Eva Sereno

Las claves del futuro de la pequeña empresa ante el coronavirus

Replantear el tamaño de las empresas y apostar por la digitalización son claves para el futuro de las pymes tras esta crisis con la que se ha abierto también el debate sobre la necesidad de fomentar el consumo de productos locales o tener una segunda oportunidad

Liquidez, pago de impuestos, stock, más riesgo de morosidad e impagos... son solo algunos de los problemas a los que se enfrentan las pymes como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19 y su impacto en la actividad económica y empresarial. Una situación ante la que se ha tratado de tomar medidas que “en su enunciado son correctas, pero no eficaces”, afirma el presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita.

Es un contexto en el que el futuro “que nos espera y prevemos en este momento es complicado en lo sanitario, económico y social” y, en las pymes, “hay angustia y miedo” por cómo se va a producir toda la desescalada. Además, es complicado tomar medidas de seguridad, que en algunos casos son complejas, y tienen la triple vertiente de la seguridad global, de los trabajadores y de los clientes como, por ejemplo, sucede en las peluquerías, hostelería y tiendas físicas. “Somos conscientes de que vamos a salir heridos. La herida no tiene por qué ser mortal”. Para garantizar el futuro de las pymes, el tejido empresarial no solo tiene que plantearse el teletrabajo, como se ha hecho ante esta situación para salir de ella, sino “plantear la digitalización, con medios, con formación, etc., y con sistemas que hagan que nuestras empresas puedan salir adelante”, ha añadido el presidente de Cepyme Aragón durante su participación en el webinar ¿Cómo ser pyme y sobrevivir ante la mayor crisis?, organizado por el Instituto Aragonés de Fomento.

Un salto que es totalmente necesario porque “la digitalización, que es muy positiva, ha traído que se hayan quedado fuera muchas pymes. Hay que hacer pedagogía y apoyo y formación” para evitar que, por ejemplo, las pequeñas y medianas empresas estén al margen del canal online, aunque tengan posibilidades de acceder. “Hay que tener cuidado en qué medio se utiliza. Es peligroso correr el riesgo y caer en el peligro de quedarse en manos de una única plataforma en detrimento de la libertad de comercio”. Las pymes, en estas semanas, han accedido a los canales online, pero se debe “perfeccionar para no caer en ningún tipo de monopolio”. El futuro de las pymes también requiere “replantear el problema de nuestro tamaño y diversificación”, ya en un segundo escalón porque el primero es la supervivencia. Por ejemplo, en la comunidad aragonesa, hay 91.114 empresas de las que solo 44 tienen más de 500 trabajadores. Una cifra que es todavía más baja si no se tienen en cuenta los hospitales, ayuntamientos, etc. Este dato contrasta con las cerca de 49.000 que no tienen asalariados, alrededor de 37.000 emplean entre uno y nueve trabajadores y unas 3.000 suman plantillas de diez a 49 empleados.

La agilización y simplificación administrativa es otra de las claves para el futuro de las pequeñas y medianas empresas. Una medida que conlleva implícita la rapidez para crear una empresa, tomar decisiones, gestionar recursos, etc. “En un país en el que se depende de seis administraciones -incluyendo las europeas- y se superponen y contradicen normativas... no cabe duda de que alguien tendrá que plantear la remodelación de este sistema”. Tan solo en el año 2019 hubo “más de un millón de páginas de boletines oficiales conteniendo normas que, a veces, se contradicen”, además de ser textos “farragosos”. “Estamos a la cabeza de normas, reglamentos, contradicciones, etc. El sistema autonómico presenta grandes ventajas, pero también inconvenientes porque cada autonomía tiene unas normas de fabricación”.

Globalización versus local

Precisamente, la apuesta por impulsar el mercado local es una medida que podría ayudar a superar esta nueva crisis económica a sectores como el comercio que, además, tiene que hacer frente a las ventas online y su auge durante el confinamiento. “Hay que ayudar al comprador para que compre en el pequeño comercio. Primero mentalizándole y, luego, ayudándole también económicamente”. Una medida que el presidente de Cepyme Aragón ha anunciado que está estudiando y que podría tener un sistema similar al de un plan renove para la compra de vehículos.

Tras la crisis del Covid-19, “la tendencia sería volver a la globalización que ha tenido ventajas, pero también inconvenientes. Si no se aprende de los errores, se está condenado a repetirlos”. Y, precisamente, en España, un error es que “no se aplica la segunda oportunidad. Cuando una empresa cierra, surge un delincuente que, cuando intenta crear otra empresa, sigue con el estigma de la compañía anterior. Se le persigue como si fuera un delincuente el resto de su vida. No existe una segunda oportunidad; existe la condonación de una parte de la deuda en unas determinadas circunstancias. Esto nos diferencia de otros países en desarrollo. El fracaso es un estigma en España; en otros países, es un mérito para reemprender una empresa”.