído en muchos sectores, la disponibilidad de nuevas ubicaciones en zonas ‘premium’ y el apoyo de las centrales con la reducción de los ‘royalties’ e incluso del canon de entrada favorece que puedan mantener la rentabilidad ante un escenario más adverso

La pandemia provocada por el Covid-19 ha provocado una crisis económica y social sin precedentes. En esta situación, ¿es un buen momento para invertir en franquicias? ¿Se confirma el dicho de que las crisis son una oportunidad?

Y de entre todas las opciones disponibles, las franquicias son una de las mejoras alternativas para invertir en la actualidad. "Es un momento muy bueno para hacerlo", incide Pablo Gimeno, fundador de Grupo PGS, impulsor del programa Invest in Franchises. "En momentos de crisis muchas personas recurren al autoempleo, y la franquicia en este sentido tiene la ventaja de que te ofrece su conocimiento, su know-how, una marca, un programa contable, etc., te dan muchas facilidades para conseguir emprender", apunta el experto. "Es más fácil montar un negocio así que empezando desde cero", insiste.

Pero no es el único perfil que podría estar interesado en abrir una franquicia, los inversores "También repuntan en los momentos de crisis, porque surgen nuevas oportunidades", asegura Gimeno. "Bajan los alquileres, la mano de obra es más barata, los bancos están más abiertos a conceder créditos porque la rentabilidad en otras inversiones tiene mucho riesgo, etc. A lo que hay que sumar que hay mucho dinero en circulación ahora mismo", explica el responsable de Grupo PGS. "Solemos pensar que en momentos de crisis no hay dinero en circulación, pero en esta crisis, en la que ha habido tantos créditos y tanto dinero a tipo 0, hay mucha capacidad para financiarse para abrir un negocio de un perfil más inversor", sentencia.

Una idea que también comparte Gabriel Moyá, director de la Dirección de Franquicias de Banco Sabadell. "Que en las crisis surgen oportunidades es una realidad", señala. Y pone como ejemplo el caso de los alquileres. "Puede haber un local que siempre ha sido interesante para una marca, pero que le resultaba muy caro y que además siempre estaba ocupado, y ahora con la crisis ha quedado vacío porque la tienda que lo operaba no ha sobrevivido, y está disponible a un precio inferior al de mercado de antes de la situación actual; en estas circunstancias sí que pueden cuadrar los números para hacerse con él", explica. "Te puedes encontrar con un establecimiento en zona premium por un precio mucho más bajo".

Además, Moyá recuerda que muchas marcas están ofreciendo ayudas tanto a sus franquiciados como a los interesados en unirse a la marca. "Hay enseñas que han reducido o eliminado los royalties o los márgenes de entrada, ofrecen las mismas ventajas a los nuevos franquiciados que a los que ya están dentro... podrías acabar pagando menos de lo que se pagaba antes, y teniendo los mismos o incluso más servicios", asegura.

En definitiva, es una oportunidad excelente para abrir una franquicia, pero es necesario contar con un plan de negocios adaptado a las nuevas circunstancias que ha provocado el Covid-19. "Hay negocios que están facturando menos, pero que siguen facturando, y que con una adaptación al nuevo escenario siguen siendo rentables", explica Moyá.

Hay que tener en cuenta que algunos sectores han salido reforzados de esta crisis, como puede ser el de la distribución alimentaria y los supermercados. Pero además hay muchos otros que siguen funcionando y que siguen creciendo. "Seguimos cerrando operaciones de apertura de ópticas, dentistas, panaderías, lavanderías, centros médicos y de estética, etc.", confirma Moyá, que destaca que, de hecho, septiembre ha sido un buen mes para Sabadell en el campo de las franquicias. "Y esperamos seguir creciendo hasta final de año", adelanta.

Pero incluso en sectores que se han visto especialmente afectados por la pandemia y las restricciones sanitarias, como puede ser la hostelería, hay marcas que siguen siendo rentables, aunque hayan visto disminuida su facturación. “Hay compañías que han empezado a hacer envíos a domicilio, que hasta ahora no los hacían; que han podido aumentar el tamaño de sus terrazas, pudiendo compensar las limitaciones de aforo, etc. -todo esto son avances que los franquiciados logran con el apoyo de sus centrales- y que han sido capaces de actualizar sus planes de negocio y las condiciones que les aplican a sus nuevos franquiciados, que nos explican, que demuestran profesionalidad, y que por lo tanto van a seguir teniendo el respaldo del banco”, asegura Moyá. “La gente va a volver a ir a los restaurantes, y estas compañías van a estar en una posición privilegiada para competir”, adelanta el experto.

Por supuesto, invertir en una franquicia en un momento como este también presenta retos. “Esta crisis es distinta a todas las que hemos vivido en los últimos 100 años, el mayor riesgo para un inversor es que ponga en marcha un negocio y que algunas limitaciones legislativas -reducción de aforos, cierres temporales, etc. -le impidan llevar un funcionamiento como el que tenía previsto”, advierte Gimeno. Sin embargo, no es un problema exclusivo de las franquicias, sino que “el Covid-19 está generando momentos de incertidumbre en todas las inversiones, no solo en las relacionadas con las franquicias”, concluye Gimeno.