Araceli Muñoz

La industria renovable confía en una nueva subasta este año

Los directivos del sector solicitan que se rediseñe el actual modelo de subastas para atender otros parámetros clave, como diferenciar las tecnologías y tener en cuenta el impacto social de los proyectos, y que se otorguen a proyectos con ‘cara y ojos’ que se vayan a construir.

Los representantes del sector renovable español han mostrado su confianza con que antes de final del año el Gobierno licite una nueva subasta y han solicitado que se rediseñe su actual modelo para atender otros parámetros clave, como diferenciar las tecnologías y tener en cuenta el impacto social de los proyectos. Estas han sido algunas de las conclusiones a las que han llegado grandes representantes de la industria de la energía verde en España durante la tercera mesa del V Foro de Energía de elEconomista, titulado La transición energética, clave en la recuperación tras la Covid-19.

En este sentido, Felipe Torroba, consejero delegado de Energía de Ence, explicó que “hay objetivos ambiciosos en renovables, pero ya vamos un poco por detrás porque 2020 lo hemos perdido. Creo que antes de final de año tendrán lugar las subastas, pero en capacidad instalada no lo veremos hasta 2022”. Miguel Ángel López, presidente de Siemens Gamesa, también confió en que las subastas ocurran “a finales de este año” y argumentó que “necesitamos un calendario para poder poner en marcha los 2,2 GW eólicos anuales necesarios para cumplir con el objetivo de renovables previsto para 2030”.

Manuel García, consejero delegado de Greenalia, añadió que “las subastas tienen un papel importante para dinamizar los desarrollos, pero necesitamos una planificación clara para no ir todos de golpe y diferenciar entre tecnologías. También es importante tener en cuenta en los parámetros la madurez del proyecto, sobre todo en eólica y fotovoltaica”.

A este respecto, Torroba apuntó que “las subastas tienen que ir otorgándose cuando tengas realmente un proyecto con cara y ojos que vayas a construir, hay que hacer que los proyectos que ganan las subastas se materialicen de verdad y eliminar la especulación”.

Por su parte, Raúl Morales, consejero delegado y vicepresidente de Soltec, pidió que “al menos haya dos convocatorias de subastas al año, para que si un desarrollador no tiene todavía las licencias, pueda esperar y no haya esa competitividad. Desde el punto de vista de industria, creo que sería importante que se tuviera en cuenta el contenido local y que se mida la huella de carbono”.

Impacto en la economía local

Una de las claves del futuro de las renovables la desveló Adolfo Rebollo, consejero delegado de Ingeteam, que hizo un llamamiento a reflexionar hacia dónde vamos con las renovables en España y si las queremos usar como tractor para salir de la crisis del coronavirus. “Tenemos que hacer una planificación como país en la que la sostenibilidad sea clave, no solo medir la huella ambiental, sino también la social y económica. ¿Queremos seguir dependiendo de tecnólogos extranjeros?”, justificó. Sobre esto, el consejero delegado de Energía de Ence comentó que han cambiado la mentalidad y han empezado a trabajar con tecnólogos españoles para “que desarrollen su capacidad de producción e impulsar así la economía española”. En concreto, habló de sus dos últimos proyectos para los que han comprado dos calderas en Chiclana (Cádiz) y quieren utilizar también a empresas españolas para el desarrollo de las turbinas. “La apuesta por la tecnología local puede ayudar también a bajar los costes, pero es fundamental tener visibilidad de los próximos proyectos. Si hubiera un calendario claro, serían capaces de invertir para bajar los costes, pero si están cruzados de brazos es muy complicado...”, añadió Torroba.

También, Fernado Romero Martínez, director general de EDF Solar, añadió que “es importantísimo no solo primar el precio en las subastas, sino también el valor añadido de los proyectos, que puede ser el empleo a corto o largo plazo u otros criterios que midan los proyectos que tienen un impacto mayor en la economía del país”.

Al hilo de esto, Lluís Noguera, consejero delegado de X-Elio, destacó que “las renovables tienen un potencial de desarrollo económico e industrial brutal para España. Es muy importante que España se convierta en el generador de Europa, por lo que sería un error estratégico muy grande para el país no dar estabilidad al sector a largo plazo”. “Tiene sentido invertir en renovables, en un entorno tan incierto como el del coronavirus, lo que tenemos claro es que el mundo va en la dirección de la descarbonización”, añadió Noguera.

Lamberto Camacho, consejero delegado de Ibox Energy, hizo también una reflexión al ser preguntado sobre si el sistema de subastas tenía sentido o no: “No debemos utilizar las subastas como una herramienta que regula todo el sector, no debe ser la única forma. He aprendido en otros países como México o Sudáfrica que, cuando ocurre un cambio político, el sector puede vivir un gran cambio, por lo que no creo que se deba condicionar todo el sistema a un mecanismo gubernamental que se puede retirar. Es importante diversificar los riesgos y no condicionar el futuro del sector a una única herramienta”.

Sobre esto, Juanjo Sánchez, consejero delegado de Capital Energy, explicó que “una subasta que evite distorsionar precios puede ser una buena herramienta para dinamizar el sector y lograr unos objetivos ambiciosos, pero un mal diseño de subastas puede matar el acceso al sistema”.

La viabilidad de la industria

Pese al buen futuro que se augura para el sector en los próximos años, la realidad es que no todas las tecnologías están evolucionando igual y hay algunas que se han visto muy golpeadas en los últimos tiempos. Sobre esto, el presidente de Siemens Gamesa habló del caso de la eólica terrestre (onshore) y declaró que “desde 2017 que vimos la introducción masiva de subastas a nivel mundial, vemos a toda la industria a nivel onshore con los márgenes muy castigados y muchas empresas en números rojos, por lo que la sostenbilidad está un poco en cuestión. Nosotros hemos comunicado que la prioridad en el futuro va ser centrarnos en proyectos que vayan a tener un buen resultado, aceptaremos los proyectos siempre y cuando se puedan argumentar de cara a los accionistas”.

El consejero delegado de Ingeteam añadió que “la neutralidad tecnológica de las subastas nos está afectando al precio. Por ejemplo, estamos en la generación hidráulica, que era un buen mercado para nosotros, pero empezó a bajar el precio y no le vemos el final del camino. La presión que nos meten nuestros clientes con el precio es brutal, lo bueno es que estamos bastante diversificados”. El consejero delegado de Soltec destacó la importancia de que “las subastas beneficien al consumidor con precios bajos, pero también que sean sostenibles para la industria y jugar en igualdad de condiciones que algunos países asiáticos”.

“Debemos distinguir entre el coste de producir unas tecnologías determinadas y el coste de un servicio eléctrico porque son muy distintos. El precio que pague el consumidor tiene que ser sostenible y que permita mantener todo el sistema. Una cosa es que veamos que se pueden bajar los costes de producción de una tecnología y otra es la complejidad de garantizar un suministro fiable. La industria está tranquila porque estamos en un sector muy resiliente a las crisis”, añadió el consejero delegado de Capital Energy.