Íñigo Álvarez

Ahorro en costes energéticos para empresas

Hoy en día, ante la situación coyuntural en la que nos encontramos debido a la crisis provocada por el COVID-19, hace que las empresas tengan que destinar todos sus esfuerzos en atender y solventar las tensiones de liquidez que se produzcan tanto en el corto, medio como en el largo plazo. Esta crisis, desgraciadamente, perdurará en el tiempo y ahora, más que nunca, la anticipación a los riesgos y la optimización de todos los costes puede hacer que una compañía sobreviva.

Para reducir los costes es imprescindible realizar un análisis del gasto 360º, tanto en compras directas como indirectas, priorizando en todo caso los gastos más importantes de la compañía que impactan en un porcentaje importante en el coste total de nuestro producto (TCO). Entre estos costes, están los costes energéticos como la electricidad, gas y combustibles. De hecho, en muchas empresas, el coste de electricidad llega a alcanzar el 60% del coste de su producto. Solo tenemos que pensar en las acerías, papeleras, etc. Por esta razón, cada vez más empresas están poniendo el foco, en primer lugar, en la reducción de este tipo de costes, bien gestionándolo en interno o subcontratando estos trabajos a empresas de consultoría especializadas.

A continuación, mostramos las distintas opciones de optimización que las compañías pueden aplicar para reducir sus costes energéticos, empezando por la electricidad:

- Negociación precios energía; precio fijo, precio pool o precio pool con cierres parciales. Actualmente, y debido a la situación actual del mercado, se están consiguiendo ahorros de hasta un 20% en la negociación de contratos a precio fijo.

- Optimización del término de potencia. La sobrecapacidad genera sobrecostes y la infracapacidad penalizaciones. Es importante analizar la curva de consumos para seleccionar la potencia idónea de acuerdo con el comportamiento de consumo de cada compañía.

- Implementar medidas de eficiencia energética. Para ello es necesario, realizar una auditoría energética previa para evaluar el estado actual de la instalación e identificar todas las opciones de mejora. Estas medidas requieren inversión, algunas de ellas suponen una inversión con una tasa de retorno muy baja, mientras que hay otras medidas que suponen una inversión mayor cuyos ahorros son mucho más significativos.

- Las empresas con actividad industrial -manufacturera- pueden aplicarse una reducción de hasta el 85% de la base imponible del Impuesto Especial sobre la Electricidad, lo que permite reducir de manera sustancial este impuesto.

- Ayudas por eficiencia energética, es decir, desarrollar estrategias de financiación y detección de ayudas públicas para el desarrollo de proyectos de eficiencia energética en empresas, como pueden ser instalaciones de renovables.

- Implantación de sistemas de gestión basados en las normas ISO 4001, ISO 50001, ISO9001.

Además de las medidas mencionadas anteriormente y debido a la situación actual, el pasado 1 de abril se publicaron varias medidas en el BOE de optimización de costes que afectan a empresas y autónomos y son las siguientes: suministro en suspensión -dar de baja temporalmente el suministro eléctrico del centro productivo- y bajar la potencia al mínimo -mínima potencia que la instalación permita contratar-.

Al igual que la electricidad, el gas es uno de los denominados gastos fijos. Aunque se antoje complicado deshacernos de ellos, se puede aprender a gestionarlos de una manera adecuada y efectiva. Para ello existen varias medidas que debe tener en cuenta una empresa:

- Implementación de un sistema de cogeneración. A través de él se logrará una mayor eficiencia en la conversión energética y una reducción significativa en las emisiones contaminantes. Esto se puede traducir en un ahorro efectivo en aplicaciones industriales de, en torno, al 30%, con una recuperación de la inversión en un tiempo de dos a cuatro años.

- Agregar volúmenes de negociación: electricidad + gas. El poder de negociación aumenta con el consumo, por lo que el simple hecho de consolidar volúmenes nos reportaría un ahorro.

- Análisis de las diferentes técnicas de indexación existentes en el mercado -TTF, BTC, TRS, Indexación MIBGAS, etc.-, que conllevaría un ajuste del precio del gas en el medio y largo plazo.

En cuanto al combustible, está claro que las fluctuaciones del precio influyen de una manera más significativa en los Cost drivers (TCO) del sector logístico, llegando a alcanzar hasta un 29% del precio final del servicio. Es por ello que las consultoras especializas en compras recomiendan cerrar tarifas no susceptibles de revisión ante variaciones del precio del fuel, con vigencias de mínimo seis meses en momentos donde el índice se encuentre en un punto valle. Esto permitirá obtener un ahorro tanto a nivel de gestión como a nivel económico. En situaciones como la que hoy vivimos, es un buen momento para negociar este tipo de servicios debido a la caída en picado del precio del Brent y del WTI.

Estas técnicas de negociación son complicadas de llevar a cabo, ya que se exige tener un conocimiento importante y exhaustivo del mercado energético. Pero existen consultoras de compras especializadas que pueden, no solo implementar las palancas de reducción de precio, sino también las palancas de eficiencia energética y de adaptación al desarrollo de medidas para realizar una compra sostenible y cumplir así con la Agenda 2030 en materia económica y medioambiental marcada por la ONU. Lograr un ahorro en los costes energéticos es fundamental a la hora de producir y exportar, y conseguir de este modo ser más competitivos y eficientes.